Según el tribunal integrado por José García como presidente, acompañado por Mirta Moreno y Sergio Piñeda, el Ministerio Público Fiscal pudo acreditar durante el juicio oral y público la materialidad y autoría del homicidio de Ismael Almendra, hallando culpables del hecho a Mauricio Carrizo, Víctor Benítez y Cristian Llanos por el delito de homicidio doblemente agravado al haber sido cometido con alevosía y el concurso premeditado de dos o más personas en carácter de coautores, conforme a los artículos 80 incisos 2do. y 6to. y 45 del código penal.

  El veredicto fue dado a conocer hoy en la sala de audiencias de la cámara penal, ubicada en el sexto piso de tribunales, contándose con la presencia del fiscal general Marcos Nápoli y el funcionario de fiscalía Gustavo Núñez, además de Analía Acuña  por la parte acusadora. Junto a Mauricio Carrizo, Víctor Benítez y Cristian Llanos estuvieron los defensores Sergio Rey, Juan María Salgado en reemplazo de Lisandro Benítez y Abdón Manyauik.

  Si bien, los magistrados se encargaron de aclarar que darían cuenta de la parte resolutiva, acercando mas adelante a las partes los fundamentos respectivos, indicaron que la materialidad se demuestra con actas policiales e informes fotográficos, en tanto la dinámica del hecho se comprueba con la pericia criminalística. Por otro lado queda certificada la muerte del jóven Almendra con las certificaciones que señalan a las causas derivadas de heridas vascular y pulmonar, producto de sendas puñaladas.

  Especificaron en la resolución que la autoría fue controvertida por la defensa, que solicitaron la absolución de sus clientes, para Llanos y Carrizo argumentando el beneficio de la duda y la presunta orfandad probatoria, mientras que al restante subsidiariamente su defensor expuso la posibilidad de un homicidio simple, en caso de no aceptarse su inocencia.

  Tuvieron en cuenta los Jueces varios testimonios que coincidieron en diversas circunstancias, como por ejemplo la presencia de Llanos y Benítez unos días antes del suceso en el hospital, a propósito de una herida que le habría propinado Almendra al primero en uno de sus brazos, como así también el que Carrizo haya acudido momentos después del ingreso de la víctima al propio nosocomio para curarse una herida en su mano, también junto a Benítez, intentando eludir la presencia policial y tratando de cambiar su nombre.

  También a través de los testigos quedó verificado que los tres trabajaban en la misma empresa pesquera y aquella nocho ninguno de ellos cumplió tareas laborales. Se pudo establecer que en los teléfonos existen mensajes y llamadas realizados antes durante y minutos después de lo sucedido, no existiendo comunicaciones posteriores. Determinaron que Llanos fue organizador principal del plan urdido, buscando la colaboración de Carrizo y Benítez, constituyendo un elemento fundamental el ADN positivo sobre las ropas del último mencionado y de los cuchillos hallados en su vivienda. Se valoró además, sobre la participación de Carrizo, que intentó una coartada al brindar datos falsos en una de las declaraciones, los que fueron echados por tierra mediante los dichos de testigos presentados, quienes desconocieron algunos elementos y circunstancias depuestas por el acusado.

  Cristian Llanos tenía pleno conocimiento del terreno y los hábitos de quien resultó víctima y contó con el aporte de un vehículo que sirvió para llevarlos y retirarse del lugar una vez cometido el atropello sobre la casa de Ismael Almendra.

  Así, el tribunal hizo lugar a todo lo expuesto y solicitado por el Ministerio Público Fiscal, dando por acreditada la materialidad y autoría de Cristian Llanos, Mauricio Carrizo y Víctor Benítez, al declarar la culpabilidad de los tres por homicidio doblemente agravado al haber sido cometido con alevosía y el concurso premeditado de dos o más personas en carácter de coautores, conforme a los artículos 80 incisos 2do. y 6to. y 45 del código penal. Los doctores García, Moreno y Piñeda convocaron a las partes para el próximo martes 5 de septiembre con el fin de llevar adelante la cesura de pena, cuya pretensión en el caso de la fiscalía será la de prisión perpetua.

El hecho

  El Ministerio Público Fiscal pudo acreditar durante el juicio oral y público que el 18 de junio de 2016 cerca de la medianoche, Cristian Llanos, Víctor Benítez y Mauricio Carrizo, sabiendo lo que hacían y habiendo acordado previamente no solo reunirse, sino distribuir roles y tareas, se hicieron presentes en el domicilio ubicado en el barrio Moreira 4 con la única finalidad de acabar con la  vida de Ismael Almendra. Para tal cometido, los tres acusados a bordo de un automóvil escort blanco, conducido por un cuarto sujeto que no se pudo identificar, se dirigieron hasta el barrio donde estacionaron y descendieron portando una mochila negra, al menos tres cuchillos y un bidón conteniendo combustible, yendo a pie hasta la casa de la víctima.

  Acto seguido se produce el desenlace, momentos en que se abalanzan contra la casilla en la que se encontraban tres jóvenes, entre ellos Ismael Almendra, procediendo a rociar con combustible y encender con fuego la pequeña vivienda, a la vez que dan fuertes patadas a la puerta de ingreso gritando: “dale vení, puto”. En un instante dado logran derribar la puerta e ingresan los tres visitantes empuñando cuchillos de grandes dimensiones, propinando 13 heridas punzo cortantes en la humanidad de Almendra. En oportunidad que los tres sujetos ingresan y lo atacan al unísono, quienes acompañaban al agredido pueden escapar a un terreno lindero donde se ponen a resguardo.

  De acuerdo a los detalles de la acusación respectiva, al momento del ataque, los agresores en conjunto y con pleno dominio del hecho ataron a su víctima los pies con un alambre y, de este modo, obturaron todo tipo de reacción colocando a Ismael en un total estado de indefensión, lo que les proporcionó la posibilidad de actuar sobre seguro, es decir sin riesgo alguno para ellos. Después de haberlo amarrado, lo tomaron de sus ropas y lo arrastraron hacia el exterior de la morada, donde lo pusieron contra el piso boca abajo para ultimarlo sin piedad a través de seis puñaladas sobre la espalda. A continuación, procedieron a girarlo sobre su propio eje corporal asestando siete estocadas mas.

  Las lesiones provocadas en las zonas cervical y pulmonar generaron un cuadro lesional incompatible con la vida, aún con asistencia inmediata. La muerte ocurrió como consecuencia de la instalación de un paro cardiorespiratorio originado por descompensación hemodinámica a raíz de lesión vascular y pulmonar. Concluido el brutal ataque, Cristian Llanos, Mauricio Carrizo y Víctor Benítez huyeron del sitio abordando el automóvil que los aguardaba en las inmediaciones, dándose así a la fuga en dirección de la ruta 25, quedando la precaria casilla envuelta en llamas e Ismael Almendra tendido en el suelo en estado agonizante.

  Acudieron en su auxilio vecinos del lugar y su madre, y en ocasión del arribo de personal de bomberos con la policía se brindó la primera asistencia al jóven, siendo luego trasladado de urgencia al hospital local donde, a la sazón, perdiera la vida.