Comenzó el juicio contra Oscar “el pelado” Maricoy por el asesinato de Esteban "Pata Calfin" Pazos. Para la defensa fue en “legítima defensa”. El debate continúa mañana.

Oscar Maricoy comenzó a ser juzgado ante los jueces Gustavo Castro, Marcelo Orlando y Marcela Pérez Bogado por el “homicidio” de Esteban “Pata Calfin” Pazos. El juicio comenzó a pocos días de que se cumpla un año del hecho.

La tarde del 26 de octubre pasado, en el barrio San Miguel, Pazos caminaba junto a una mujer por la calle cuando, según la denuncia, se acercó Oscar Maricoy, expareja de la mujer, y empezó a increparlos. Según indicó en la denuncia, su exmarido los agredió con un arma blanca, recibiendo su acompañante una certera puñalada entre la clavícula y el cuello. Esto le causó la muerte a Pazos a pesar de las atenciones recibidas en el Hospital.

El debate comenzó la mañana del martes, en Tribunales. El jefe de fiscales, Daniel Báez, acusó por “homicidio” y presentó 8 testigos durante la primera jornada. El acusado es patrocinado por el abogado Abdon Manyauik, quien no discutió la materialidad ni la autoría, aunque afirmó que se trató de un caso de homicidio pero en “legítima defensa”. 

Otro de los puntos en discusión es respecto al lugar del homicidio. Los fiscales afirman que fue en la vía pública mientras que el defensor dice que fue dentro del domicilio. El debate continuará mañana miércoles desde las 8 horas.

Homicidio vs legítima defensa

Maricoy se encuentra detenido en prisión preventiva en la Alcaidía de Trelew desde el día del hecho, atento a los peligros de que se fugue o intente entorpecer la causa judicial. En caso de ser encontrado culpable por “homicidio” deberá cumplir una pena de entre 8 y 25 años de prisión, según lo establece el artículo 79 del Código Penal.

En cambio, la “legítima defensa”, contemplada en el artículo 34 inciso 6, exime de pena al que actúe en defensa propia o de sus derechos siempre que se den las siguientes circunstancias: agresión ilegítima; necesidad racional del medio empleado para impedirla o repelerla y falta de provocación suficiente por parte del que se defiende. 

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