El domingo al mediodía, a raíz de una situación de violencia familiar, personal policial ingresó a un domicilio para evitar que la agresión pasara a mayores. Un joven de 25 años amenazaba de muerte a su pareja. Cuando intervino la policía, golpeó a un cabo 1ro, lesionándolo e inmediatamente fue detenido y trasladado a la comisaría. El lunes se realizó la audiencia de control de la detención y apertura de la investigación. El imputado recuperó la libertad, fijó domicilio en otra vivienda y se le impuso una prohibición de acercamiento y contacto con la víctima mientras avanza el proceso.

Eran las 12:25 hs. del domingo cuando se suscitó un conflicto de violencia familiar en una vivienda de Esquel. El agresor gritaba a su pareja insultándola y amenazándola con pegarle y matarla. La joven, asustada, llamó a la policía. Cuando llegó el personal policial escuchó desde la puerta los gritos de pedido de auxilio de la mujer y la voz de un hombre gritando “te voy a cagar matando”. Frente a la urgencia del caso y evaluando el riesgo que presentaba, los policías ingresaron al domicilio observando gran desorden en el lugar. La mujer, temerosa, lloraba y evidenciaba un estado de shock. Para resguardar su integridad física y la de una niña pequeña, le indicaron al imputado que se retire de la vivienda. El sujeto reaccionó agresivamente dando un golpe de puño al brazo derecho de uno de los uniformados y ocasionándole lesiones leves. Frente a esta reacción, la policía lo aprehendió.

Los hechos fueron calificados como amenazas, lesiones leves y resistencia a la autoridad.

La detención fue declarada legal, se formalizó la investigación y se dispuso una prohibición de acercamiento y contacto del imputado respecto de su pareja, si incumple incurrirá en el delito de desobediencia e implicará la apertura de otro proceso judicial y el agravamiento de las medidas de coerción.