Convocado por la Vice Jefa comunal, Susana Rayel, se realizó un taller sobre Violencia de Género, coordinado por la fiscal María Bottini, las profesionales del SAVD, Margarita Rodgers y Romina Percivale, y el Área de Comunicación Institucional de Fiscalía Esquel. Participaron referentes de cada una de las Instituciones locales, se analizaron las dificultades comunes a las mujeres que sufren violencia de género en la zona, los recursos institucionales disponibles y las respuestas deseables. Rayel manifestó su interés en continuar el trabajo para fortalecer una red de recursos locales.
La respuesta a la convocatoria superó las expectativas de los organizadores. Asistieron participantes del área de salud, justicia de paz, educación, comuna, gobierno, iglesias y seguridad. Por su ubicación geográfica y la distribución de su población, los habitantes del departamento Cushamen se encuentran limitados para acceder a instituciones y recursos que tienen sede en Esquel, y no siempre las situaciones de violencia de género encuentran las vías adecuadas para canalizar y sostener la denuncia.
El primer tramo del encuentro sirvió para conocer las particularidades de la realidad local, responder a las inquietudes y dudas de los asistentes, brindar información básica sobre la dinámica de la violencia de género, la importancia de la denuncia, la necesidad de contar con personas sensibilizadas que estén dispuestas a escuchar, asesorar y acompañar a las víctimas.
Luego el trabajo en grupos llevó a la reflexión y a establecer cuáles son los lugares a los cuales se debe acudir para formular una denuncia. Bottini explicó que todos los funcionarios públicos tienen el deber de activar los mecanismos de la denuncia cuando toman conocimiento de una situación de violencia de género. Añadió que la policía siempre debe tomar la denuncia, en el momento en que la víctima quiera formularla y que es fundamental que ese acto no sufra demoras. La denuncia permite activar los mecanismos para la solicitud de medidas de protección cuando estas son necesarias y de este modo preservar a la víctima.
Los asistentes plantearon la necesidad de optimizar recursos existentes para disponer de un lugar que funcione como refugio para las mujeres hasta que obtengan las medidas de protección; generar un espacio para asesorar a las víctimas de violencia de género y articular el trabajo de los distintos operadores para facilitar el tránsito por el proceso judicial, no solo de las mujeres que viven en el casco urbano sino también las que residen en zona rural.
