Mauro Andrés Aguilar, un policía de 28 años, que cumple funciones como oficial ayudante en la subcomisaría del barrio Inta de Trelew, jurisdicción de la seccional tercera, deberá permanecer en prisión preventiva, luego de realizada la audiencia de control respectiva, el sábado 17 del corriente, imputado por homicidio, dos hechos, en grado de tentativa, según los artículos 42, 45, 55 y 79 del Código Penal.

  El Fiscal General, Arnaldo Maza, relató que el 9 de diciembre, el nombrado irrumpió en un domicilio de la calle Posadas Norte al 400, donde se encontraban reunidas varias personas, y con la pistola reglamentaria 9 mm efectuó varios disparos contra la humanidad de los hermanos Martin, a pesar que su ex pareja y un familiar intentaran disuadirlo de su accionar.

  Los proyectiles impactaron en la zona de la cadera de Marcelo Martin, y otros tres en distintas zonas del cuerpo de su hermano César, produciendo serias heridas. Posteriormente, la mujer reacciona y logra forcejear, arrebatándole la pistola que tira arriba del techo, pero el agresor va tras su arma, y haciéndose nuevamente de ella se descerraja un tiro en su brazo izquierdo.

  Esta herida lo mantuvo internado, aunque detenido, en el Hospital Zonal de Trelew, y de allí fue trasladado a una clínica privada donde se le practicó una intervención quirúrgica. El viernes pasado fue dado de alta, pudiéndose desarrollar la correspondiente audiencia de control.

  El Ministerio Público Fiscal adujo que de acuerdo al art. 220 del Código Procesal Penal estaba comprobada la autoría con un alto grado de probabilidad, tomando en cuenta los testimonios de policías actuantes y familiares de las víctimas presentes en el lugar. También, por los artículos 221 y 222 del mismo Código, se daban los presupuestos de fuga y entorpecimiento, debido a la pena expectable y la posibilidad de influencia sobre testigos, sumándose al carácter de funcionario público del imputado y a las características de un hecho considerado grave.

  La defensa, ejercida por Lisandro Benitez, no se opuso al hecho relatado y a la calificación esgrimida, aunque no coincidió con la medida de coerción solicitada por el Fiscal, expresando que la situación podría neutralizarse con un arresto domiciliario, ofreciendo la vivienda de su cliente, alejada del lugar donde ocurrió el suceso.

  Luego de oídas las partes, el Juez, Alejandro Defranco manifestó que resulta altamente probable la existencia del hecho, calificándolo como realmente grave. Agregó que no puede soslayarse que un policía con su arma reglamentaria arremete contra dos personas, existiendo entonces la posibilidad que pueda actuar de la misma manera contra cualquier probable testigo. A la vez, descartó el arresto domiciliario, explicando entre otras cosas que el imputado además arremetió contra su propia humanidad, debiendo permanecer vigilado para evitar situaciones similares.

  En consecuencia, el magistrado impuso al efectivo policial de prisión preventiva por el término de cuarenta y cinco días, dando lugar a la apertura de investigación por los plazos legales previstos en las normas vigentes.