Casi todos hemos experimentado con alguna Inteligencia Artificial Generativa (IAGen). Le hemos pedido a ChatGPT que redacte un correo, que resuma un texto largo o que nos dé ideas para un proyecto. Es una herramienta poderosa y accesible que se ha integrado a nuestra vida cotidiana con una velocidad asombrosa. Pero, ¿qué sucede cuando estas herramientas tan accesibles entran en un campo de altas consecuencias como el sistema de justicia?
Esta pregunta fue respondida por la Resolución 238/24...

