En una audiencia de revisión, complementaria de la ya realizada con los otros detenidos, Diego "poca pila" Huenelaf deberá permanecer en prisión preventiva, al menos por tres meses mas, de acuerdo a lo resuelto por la Jueza Ivana González, tras la exposición realizada por las partes y escuchar al propio imputado, quien reconoció haber padecido agresiones y sentirse amenazado por algunos de los involucrados en la misma causa.
Imputación Fiscal
El Ministerio Público Fiscal, representado por los fiscales generales Mirta Moreno y César Zaratiegui, acompañados por el funcionario de fiscalía Lucas Koltscht, renovó la argumentación esgrimida en diversas audiencias sobre este tema. Zaratiegui puso énfasis en la probabilidad de autoría, a partir de los elementos colectados, principalmente las escuchas donde se identifica claramente el accionar de Huenelaf.
A su vez, remarcaron desde la fiscalía los riesgos procesales de fuga y entorpecimiento, recordando aquellas llamadas donde el comportamiento del imputado refleja un grado de violencia y peligrosidad evidenciado en un plan para tratar de amedrentar a personas que lo habrían perjudicado en sus maniobras. En una de esas comunicaciones, registrada el 14 de octubre pasado, se lo escucha decir en algún momento: "voy a buscar el fierro y les voy a caer...".
También se trajo a colación la oportunidad en la cuál "poca pila" hablaba de como evitaría el inicio de un juicio, consiguiendo un certificado médico, lo que finalmente logró, postergando esa posibilidad. La gravedad de los hechos, la expectativa de pena, la importancia de un delito como asociación ilícita, que habla de cantidad de hechos planificados y la permanencia en el grupo buscando mayor efectividad, fueron señalados por los fiscales, para indicar el riesgo corrido no solo por las víctimas, sino toda la sociedad, tomándose como bien jurídico perjudicado el orden público.
Riesgo de vida
Los defensores, abogados particulares María Balcaza y Matías Cimadevilla, señalaron que se imputaba a su cliente por un solo hecho, justificando que lo único que hacía era revender elementos licítamente comprados, en el afán de obtener una ganancia personal, rechazando la postulación del Ministerio Público Fiscal en cuanto a los riesgos procesales.
Pero también afirmaron que Huenelaf había sufrido una agresión gravísima de parte del resto de los detenidos, corriendo riesgo su vida en la alcaidía policial, para solicitar el arresto domiciliario. Además, justificaron tal solicitud, sumando el deteriorado estado de salud, sufriendo de deshidratación, exponiendo sobre el arraigo y las dificultades económicas por las que estaría atravesando, con deudas impagas.
Huenelaf: agresiones, visitas y médicos
Posteriormente el propio detenido señaló que tenía problemas con sus hijos, a los cuales debía enviar a un sicólogo, y él mismo solicitó un profesional pero le enviaron un siquiatra policial que lo quiso medicar. Se quejó del estado de la sala donde se efectúan las visitas, aludiendo a que de su propio bolsillo sacó plata para pintarla un poco, aunque su estado sea deplorable y sin condiciones higiénicas mínimas.
Habló de las agresiones que habría sido objeto: "la última vez que mis hijos fueron a verme, me vieron con un ojo negro y todo roto", aseveró, para agregar que recibe amenazas continuas. "Me quebraron los dientes, bajé mas de catorce kilos y tengo problemas de presión, y sufro de vómitos, mareos, no me puedo levantar, cuando salgo afuera me quedo tirado en el patio", refirió Huenelaf.
Resolución
La doctora Ivana González expresó que estaba en permanente contacto con la causa, dada su complejidad y los continuos pedidos de los defensores, habiendo resuelto las cuestiones médicas del imputado en diferentes momentos, con informes del médico forense.
Aludió en su resolución a la figura de la asociación ilícita como colectora de innumerables hechos, remarcando su importancia y gravedad, destacando el riesgo de la sociedad por este proceder y particularizando en algunas escuchas protagonizadas por "poca pila", utilizando términos como efectividad y multiplicidad para referirse concretamente a la probabilidad de autoría.
Concordó con el Ministerio Público Fiscal en lo relacionado al comportamiento de Huenelaf, y entre otras cosas aseveró que claramente se lo escucha y se hizo público, cuando se jactaba de haber burlado el inicio de un juicio oral.
"El mismo Huenelaf pidió ser alojado en la alcaidía", señaló la magistrada, y dijo que debió intuir ella misma que los impedimentos de asistencia del imputado a las audiencias, se debía a problemas con los otros detenidos, cosa que debió haber advertido efectuando la respectiva denuncia. A ésto, Huenelaf le aseveró: "me pegaron seis personas y no voy a nombrar a nadie", aunque ya existe un escrito de los defensores en tal sentido.
Por preservar su integridad física se debió hacer una audiencia diferenciada para con los demás detenidos en esta causa, agregó la doctora González, y en otro orden, recordó que todos se adjudican la pintada de la sala de visitas, reconociendo las dificultades existentes en la alcaidía policial.
Finalmente, luego de ser impuesto de la continuidad de prisión preventiva por otros tres meses, el imputado pidió ser trasladado al centro de detención de la seccional tercera, lo que fue ordenado en la misma resolución por la magistrada que tiene a su cargo este caso.