Una extensa audiencia de control tuvo lugar el último viernes en horas de la tarde, donde se revisó la situación de Antonio Muñoz, de 33 años, imputado de ser el presunto autor de la muerte de Miguel Cayumán, ocurrida en la madrugada del 7 de julio, en su vivienda ubicada en el Barrio Sarmiento de Trelew.   El Ministerio Público Fiscal, representado por la Fiscal General María Tolomei expuso que el día 6 de julio, en el lugar de referencia se reunió un grupo de unas siete personas, entre ellas dos mujeres, con el fin de ver el partido Argentina-Colombia. Una vez finalizado el encuentro deportivo, se fueron retirando de la casa de a uno, quedando el dueño de casa, Cayumán, con Antonio Muñoz, apodado "Tono".   Probablemente este último tenía consigo un arma, y sabiendo lo que hacía, habría disparado impactando el proyectil en la pierna derecha de Cayumán, provocando una seria lesión en la arteria femoral, que derivó en una hemorragia que le ocasionó su deceso. La Doctora Tolomei explicó que existian elementos para tener en cuenta la materialidad y autoría del imputado, agregándose los peligros de fuga y entorpecimiento.   En ese sentido, dijo que el acta policial daba cuenta del testimonio de quien halló el panorama desolador en la casa, cuando se apersonó en la mañana del 7 de julio, cerca de las 9,20, encontrando en un principio un par de anteojos, una gorra y un teléfono celular desarmado, que luego entregó a la policía, a la que dió aviso de inmediato, cuando al ingresar se encontró con el cuerpo sin vida y manchas de sangre en diversos lugares. El personal de la fuerza pública acudió y verificó todo esto, además de observar una vaina de un calibre 22, botellas de bebidas alcohólicas y hasta el televisor encendido, además de otro teléfono, perteneciente a la víctima y rastros de zapatillas sobre las manchas hemáticas.   De los testimonios tomados a las restantes cinco personas que estuvieron aquella noche, surgen circunstancias de la reunión, coincidiendo que estuvieron bebiendo hasta luego del partido y que el último en permanecer en el lugar junto al propietario fue Muñoz, aunque reconocieron que éste, oriundo de El Bolsón, cuando venía a Trelew se quedaba en la casa de Cayumán.   Ante estos dichos, se intenta ubicar a Muñoz en casa de su padre, pero éste indica a la policía que no tiene buena relación y hace tiempo no tienen relación. Sin embargo en horas posteriores, es el mismo buscado quien atiende el llamado telefónico en la propia casa de su padre, siendo luego detenido. Cuando era llevado refirió a la policía señalando que le habían pegado un tiro a su amigo, aunque cuando se enteró de su muerte, mostró signos de nerviosismo según detalla el informe de la policía.   En la audiencia se trajo a colación el testimonio de otra persona señalando haberse encontrado con el imputado en la estación de servicio ubicada en Entre Ríos y Edison. Muñoz le habría solicitado llevarlo a casa de su hermano en barrio Amaya y en el trayecto comentó haber sido asaltado por varias personas, trenzándose en una pelea, pero logrando robarle el celular.   Enumerando los elementos colectados hasta el momento, la Fiscalía indicó que fue la última persona en contacto con la víctima, según los testimonios, que también lo sindican viviendo con él, aunque sorpresivamente aparece en casa de su padre, luego de lo manifestado por éste último a los agentes policiales, contrariando la relación con su hijo. Por otra parte se llevan adelante diversas medidas, tratando de reafirmar esta hipótesis, aunque no pudo encontrarse el arma, ropa y calzado, mas allá de tres allanamientos realizados.   La defensa, ejercida por María Angélica Gómez Lozano habló de una declaración hecha por la cuñada de Muñoz, quien manifestó que el imputado llegó a las 2,30 hs. y le contó haber dejado la casa de Cayumán, debido a que habría llegado un tal Carlos, quien sacó un arma y produjo disparos. Este señor se habría apersonado luego en varias oportunidades a su casa buscando a "Tono", en una de ellas acompañada por un sobrino del mismo Muñoz.   De todas maneras, basó su declaración en lo que le habría dicho el mismo encartado, y según la defensora no se habló de disparos, sino de un disparo hacia su persona cuando se alejaba del lugar.   De acuerdo a todo lo escuchado durante la audiencia, el Juez, Adrián Barrios, luego de diversas consideraciones entendió que existen inconsistencias que merecen ser observadas por el órgano investigador, con el fin de buscar confirmación de los hechos.  Por ejemplo, la cuñada declara lo que le dijo Muñoz, pero existen contradicciones respeto a los posibles disparos.   Esto a su vez se contradice con lo que el mismo imputado contó a quien lo llevó desde la estación de servicio, cerca de las dos de la mañana, cuestión que puede ser corroborada por uno de los empleados del lugar, que pudo ver cuando subía al vehículo. Por otra parte, quienes compartieron esa noche, si bien no vieron efectuar el disparo, si pueden atestiguar que Muñoz fue el último que estuvo con la víctima. El magistrado expresó que la falta de claridad, producto de las contradicciones, termina por dar cuenta que existe algún grado de probabilidad de autoría de quien fue traído a control.   Asimismo, consideró excesivo el plazo de veinte días pedido por el Ministerio Público Fiscal para la prisión preventiva, la cuál determinó en cinco días, fijando el miércoles 13 de julio para que se revisen cada uno de los presupuestos, disponiendo la apertura de investigación por homicidio simple, quedando a cargo el caso del Fiscal General Arnaldo Maza. Por otro lado resolvió autorizar la requisa y el secuestro de un sueter que vestía y presumiblemente llevaba aquella noche el por ahora detenido.   Mientras se espera el momento de la próxima audiencia se efectúan diversas medidas tendientes a esclarecer lo sucedido en la madrugada del 7 de julio, que culminó con la muerte de Miguel Cayumán.