Una tensa, larga y emotiva jornada tuvo lugar hoy en el marco del Juicio Oral y Público, donde se juzga la conducta de Mirta Irene Gil, acusada de homicidio calificado por el vínculo, con el testimonio de familiares y allegados a la pareja, entre ellos los hijos y hermanos tanto de quien se encuentra bajo arresto domiciliario, como de la víctima, José Luis Quiroga.   Las palabras del hijo mayor de Gil y Quiroga, cuando ya pasaba el mediodía, dejaron entrever las situaciones que derivaron en el traumático suceso: "mi viejo fue una excelente persona, pero falló como marido y así pasó lo de mamá...", expresó, para agregar luego que entendía el sentir de sus tíos, pero ellos nunca se enteraron de lo que pasaba: "somos una familia muy cerrada, lo hablábamos entre los hermanos y nunca salían las  cosas de ahí...", agregó.   El jóven hacía referencia a lo escuchado momentos antes en la sala de audiencias, cuando los tres hermanos de Quiroga, entre lágrimas, remarcaban las buenas relaciones existentes entre ellos, observando un buen vivir del matrimonio. A la víctima la describieron como una buena persona, compañero, consejero y buen trato, desconociendo lo que podria llegar a pasar puertas adentro en aquella familia.   Uno de los hermanos, sin embargo, recalcó que alguna vez él se tuvo que ir al campo para evitar romper con su señora, cuestión que no andaba bien en aquel momento, y contó cuando José Luis llegó una mañana a su casa indicando que la mujer le había querido dar corriente, en el sentido que lo habría querido electrocutar.   Pero los dos primero hijos manifestaron que todo andaba bien hasta llegado el fin de semana. Allí el padre salía y muchas veces no volvía hasta el lunes siguiente, refiriendo que casi siempre concurría a la casa de "Pepe", un primo, donde se comía, bebía y también había mujeres. Según el mismo involucrado, dueño de la casa, ratificando lo expuesto, precisó que a su casa iban mas de veinte mujeres.   Los tres refirieron a los golpes que propinaba la víctima, llegando en una de las ocasiones a pegarle una patada en el pecho, de tal manera que la dejó en cama durante casi quince días. La hija mujer, muy acongojada, llegó a contar que una vez  el padre echó a su mamá de la casa, no sabiendo donde ir, por lo que se llevó el colchón al patio y se acostó en ese lugar, pidiéndole la hija a su progenitor que le permitiera entrar, recibiendo como contestación: "dejala, si esa perra no se merece nada". Hacía frío, era invierno, y ya muy entrada la noche la pudo convencer para que ingrese escondida a su pieza, "y al otro día todo como si nada", relató.   La misma hija fue la que habló de agresiones llegándola a tomar del cuello, debiendo intervenir para que no pase a mayores. Los tres hijos coincidieron que en varias oportunidades la mujer intentó suicidarse, recordando aquella en la cuál se tiró al río y fue socorrida por su hijo mayor y el propio José Luis. Otras veces intentó cortarse las venas, situaciones que según dijeron se daban porque la señora se sentía maltratada y engañada.   Una de las referencias en este aspecto se dió cuando marcaban los mensajes de textos recibidos por Quiroga, que pudo leer su hija, pero también expusieron alguna ocasión en la cuál el hombre se mostraba con su cuñada, reclamo que le habría hecho su cónyuge. "Yo le decía que se separe, me dolía mucho cuando le pegaba, ella no se defendía y después lo perdonaba", aseveró la hija, quien también comentó cuando el padre había querido abusar por la fuerza de quien hoy esta acusada. Consideró el maltrato ejercido como una forma de vida, su madre le decía que algún día él iba a cambiar y lo amaba, además de no querer despegarse de sus hijos.   En medio de un profundo llanto señaló: "yo quiero que mi mamá este en libertad, únicamente la tengo a ella, demasiado encerrada estuvo y no lo hizo queriendo..."   En un tono reflexivo, el hijo mayor que no vivía ya en su casa paternal al momento de lo ocurrido fue rotundo cuando expresó que el alcohol hizo mucho daño, él engañaba a su vieja, le era muy infiel, la golpeaba y mucha gente no lo sabe. "Esto yo lo vi desde siempre, y mis tíos también lo vieron como era infiel", remarcó, para testificar que lo fue  a buscar a su viejo que estaba en compañía de una tía. "Yo lo quise mucho y lo voy a querer siempre, pero mi vieja es una rebuena persona y no se merece estar adentro", expresó en un momento.   Mas adelante, puso de manifiesto lo mucho que tuvo de incidencia el fallecimiento de una hermana de ocho años: "ahí se empezó a tirar abajo el viejo". Volviendo a la relación con sus tíos adujo: "ni ellos ni nosotros creíamos que iba a pasar esto, el final fue un accidente..."   Sobre el hecho propiamente dicho, de acuerdo a las manifestaciones escuchadas, la hija estaba en ese momento en casa de su novio o amigas, el hijo mayor en su vivienda y en el lugar se encontraban durmiendo el otro hijo y un primo al cuál consideran un hermano mas, debido a que está con ellos desde temprana edad. Una vecina dijo que fue este último quien llamó por una ventana cuando dormían ese 28 de marzo a hora temprana, y al ver las manchas de sangre en sus ropas llamaron a la policía y ambulancia.   Una vez que el pequeño estuvo mas tranquilo lo habría consultado sobre lo sucedido, indicando: "mi mamá encontró un mensaje en el celular de papá y le pegó", dijo la testigo.   El hijo menor dormía, según sus dichos, y empezó a escuchar gritos, pero para cuando se levantó ya había pasado todo, vió a su padre tirado que no despertaba, pidiendo que llamen a la ambulancia, mientras en el lugar estaba su tío y su hermano menor.   El Tribunal está integrado por los Jueces Darío Arguiano, Sergio Piñeda y Adrián Barrios, la defensa es ejercida por el Doctor Sergio Rey y el Ministerio Público Fiscal está representado por la Fiscal General Jefe Mirta Moreno. Los magistrados comunicaron que la audiencia continuará el próximo viernes a las 9 hs., cuando además de la presentación de prueba, se dará lugar a los alegatos de las partes.