Mas allá de haber permitido la realización de una rueda de reconocimiento, con resultados negativos, sobre la persona imputada por el robo a una estación de servicios ubicada en Centenario e Irigoyen de Trelew, el Juez Adrián Barrios valoró los elementos acercados en la acusación por el Ministerio Público Fiscal, considerando su probabilidad de autoría y decidiendo la mantención de la prisión preventiva hasta la realización de la audiencia preliminar al juicio oral y público.   Néstor Fabián Riquelme, un jóven de 24 años, había solicitado la medida a través de su defensor público, Sergio Rey, el pasado 27 de julio. Una vez realizada la rueda, donde la víctima del hecho no pudo reconocer al sospechoso, se efectuó la audiencia de revisión de la medida de coerción, la que finalmente fue confirmada.   En primera instancia la Funcionaria de Fiscalía, Paula Valdebenito aludió a la medida llevada adelante momentos antes, indicando que el playero de la estación manifestó que los días transcurridos posteriores al hecho hacían imposible precisar tal conocimiento, a la vez de expresar que lo podía describir en tanto las ropas que usaba y quizás de acuerdo a su altura, ya que no acostumbra mirar los clientes a la cara. También destacó el posible cambio de fisonomía de Riquelme, desde el momento de su detención.   Luego, la Fiscal General, María Tolomei, resaltó el hecho que mas allá de la medida de reconocimiento, existen en la acusación fuertes elementos que incriminan a Riquelme, enumerando entre ellos a la vestimenta, la tarjeta de crédito utilizada para pagar un bidón de nafta, las llaves de la estación de servicio, un hacha utilizado para golpear al empleado y la misma tapa del recipiente mencionado. Todo esto fue secuestrado al momento de su aprehensión a pocas cuadras del lugar.   La Doctora Tolomei volvió a reafirmar los peligros procesales de fuga y entorpecimiento, recordando que el ahora acusado tiene declaración de rebeldía en cuatro causas y había sido detenido en el mes de marzo en la provincia de La Rioja, demostrando su resistencia para someterse a la Justicia. Por otro lado, destacó las características violentas del hecho endilgado y el arma utilizado, además de argumentar sobre el entorpecimiento, a partir de la existencia de al menos un prófugo y la necesidad que los testigos declaren sin influencias durante el probable juicio.        Mas adelante, el defensor enfatizó el resultado negativo de la medida pedida, intentando contrastar las justificaciones vertidas por la Fiscalía para que la víctima no accediera a reconocer a su defendido. Rechazó los riesgos procesales expuestos por el Ministerio Público Fiscal, ofreciendo la posibilidad de medidas sustitutivas, como firma del libro de ejecución y prohibición de acercamiento.    El magistrado evaluó las posiciones adoptadas por las partes, y si bien tuvo en cuenta lo negativo del reconocimiento de personas, sopesó los otros elementos mencionados por las representantes fiscales, que dan una probabilidad de autoría realmente cierta en la persona de Riquelme. Tras efectuar consideraciones acerca de cada uno de esos puntos, exponiendo sobre la existencia del peligro de fuga y entorpecimiento, resolvió la permanencia en prisión del jóven que ahora deberá esperar la audiencia preliminar.   Riquelme participó pesumiblemente el pasado 11 de julio, cerca de las 2,40 de lo que fue calificado como robo agravado por uso de arma, artículo 166, inciso 2do. del Código Penal, con una expectativa de pena de 5 a 15 años. Aquel día y en la hora indicada, junto a otra persona robaron en la estación de servicio, habiendo amenazado y golpeado con un hacha al empleado del lugar, para hacerse de aproximadamente 700 pesos, siendo aprehendidos cuando se percataron de lo que estaba ocurriendo agentes policiales en servicio,  quienes persiguieron a los intrusos, pudiendo alcanzar y detener en flagrancia a quien hoy ya tiene la acusación respectiva de parte del Ministerio Público Fiscal.