Juicio oral y público por tenencia ilegal de arma de guerra
Así lo resolvió el juez penal, por solicitud del fiscal, luego de realizado el debate la semana pasada en sede de los tribunales penales ordinarios del barrio Roca. Ello en base al hecho acontecido el pasado 7 de abril de 2013 que tiene como condenado a Ricardo Daniel Chicahuala.
El acto fue presidido por Hugo Juárez, juez penal; por el Ministerio Público Fiscal se hizo presente Juan Carlos Caperochipi, fiscal general; en tanto que la defensa de Chicahuala estuvo a cargo de Fabio Cambarieri, defensor particular del mismo.
El suceso ventilado en debate aconteció el día 7 de abril de 2013, siendo aproximadamente a las 10:50 hs., cuando personal policial es alertado, vía radial por parte del personal del Centro Monitoreo Urbano, que sobre calle La Pinta a la altura aproximada del 3100 del Barrio La Floresta, una persona estaría portando un arma de fuego. Constituidos en el lugar tres móviles de la Seccional Séptima, que se encontraban en las inmediaciones del lugar, interceptaron el rodado VW Gol.
En tales circunstancias, previo a solicitar el descenso, se identificó a los ocupantes del rodado, siendo estos, el conductor Ricardo Daniel Chicahuala y un acompañante. Posteriormente, desde el exterior del rodado que se encontraba con sus puertas abiertas, se constató en el interior del habitáculo, a simple vista, sobre el piso, debajo del asiento delantero derecho, la existencia de un arma de fuego tipo escopeta de caño recortado, marca "Alcon" calibre 16 sin cartuchos en su interior, sin contar los imputados con la debida autorización legal para detentar dicho armamento. Calificando el hecho en contra de Chicahuala como tenencia ilegítima de arma de guerra.
Luego de producida la prueba en el debate el juez resolvió declarar penalmente responsable a Chicahuala por el hecho, condenándolo a la pena de dos años de prisión efectivos y multa en favor de la Administración Pública. Cabe destacar que el imputado permanecerá con arresto domiciliario hasta que la sentencia quede firme, es decir diez días después de su lectura integral, momento en el cual pasará a cumplir la sentencia impuesta.
