Otra maratónica jornada tuvo lugar hoy en el sexto piso de los Tribunales de Trelew, dando marco al Juicio Oral y Público donde se intenta dilucidar los hechos que terminaron con la vida del jóven Pablo Díaz, herido en la madrugada del 23 de enero de este año, y cuyo deceso ocurriera el 22 de febrero, como consecuencia de aquellas lesiones producidas por cerca de nueve puñaladas, asestadas a la salida de un boliche ubicado en Pasaje Tucumán, entre 25 de mayo y 9 de julio de esta ciudad.   El Tribunal integrado por el Doctor Adrián Barrios como presidente, teniendo como vocales a los Doctores Patricia Asaro y Sergio Piñeda, escuchó hoy desde las 11,20 y hasta las 17,30 los dichos de nueve testigos mas convocados por el Ministerio Público Fiscal, representado en la oportunidad por el Fiscal General, Doctor Fabián Moyano. LOS COMPAÑEROS    Los primeros testigos fueron los compañeros de Pablo Díaz que concurrieron con él aquella noche, y en la ocasión ratificaron lo expresado por otros deponentes, describiendo como se juntaron, donde fueron y la forma en que llegaron al local bailable, confirmando que Pablo durmió apoyado en la barra, y luego fue despertado, ante el horario de cierre, sorprendiéndose por la forma en que se desataron los hechos. Uno de ellos manifestó haberse retirado mas temprano, enterándose mas tarde de lo ocurrido. LA NOVIA DE CAYUNAO   Luego fue el turno de dos hermanas, Jéssica y Paola Abrigo, quienes fueron a bailar esa noche, la primera con amigas, mientras su hermana lo hizo acompañada por su madre, María Manquillán y el novio, justamente uno de los acusados, Pablo Cayunao, además de otras personas. Ambas admitieron haber mentido en declaraciones efectuadas durante la investigación en Fiscalía, debido a que no habían dado cuenta el grado de relación existente con el detenido.  La novia del involucrado reconoció haber mentido al manifestarse en el Ministerio Público y tampoco dijo nada al respecto durante la rueda de reconocimiento a la cuál fue citada, pero indicó que venía a decir la verdad en este juicio.    Según dijeron, habían mentido por sentir temor ante amenazas de amigos de la víctima, quienes las habrían encarado en el mismo boliche una semana después de los hechos. Paola indicó que al salir del local, estuvieron sentados observando como salía la gente, cuando se generó la batahola donde hirieron a Díaz, y fue allí donde Pablo Cayunao corrió hacia el tumulto con el fin de separar. LOS DATOS DE UN VECINO   Otra de las convocadas fue la madre de Ernesto Saavedra, imputado en primera instancia y luego sobreseído durante este proceso. La señora relató haberse enterado de algunos hechos el mismo sábado, por lo cuál obligó a su hijo a dirigirse a la comisaría para declarar. Al día siguiente, quedó detenido, imputado mediante la denuncia efectuada en la misma dependencia. Luego señaló que fue un vecino, a través de su yerno, quien le dijo que se quede tranquila, puesto que sabía quienes habían sido los autores del homicidio, mencionando entre ellos a “Toto Smit”, además de Cayunao y otras dos personas. “Yo no voy a salir de testigo, pero le voy a decir quienes fueron…”, comentó la señora acerca de las expresiones vertidas por el hombre.   También mencionó algunos detalles, como que su hijo fue buscado por amigos de Pablo Díaz, pero además confirmó que su hijo intentó dentro del boliche defender a su novia, en ese momento, y fue expulsado del lugar, para irse y retornar con un amigo a quien llaman “Pachano”. Cuando intentan reingresar al local, no son admitidos por lo que Saavedra decide alejarse solo. MENSAJES TELEFONICOS   Después fue el turno de la mujer de Saavedra, la que destacó que estaban separados en aquel momento, volviendo a convivir a partir de mayo de este año. Así y todo, el mismo marido le comentó lo sucedido, dando cuenta de la presencia de Pablo Cayunao en la casa de Saavedra, habiendo charlando sobre lo sucedido, precisando sobre los mensajes que por celular se intercambiaron durante febrero de este año, donde en uno de ellos dice: “…fue Toto Smit…”, presentándose en tal sentido las pericias realizadas sobre diferentes números telefónicos donde constan los respectivos envíos. LA PRESENCIA DE TOTO Y LAS AMENAZAS   El testimonio de un asistente esa noche generó la atención de los asistentes a la sala, ya que fue dando cuenta que estando en la pista de baile parados con un amigo, se acercó Carlos “Toto Smit” Molina, invitándolos a sumarse para confrontar con otro grupo y superarlos en número. Explicó que su amigo no razonó en un primer momento, pensando que hablaba de mujeres, pero el pudo darse cuenta que la invitación tenía que ver con un “bardo”, temiendo complicaciones.   Cuando se retiraban, junto a otras personas, pudo ver como Molina se incorporaba y retrocedía, caminando rápido o corriendo, mientras otro individuo quedaba tendido: “lo veo a “Toto Smit” incorporándose, caminando y corriendo para atrás y ahí puedo ver el cuerpo del flaco…”, expresó el deponente. Agregó que mucha gente se juntaba alrededor, y también creyó ver a dos personas esperando a Molina, que corría hacia donde estaban.    Manifestó que durante este tiempo no recibió amenazas en forma personal, pero el aviso le llegó con algunos gritos hacia su padre cuando circulaba en bicicleta o a través de su hermano, quien lo despertó un día diciéndole: “ me dijeron que si vas a declarar te van a meter un tiro en la espalda”, para afirmar que a partir de ese momento no pudo seguir durmiendo. Ante una consulta del Fiscal, dijo que si hubiera tenido opción, francamente no venía a deponer en este juicio, para evitar males mayores. “Es verdad, traté de desligarme de esto porque se lo que podría llegar a pasar, pero después me dijeron que pasaría si esto me hubiera pasado a mí, si nadie quiere hablar…”, concluyo el testigo. VISTE LO QUE PASO?   Mas tarde se escuchó en la sala de audiencias a un hombre que trabajaba como encargado de la limpieza de los baños, entre otras tareas. Si bien no participó en forma directa de los hechos, pudo relatar como una semana después de lo ocurrido ingresó al baño del boliche Pablo Cayunao, a quien reconoció, quien sentenció que ese era un boludo que lo había puesto él, en referencia a Pablo Díaz, detallando que haciendo ademanes de pelea, Cayunao le habría dicho: “viste lo que pasó el sábado?, bueno, eso le pasa por meterse con nosotros, fui yo, bah, no, fue mi hermano”, a lo que el trabajador respondió que con esas cosas no debía jugarse. Por otra parte dejó entrever que en el propio boliche se comentaba acerca de una equivocación respecto a la víctima elegida. CONTINUA EL LUNES   El Juicio Oral y Público continuará por decisión del Cuerpo Colegiado el próximo lunes a partir de las 10 con la posibilidad de extender esa jornada hasta las 14. Como defensores estan actuando el Doctor Carlos Pericich, de Carlos Molina y el Doctor José Orlando Romero, teniendo como cliente al otro acusado, Pablo Cayunao. Cada jornada es seguida con atención por una importante cantidad de asistentes, integrantes de la familia de Pablo Díaz y también de los acusados que permanecer en prisión preventiva mientras dure la Audiencia Pública.