En relación al suceso acaecido el pasado 5 de febrero de 2012, que tiene como imputado a Luis Alberto Vidal, se efectuó la mañana del martes la segunda jornada del juicio oral y público en los tribunales del barrio Roca. Entre los testimonios destacados de la fecha pudo escucharse el de la médica forense que practicó la autopsia a la víctima, Hugo Barrientos; un conocido que vivía en frente de su casa y dos vecinos más que fueron los primeros en arribar a la escena del hecho.

 

El primer testimonio fue el de Eliana Bévolo, médica forense, que realizó la autopsia al cuerpo de la víctima y determinó su causa de muerte como consecuencia de un “paro cardio respiratorio traumático debido a lesión cerebral provocada por el paso del proyectil”. Respecto al lugar de la herida en la cabeza dijo “que no es el típico y que no había elementos que suelen verse en los suicidios”.

 

El concuñado de Barrientos, que vivía en frente de su casa, recuerda que aquella mañana llega Vidal a golpear la puerta y le dice “que se había dado un tiro”, exaltado. Se cruza junto a otro vecino a la casa y ven a Hugo tirado en el baño con un revolver en la mano derecha. Lo revisan si tiene alguna herida y no le encontraron ninguna. Aun respiraba agitado y después lo llevan a un colchón, creían que estaba en coma alcohólico, recuerda. En ese sentido mencionó que Barrientos le comentó “que no aguantaba más, que quería ver a su nene y su señora”. Estaban bien, se había arreglado con ella.

 

Otro vecino recuerda que estaba durmiendo y llega Vidal, desesperado golpea su puerta y le menciona que Hugo “se había matado”. Sale corriendo a la casa de Barrientos y lo ve en el baño que aun respiraba, pensé que estaba desmayado. Asimismo recordó que cuando lo trasladaban al Hospital el hermano de Hugo lo empezó a revisar y tenía una herida en la cabeza.

 

Luego una vecina relata que llega Vidal a su casa, golpea y comenta “el Negro se mató”; y que mi pareja salió a ver y yo atrás de él. Vemos al chico tirado en el baño pero no le vio el arma. Después al chico lo habían corrido a un colchón y estaba convulsionando. También recordó que cuando trasladan a la víctima al Hospital su hermano le descubre atrás de la oreja, tres dedos, un orificio; y le pregunta a Vidal si era verdad que su hermano se había pegado un tiro.

 

La declaración de Marcos Ghibierto, experto en ciencias criminalísticas de fiscalía explicó, basado en profusa bibliografía,  de acuerdo a su experiencia profesional y criterio, que se trataba de “un caso atípico de suicidio”. No pudo negar el suicidio, aplicando el prototipo de medidas para diferenciar si se trata de un suicidio o de un homicidio, tres de cinco medidas dan suicidio atípico, explicó. El licenciado en criminalística calificó su informe como “objetivo y profesional”.

 

El tribunal de juicio fue presidido por Hugo Juárez e integrado por Alejandro Soñis y Gladys Olavarría, jueces penales; en representación del Ministerio Público Fiscal se hizo presente Adrián Cabral, fiscal general; en tanto que la defensa del imputado fue ejercida por María Cristina Sadino y Esteban Mantecón, defensores generales.

 

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