La mañana del viernes se desarrolló en sede de los tribunales del barrio Roca la cuarta jornada del juicio por el hecho acontecido el pasado 26 de abril de 2011 que tiene como imputado a Walter Castro y como víctima a Jorge Soria. En la fecha se escucharon los alegatos finales de las partes en el cual el acusador público solicitó de lo declare a Castro penalmente responsable del delito de homicidio agravado; en tanto que la defensa solicitó su absolución por el beneficio de la duda.

El tribunal de juicio fue integrado por Raquel Tassello, presidenta, Mariano Nicosia y Alejandro Soñis; Adrián Cabral, fiscal general, representó al Ministerio Público Fiscal; en tanto que la defensa fue ejercida por Guillermo Iglesias, abogado particular.

En un primer momento el defensor presentó como prueba documental un legajo de investigación en donde se denuncia por parte de la madre del imputado agresiones con piedras y disparos de arma contra su negocio, almacén Fana.

Cabral sostuvo en su alegato que ha quedado probado a lo largo del debate la autoría y materialidad del hecho en cabeza de Castro. Fernando Cárcamo, testigo presencial del hecho fue categórico al señalar a Castro como el autor del disparo que termina con la vida de Soria. Otro testigo de apellido Manquecheo traslada a la víctima hasta el hospital y lo escucha decir “el feo me la puso” por el sobrenombre del imputado. Dos personas relatan que aquel día pasan por la casa de uno de ellos, frente al comercio de la madre de Castro, y este empieza a insultar a Soria. Luego el imputado se introduce al domicilio. De allí pasan a otra casa una cuadra hacia abajo, y otro testigo dice ver bajar al imputado “con un fierro en la mano” que baja por calle Los Álamos. Escucha un disparo y ve a Soria en el piso. Luego se levanta, sube al auto, pero no logra conducirlo y piden ayuda para trasladarlo al hospital. Los testigos son coincidentes en la mecánica del hecho. Ese día el imputado le muestra el revolver y dos chalecos antibala a un hermano de Soria y le comenta que iba a matar a su hermano Rubilar y a Soria, aunque Jorge Cárcamo no le creyó. Se refirió el fiscal a un incidente previo entre víctima y victimario ya que Castro le habría mostrado un arma al hijo menor de aquel. Una sola persona disparó el arma y fu Walter Castro, tuvo la voluntad de disparar y sabía cual podía ser la consecuencia de su utilización contra una persona, enfatizó el fiscal.

En contraposición el defensor solicitó la absolución de Castro por el beneficio de la duda y subsidiariamente se lo declare responsable de homicidio culposo, y en caso de ser considerado el homicidio, sin el agravante de arma de fuego. Sostuvo que el fiscal no pudo probar la autoría y que “hubo numerables deficiencias en la investigación”. Consideró un exabrupto que Castro hubiera querido matar a su hermano. La duda impide la condena y desemboca en la absolución, concluyó.

Finalmente, luego de un cuarto intermedio, el tribunal resolvió por mayoría declarar penalmente responsable a Walter Castro del homicidio simple de Jorge Soria; decretando la prisión preventiva del imputado hasta que la sentencia quede firme con base en el peligro de fuga del mismo. El miércoles se realizará la audiencia de cesura o imposición de pena.

 

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