Días pasados fiscales, funcionarios, defensores, abogadas de la defensoría de menores y administrativos de fiscalía participaron de dos numerosas capacitaciones a cargo de Ulises Abraza, master en coaching organizacional. Los encuentros fueron organizados por la escuela de Capacitación Judicial en conjunto con la Procuración General Adjunta y la Defensa Pública. Los participantes realizaron ejercicios de relajación y compartieron experiencias respecto a su labor diaria dentro del poder judicial.

Entre los conceptos debatidos se abordó el tema que “acá no hay nadie que esté fallado, no hay nadie que no sirva para nada, y cada uno está teniendo el mejor desempeño posible a éste instante”. No hay que hacer las cosas por obligación, “desde el remordimiento, desde un castigo, desde una invalidación previa de cómo soy”. Diferente es: “hasta éste momento hice lo mejor que pude hacer, me doy cuenta que non alcanzo, que hay otras posibilidades que puedo explorar, entonces quiero hacer otra cosa”.

¿Como voy a ser comprensivo con los otros, si no soy comprensivo conmigo mismo? No se puede dar lo que no se tiene, no se puede motivar si no se está motivado. Concluyendo que en general “aquellos espacios donde se vive un clima de motivación extraordinaria, es porque las cabezas suelen tener una motivación extraordinaria y esto se va compartiendo”. Tratando de crear un espacio validante, se convino que “todos los presentes estamos haciendo lo mejor que podemos hacer, pero queremos hacer más”.

Asimismo el capacitador sostuvo que “en los términos del Oráculo de Delfos, este conócete a ti mismo, primero tomate la pastilla vos, y si te sirve tenes la autoridad y la competencia propia para compartirla”.

Se mencionó las áreas en las que se divide la actividad cerebral, como tareas lógicas, metódicas, creativas o relacionales. De esta manera se puede dividir tareas, según quién se siente más cómodo en cada área, en la medida en que tengamos la flexibilidad para hacerlo.

Seguidamente se refirió al tema de estar centrado, o descentrado para realizar una tarea. Haciendo una analogía con el basquet, cuando sacan a un jugador momentáneamente al banco de suplentes para que después vuelva con más energía. Esta analogía debería aplicarse a otros ámbitos como el laboral, sostuvo Abraza.

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