Julio Huentecoy, contrariado porque su vehículo fue objeto de un acta de infracción y el retiro de la vía pública, el día 13 de agosto, cerca de las 8 de la mañana se llegó hasta las dependencias de la seccional primera de policía de Trelew, sita en calle San Martín, entre Pellegrini y A. P. Bell, pidiendo explicaciones en relación al mencionado secuestro, que se había producido a las 6,15 de ese mismo día aproximadamente. LOS HECHOS   Así relató la Fiscal General Jefe, Mirta Moreno, en la audiencia de control realizada este domingo a las 13, donde estuvo acompañada por la Funcionaria de Fiscalía Mónica Carlassare. Siguió expresando que el imputado, con inequívoco propósito de impedir el libre ejercicio de la autoridad, y en venganza de las determinaciones adoptadas con relación al secuestro de su vehículo por parte del personal policial, portando en su mano derecha un bidón de plástico conteniendo combustible inflamable sin la tapa, se dirigió de manera directa a los empleados de la guardia de prevención que se hallaban trabajando, a quienes les requirió: "quien es el oficial que me secuestró el auto, quiero hablar con él"   Recibiendo la respuesta que no se encontraba en el lugar, el imputado, que vestía un mameluco color azul, ingresó a la oficina de la guardia policial encontrándose con el cabo Mauricio González, a quien le manifiesta: "vos me secuestraste el auto hijo de puta, te voy a prender fuego...", tras lo cuál, sabiendo lo que hacía y queriendo el resultado propuesto, esto es causar la muerte del empleado policial, conociendo el alto poder vulnerante del elemento que portaba en sus manos, descargó el líquido combustible inflamable que llevaba sobre los policías y en el resto de la reducida dependencia, al tiempo que extraía de entre sus ropas un encendedor de color verde, marca Candela, con el cuál pretendía provocar el encendido del líquido inflamable que había arrojado.   Esta intención, comentó la Doctora Moreno, fue advertida por el cabo González, quien le dice:  "no, no, pará, que hacés...", tratando de evitar el accionar del sujeto, comenzando en ese momento un forcejeo, al que se sumó el empleado policial Calfulef, y posteriormente Curín, quien advertido de la situación se acerca al lugar. No obstante ello, el sindicado logra encender el elemento igneo y dar fuego al líquido inflamable que se hallaba derramado en el lugar, en el piso, en las paredes y en las prendas de vestir del policía González.   La representante del Ministerio Público Fiscal señaló que luego, envuelto en llamas el cabo González, corrió hacia el exterior de la dependencia pidiendo auxilio y que le apagaran el fuego, ante lo cuál Calfulef, desistió de continuar con la detención del imputado, corriendo en auxilio de su compañero hacia el exterior de la dependencia, arrojándosele encima y tapándolo con una campera para apagarle el fuego. El grave infortunio que sufría el empleado policial González, que determinó el socorro por parte de su compañero Calfulef, fue aprovechado por Huentecoy, quien a la par que se despojaba de sus prendas de vestir, el mameluco azul, fue fiel observador del momento en que la víctima se estaba quemando, y aún así la situación le fue indiferente, aprovechando ese momento para huir del lugar en dirección al Pasaje San Juan, donde posteriormente fuera detenido por otros uniformados que alertados de la situación se hicieron presentes en el lugar. LESIONES GRAVES   Producto del accionar del agresor, el cabo Mauricio González sufrió quemaduras indicadas como del tipo AB, en un total del 25 por ciento de su cuerpo, distribuidas en la región toráxica dorsal y en la dorsal de los muslos, heridas que motivaron su internación en terapia intensiva del Hospital Zonal calificadas como de carácter grave.   También sufrieron diversas lesiones el agente David Curín y la empleada policial Blanca Guzmán, siendo en ambos casos consideradas como leves.      LA CALIFICACION DEL DELITO   La Doctora Moreno argumentó el peligro de fuga, teniendo en cuenta la expectativa de pena, la que no sería condicional, como así también los daños producidos y la actitud del imputado, solicitando la prisión preventiva por el término de quince días. Refirió en tal sentido, a las actuaciones policiales donde se da cuenta de las alternativas vividas, y los elementos encontrados, como el mameluco que en su interior tenía el acta de infracción, además del encendedor utilizado, entre otras cosas.   El delito fue calificado por el Ministerio Público Fiscal como homicidio calificado por haber sido cometido contra miembro de la fuerza policial, en grado de tentativa en concurso real con daño agravado, en carácter de autor, artículo 80, inciso 8, art. 42 y 184 inciso 1 del Código Penal.   Sin embargo, en su resolución, la Jueza Patricia Asaro indicó que fue una sola conducta la que produjo el daño agravado a las dependencias y el daño a las personas, prefiriendo caratular la causa como homicidio calificado en grado de tentativa, , esto es en el marco del artículo 80, inciso 8 y artículo 42 del mencionado Código, considerando que no existe concurso real del daño agravado sino ideal. DEFENSA   La defensa, ejercida por el Doctor Lisandro Benítez se había opuesto a lo expresado por la Fiscalía, pidiendo la libertad de su cliente, dando a entender que no existía el peligro de fuga, ya que Huentecoy vive en Trelew, trabaja y no tiene antecedentes penales, aludiendo a la vez que se vió afectado por algunas lesiones producto del fuego. Por otra parte propuso la posibilidad de medidas sustitutivas y prohibición de acercamiento a la seccional policial y su personal. PRISION PREVENTIVA   La Doctora Asaro rechazó tal posibilidad, valorando el pormenorizado relato del Ministerio Público Fiscal, con los elementos que lo respaldan, consideró el peligro de fuga de acuerdo a los artículos 220, que refiere a la probabilidad de autoría y el 221, incisos 2 y 3, del Código de Procedimiento Penal, y decidió la prisión preventiva de Julio Huentecoy hasta el día 29 de agosto, en que será revisada su situación, imponiendo la apertura de investigación por los plazos legales.