El Juicio Oral y Público donde se ventilan los hechos que culminaron con la muerte del jóven Agustín Núñez, va llegando a su etapa final, luego que culminara la recepción de los testimonios, de acuerdo a la convocatoria de las partes, y se presentaran las pruebas documentales que constan en el legajo respectivo.   El día 6 de diciembre de 2009, en un sector ubicado sobre Pasaje Los Andes en barrio Unión de Trelew, se generó un enfrentamiento entre vecinos, produciéndose el homicidio de Núñez, por el que se encuentra acusado Manuel Gallardo, a quien se lo sindica como autor responsable. La víctima recibió varias puñaladas, que provocaron su deceso momentos después, según pudo establecerse.   En la jornada de hoy se completó el desfile de personas traídas por la defensa, aunque también fue el turno de un vecino del lugar que actuó como testigo de un allanamiento realizado sobre el auto dodge 1500, que sería propiedad de Juan Cea, uno de los involucrados. El deponente indicó que pudo observar el vidrio del acompañante dañado, secuestrándose de su baúl una caja de herramientas con tres cuchillos tramontina, exhibidos en la oportunidad y reconocidos por el testigo, quien también ratificó el acta correspondiente.   Posteriormente, expuso ante el Tribunal quien dijo ser la concubina del acusado, señalando que vivían a unas casas de la vivienda de Rosa Nahuelquín, madre de Gallardo, en compañía de cuatro hijos. Contó que su pareja volvió tarde esa noche, y luego acudió donde se escuchaban ruidos, provocados por discusiones y aparentes agresiones, tras lo cuál el acusado salió de su casa. Además expresó que sufrió agresiones con piedras, que no le permitían salir, intentando cubrir a sus hijos mientras buscaba refugiarse en su propio ambiente.   Mas adelante manifestó haber podido salir cerca de las seis de la mañana para ir en busca de su compañero, pero en el trayecto habría sido agredida verbalmente por el padre de los Núñez, manifestando que lo vió con un cuchillo en sus manos. Ratificó que Gallardo vestía un buzo blanco, que le fue exhibido y reconoció, remarcando los problemas permanentes entre las familias, aunque sosteniendo que la otra familia era quien llevaba la iniciativa en las agresiones.    El último testigo que se prestó al requerimiento de las partes fue Juan Cea, uno de los protagonistas en los sucesos, quien aseveró que los problemas con los Núñez fueron por cosas chicas, no participando antes en incidentes o entredichos. Sin embargo, luego dejó entrever que una semana antes de estos hechos había sido amenazado por los hijos de Núñez, que por otra parte lo apuntó con una pistola.   En lo que respecta a los sucesos que se juzgan en este juicio, mencionó haber tomado dos cervezas antes de acostarse, y fue despertado por su mujer, Rosa Nahuelquín, cuando ya existía el enfrentamiento para que corriera el auto, el que llevó a casa de su entenada o hijastra, ubicada a una cuadra de distancia aproximadamente.   Indicó que durante la confrontación no pudo tirar una sola piedra, debido a los dolores producto de los golpes de proyectiles en su cuerpo. Pero el Fiscal General, Doctor Fabián Moyano, le hizo ver que hace una semana confesó los delitos por los que fue condenado a un año y medio de prisión en suspenso, y esto incluye lesiones graves y leves, además de la agresión, a lo que Cea respondió que lo había hecho para poder mantener su trabajo en la construcción.   Después se pasó a la presentación de las pruebas documentales, que incluyen actuaciones policiales, pericias médicas, diversos informes, declaraciones y otros elementos como videos y grabaciones, además de todo lo secuestrado en diversos allanamientos, como las prendas aportadas por las familias involucradas.   El Tribunal esta integrado por el Doctor Adrián Barrios como presidente, y los Doctores Patricia Asaro y Fabio Monti. En la parte acusadora, además del representante fiscal, se encuentra el querellante particular, Doctor Roberto Eduardo Díaz y la defensa de Gallardo es ejercida por el Doctor Javier Patricio Romero. En las próximas jornadas esta prevista la visita de los magistrados y las partes al lugar donde se desrrollaron los hechos, con el fin de realizar una inspección ocular, llegándose al momento de los alegatos respectivos.