El Tribunal de Enjuiciamiento integrado por los Jueces, José Alberto García, presidente, Alejandro Defranco y Sergio Piñeda, vocales, resolvió imponer a Sandro Ramírez la pena de nueve años de prisión efectiva, luego de encontrarlo culpable por el delito de homicidio simple, en el marco de los arts. 45 y 79 del Código Penal, en perjuicio de Mario Alberto Giménez.
El hecho ocurrió en Dolavon en la madrugada del 22 de mayo de 2010, y la materialidad así como la autoría quedó comprobada durante el Juicio Oral y Público llevado adelante durante varios días en sala de audiencia de los Tribunales de Trelew.
En un extenso pronunciamiento de unas 39 carillas, los integrantes del Cuerpo Colegiado dan a conocer los fundamentos que justifican tanto el veredicto de culpabilidad, como la pena escogida, reafirmando lo investigado por el Ministerio Público Fiscal, a través del Fiscal General, Fabián Moyano. En ese sentido, dieron verosimilitud a los dichos del principal testigo convocado, dando detalles de los elementos tenidos en cuenta para esta postura, a la vez que desacreditan la estrategia defensiva, que llegó inclusive a postular la culpabilidad de otro integrante de la familia Ramírez que había fallecido hace un tiempo en la provincia de Santa Cruz.
Destacó el Tribunal el respaldo a las afirmaciones antedichas que significan las deposiciones efectuadas por otros testigos, que coincidieron en lo sucedido aquella madrugada, sumándose la declaración de un testigo de identidad reservada.
Sandro Ramírez, defendido durante el Juicio por el Doctor Gustavo Latorre, le asestó una puñalada a Giménez con un cuchillo que no fue hallado, y para la sentencia se tuvo en cuenta tanto este agravante, como algunas situaciones que ayudaron a atenuar la pena, como por ejemplo no poseer antecedentes. De esta manera, la comunicación de la resolución a las partes fija los nueve años de prisión de cumplimiento efectivo, dentro del marco impuesto para un delito de esta naturaleza.
El Tribunal de Enjuiciamiento integrado por los Jueces, José Alberto García, presidente, Alejandro Defranco y Sergio Piñeda, vocales, resolvió imponer a Sandro Ramírez la pena de nueve años de prisión efectiva, luego de encontrarlo culpable por el delito de homicidio simple, en el marco de los arts. 45 y 79 del Código Penal, en perjuicio de Mario Alberto Giménez.
El hecho ocurrió en Dolavon en la madrugada del 22 de mayo de 2010, y la materialidad así como la autoría quedó comprobada durante el Juicio Oral y Público llevado adelante durante varios días en sala de audiencia de los Tribunales de Trelew.
En un extenso pronunciamiento de unas 39 carillas, los integrantes del Cuerpo Colegiado dan a conocer los fundamentos que justifican tanto el veredicto de culpabilidad, como la pena escogida, reafirmando lo investigado por el Ministerio Público Fiscal, a través del Fiscal General, Fabián Moyano. En ese sentido, dieron verosimilitud a los dichos del principal testigo convocado, dando detalles de los elementos tenidos en cuenta para esta postura, a la vez que desacreditan la estrategia defensiva, que llegó inclusive a postular la culpabilidad de otro integrante de la familia Ramírez que había fallecido hace un tiempo en la provincia de Santa Cruz.
Destacó el Tribunal el respaldo a las afirmaciones antedichas que significan las deposiciones efectuadas por otros testigos, que coincidieron en lo sucedido aquella madrugada, sumándose la declaración de un testigo de identidad reservada.
Sandro Ramírez, defendido durante el Juicio por el Doctor Gustavo Latorre, le asestó una puñalada a Giménez con un cuchillo que no fue hallado, y para la sentencia se tuvo en cuenta tanto este agravante, como algunas situaciones que ayudaron a atenuar la pena, como por ejemplo no poseer antecedentes. De esta manera, la comunicación de la resolución a las partes fija los nueve años de prisión de cumplimiento efectivo, dentro del marco impuesto para un delito de esta naturaleza. 
