En la mañana del lunes se desarrolló en sede de los tribunales peales ordinarios del barrio Roca la primera jornada de debate oral y público en referencia a hechos acontecidos entre febrero y marzo del año 2012 que tiene como imputado a Walter Álvarez y como víctima a la titular del Juzgado de Familia N° 2 de nuestra ciudad, Diana Kazakevich. En la fecha depusieron seis testigos en tanto que para mañana se espera concluir con las declaraciones, la incorporación de la documental y los alegatos.

El tribunal unipersonal fue integrado por Alejandro Soñis, juez penal; por el Ministerio Público Fiscal asistió Juan Carlos Caperochipi, fiscal general; en tanto que la defensa del imputado fue ejercida por Ricardo Amado, adjunto de la Defensa Pública.

En su teoría del caso el fiscal adujo que va a acreditar a lo largo del debate la materialidad y autoría de los cinco hechos por parte de Álvarez. El primer evento acontece el pasado 14 de febrero de 2012, cuando el imputado se hizo presente en el Juzgado de Familia y mediante la utilización de un aerosol escribe en una de sus paredes “Kazakevich asesina”. Es observado por personal policial de seguridad que lo demora y traslada a la Seccional Primera. Calificando el hecho como daño en calidad de autor para Álvarez. El mismo día el imputado se acerca al domicilio particular de la jueza de familia y efectúa leyendas con pinturas ofensivas, calificando éste segundo hecho como “daño”. Dos semanas después Álvarez efectúa un llamado telefónico al juzgado de familia y profiere amenazas a la magistrada. El 5 de marzo de 2012 Álvarez también produce daños en el Juzgado antes mencionado escribiendo “corruptos”, “represores”, y finalmente el 13 de marzo se comunicó telefónicamente con el estudio jurídico del esposo de la jueza profiriendo amenazas.

Por su parte la defensa expresó “que este caso nunca debió traerse a juicio y mucho menos llegar  a esta instancia”. No hay elementos con grado de certeza para atribuir a mi defendido los hechos, sostuvo.

Por su parte Álvarez accedió a declarar libremente y sostuvo que “se lo demoniza, y que sufre persecución por parte de la Dra. Kazakevich”. Parece el tribunal de la Santa Inquisición. Me cercenaron todos mis derechos, hace cuatro años que no veo a mis hijos”. Habló de “inobservancia de la ley” por parte de la jueza de familia a quién dijo haber denunciado ante el Consejo de la Magistratura. También argumentó que no tiene antecedentes penales; y asimismo al “maquiavelismo de los funcionarios juzgadores”. Concluyendo en que “no hay amenazas sino un reclamo social”.

Seguidamente se escuchó la palabra de la víctima, titular del Juzgado de Familia N° 2 de nuestra ciudad, quién recordó haber tramitado por el mismo causas con cautelares y denuncia por violencia familiar, por la denunciante su pareja. Recordó haberle dado intervención a Defensoría de menores y haber establecido medidas de protección para niños. También dictó prohibición de acercamiento, cuando comienzan a aparecer pinturas de aerosol en el juzgado. También en su domicilio particular y en el estudio de su esposo. Recordó que le fue asignada una custodia policial y que se excusó en las causas que tramitaba el imputado. Reconoció que la situación la “afectó mucho” y que había “amenazas vedadas” en la terminología de las pintadas.

Para la jornada de mañana martes se espera continuar con la recepción de la prueba testimonial del caso, la incorporación de la prueba documental y seguramente los alegatos finales de las partes.