Rita Segato, Master y PhD en Antropología Social por la Queen’s University Of Belfast (Irlanda del Norte 1984), Título Honoris Causa otorgado por la UNER y por la UNAS, disertó sobre varias categorías de análisis vinculadas a la Violencia de Género, en la apertura de las VIII Jornadas que tienen lugar en Mendoza organizadas por el Ministerio Público Fiscal. La semana próxima expondrá en la Feria del Libro en CABA. La postura filosófica de Segato logra definirse sencillamente con el nombre de la cátedra a su cargo en la UNSAM, “Pensamiento incómodo”.
La antropóloga, fiel a su estilo, se adentró en su charla en temas espinosos y de profunda actualidad. Habló de un cambio de Era, en la que los niños, niñas y adolescentes ya viven con otra mentalidad, entienden que el mundo ha cambiado, que la sexualidad humana cambió. También se refirió a los grandes logros del movimiento feminista que tiene una historia de 70 años de producción de conocimiento y de crítica a la construcción del saber desde el sistema patriarcal. Habló de sus diferencias con el movimiento que definió como "feminismo del enemigo" y diferenció los escraches de las agrupaciones de Hijas e Hijos (de desaparecidos) en el contexto de las leyes de amnistía, como resultado de un proceso prolongado en el tiempo, que cumple con una serie de condiciones, de lo que denominó "linchamientos morales". "…El linchamiento es espontáneo, es inmediato, no da tiempo a algo que es precioso que es el derecho a la contestación, que haya opiniones disidentes. En todo buen juicio, en todo justo proceso, tiene que haber la posibilidad de una voz disidente o más voces disidentes, no puede haber una unanimidad inmediata. Debe haber un debate y en ese debate debe haber una pluralidad de voces. En el linchamiento no lo hay", sostuvo Segato.
El feminismo del enemigo
Una de las cosas que he criticado recientemente es lo que he llamado un “feminismo del enemigo”. Un movimiento social construido en función de una enemistad básica con los hombres. Creo que eso es un error del feminismo y que tiene que ver con su justicia propia. El juicio popular de quién agrede a las mujeres, cuando ese juicio no se alcanza por la justicia estatal, por la justicia legal, es legítimo en mi consideración, considerando las pluralidades de justicia. Pero el linchamiento o la guillotina moral de alguien sin que haya habido posibilidad de la defensa o de una voz divergente, es un problema que nosotras las mujeres, que nuestro movimiento, tenemos que examinar con cuidado porque no olvidemos que la Revolución Francesa se guillotinó a sí misma y eso no lo podemos permitir. No podemos poner en riesgo el enorme avance, yo diría el cambio de era al que estamos en puertas de llegar.
El patriarcado está a punto de desmoronarse
Yo veo cuando converso con los niños y con las niñas que estamos frente a un cambio de era, de una revolución que para los niños y adolescentes, ya pasó. Porque es una revolución donde la primera forma de desigualdad, la primera forma de poder, la primera forma de expropiación de valor que es el patriarcado, basal, fundamental, fundante de todas las otras formas de desigualdad y de expropiación de valor, está a punto de desmontarse. Por eso la reacción es tan intensa, por eso tenemos los fundamentalismos.
El movimiento de las mujeres tiene casi 70 años de existencia, paredes y paredes y estantes y estantes de libros de pensamiento de sofisticación filosófica: la crítica feminista al psicoanálisis, la crítica feminista al derecho, la crítica feminista a la historia, la crítica feminista a las ciencias sociales, a la biología, a las ciencias duras como la física… es mucho tiempo de trabajo que nos llevó y que llevó a nuestros niños y jóvenes a las calles hoy en las grandes marchas, no es poco tiempo, eso no lo plantó nadie, es un tiempo de crecimiento, es un tiempo de maduración muy largo. Prácticamente 70 años.
Hablar de ideología de género es un error
Por otro lado, de un día para otro, aparece en la calle un fundamentalismo, que va a hablar de la “ideología de género”, es un error enorme. La “ideología de género” es una categoría analítica que permite mostrar por qué en diferentes sociedades un hombre y una mujer no son lo mismo, y en el tiempo histórico no son lo mismo. De eso se habla con la categoría de género, como categoría de análisis.
Al percibir que nosotras las mujeres con nuestra crítica estamos desmontando el cimiento de todos los poderes, ese mundo desigual que nos formatea, los niños ya vienen hoy compatibles con otra mentalidad. Han reaccionado y en un corto tiempo están intentando frenar ese cambio de era que es totalmente inevitable porque los niños, las niñas, las adolescentes y los adolescentes hay entendido que el mundo ha cambiado, que la concepción de lo que es la sexualidad humana ha cambiado. Esa reacción que estamos sufriendo nos dice la centralidad del tema de las mujeres. Nos está mostrando que nuestro tema no es un tema de minoría sino un tema del centro de la historia, nuestros antagonistas de proyecto histórico, con su violencia, con el esfuerzo que están poniendo para frenarnos, nos están demostrando cuán importante es nuestro movimiento y las metas que nos hemos propuesto.
El enemigo es el patrón patriarcal de poder y no las personas
La lucha es de todos aquellos y aquellas que a ese ojo del patriarca le parece que se encuentran en desacato con relación al orden de poder patriarcal, y ahí castiga, ahí agrede y victimiza.
El enemigo es el patrón patriarcal de poder y no las personas
Segato se refirió en el último tramo de su alocución a la pluralidad de identidades de género y a todas aquellas personas más allá de su género y su sexo, que se paran en desacato al modelo de poder patriarcal.