El tribunal integrado por los jueces Marcelo Orlando, Ana Laura Servent y Sergio Piñeda, decidieron imponer una pena efectiva de diez años de prisión a Héctor Omar Muñoz, mas la declaración de reincidencia, artículo 50 del Código Penal, declarado autor penalmente responsable de homicidio simple, artículos 45 y 79 del mismo código,  en perjuicio de Hugo Henrique, tras un hecho ocurrido el 8 de marzo de 2008 en el barrio Planta de Gas de Trelew.

  El Ministerio Público Fiscal, representado en la ocasión por los fiscales generales Mirta Moreno y Omar Rodríguez habían pedido doce años y la reincidencia, mientras la defensa ejercida por Gladys Olavarría, solicitó la pena mínima para el delito enrostrado, cinco años de prisión.

  Héctor Omar Muñoz se encuentra a su vez cumpliendo una condena por robo agravado a siete años de prisión efectiva, debido a un suceso perpetrado el 17 de septiembre de 2008, además de contar con otros antecedentes penales.

  El cuerpo colegiado se expidió así, tras un juicio oral y público que revirtió lo que se había resuelto en un primer debate, cuando los jueces Defranco y Minatta , con la disidencia de Monti, decretaron la absolución del acusado. Esto llevó a la impugnación presentada por el Ministerio Público Fiscal, a la que hizo lugar la sala penal del Superior Tribunal de Justicia, quien exigió la realización de este nuevo juicio con nuevos integrantes del tribunal.

 EL HECHO

  El hecho en cuestión ocurrió el 8 de marzo de 2008, cerca de las 14,30, en el barrio Planta de Gas de Trelew, cuando la víctima se apersonó junto a Claudio Cayunao a la vivienda del agresor, pidiendo explicaciones por un incendio producido en la casa del nombrado. A partir de allí se genera un entredicho, donde también participó el hermano del imputado, que culmina cuando Muñoz sale del interior y extrayendo un arma de fuego que llevaba en su cintura, calibre 22 largo, a la vez que profería insultos, le comienza a efectuar disparos, cayendo Henrique mortalmente herido, continuando con los disparos en sus glúteos, cadera y piernas, provocándole la muerte, llevándose consigo el arma utilizada.