En una audiencia de suspensión de juicio a prueba, la víctima y los dos acusados de incendiar un automóvil arribaron a un acuerdo. Con esta solución alternativa al conflicto, la causa se resolvió en sólo tres días y los jóvenes permanecerán bajo "control judicial" por 18 meses

En una audiencia realizada ayer en horas de la tarde, se arribó a un acuerdo en la causa iniciada el pasado 20 de octubre a raíz del incendio intencional de un automóvil en uno de los playones de estacionamiento del Barrio Roca. El caso, asentado en la Oficina de Respuestas Rápidas del Ministerio Público Fiscal arribó a la audiencia con la presencia de los menores inculpados, sus padres y la víctima. El Juez de Garantías que entiende la causa resolvió suspender el juicio a prueba por dieciocho meses en favor de los dos menores de edad, bajo la condición de que los mismos no cometan nuevos delitos, fijen domicilio y se abstengan de ingerir bebidas alcohólicas y estupefacientes. Asimismo, los jóvenes se comprometieron a continuar con su escolaridad y a no relacionarse en forma violenta o incorrecta con la victima. Respecto la reparación económica del daño causado, las partes acordaron el pago en cuotas de un monto de dinero. Los menores, ambos de 17 años de edad, fueron aprehendidos durante la madrugada del domingo 20 de octubre, luego que un vecino que los observó mientras incendiaban un automóvil Peugeot 504 en uno de los playones del barrio entre las entradas 3 y 4 diera aviso a la policía. En la persecución los adolescentes -uno de los cuales portaba una navaja-, atentaron contra un efectivo que resultó con lesiones leves. Una vez concretada la audiencia de control de detención de los dos sujetos, uno de ellos fue alojado en el Centro de Orientación Socio Educativo (COSE) y el otro permaneció en arresto domiciliario.

SUSPENSIÓN DE JUICIO A PRUEBA

La “probation” o suspensión de juicio a prueba con la que se ven beneficiados los dos menores, es un método de tratamiento que la justicia impone a quienes han cometido infracciones con penas leves y surge de la necesidad de la humanización del proceso penal. En el curso de su aplicación, la persona sometida a “probation” continúa viviendo en el seno de su familia y su comunidad respetando siempre las condiciones prescritas por el juez. Dicho instituto se caracteriza por el tratamiento de reeducación e implica la supervisión y el seguimiento de las conductas del beneficiado para procurar su rehabilitación e impedir futuras reincidencias.