El imputado quedó con prisión domiciliaria
La Fiscalía imputó a Eduardo Salva (28) por “tentativa de homicidio” a raíz de unos disparos efectuados contra una pareja en la madrugada del lunes en el Barrio San Miguel. El acusado quedó con prisión domiciliaria durante un mes para que no obstaculice la investigación, aunque tendrá permiso para embarcarse.
A raíz de una denuncia sobre disparos efectuados contra dos personas y de acuerdo a las características brindadas, personal policial interceptó el rodado denunciado y secuestró en su interior un arma de fuego calibre 9 mm con numeración limada. Durante la audiencia de apertura de investigación y control de detención realizada en la tarde del martes, la Fiscalía solicitó un plazo de investigación de seis meses y el imputado continúe la detenido por 30 días más. La funcionaria fiscal Patricia Reyes analizó los peligros procesales y fundó la continuidad de la prisión preventiva mientras se realiza la investigación en las características del hecho (tentativa de homicidio), la pena en expectativa y los peligros de fuga y entorpecimiento.
Haciendo uso de sus derechos, el imputado declaró que cuando volvía de visitar sus hijos en el Barrio San Miguel le empezaron a tirar piedras contra el auto, a raíz de eso sacó el arma y efectuó un disparo al aire. Además agregó que cuando iba conduciendo, la policía lo detuvo y le secuestro el arma 9 milímetros. ¿Usted iba a ver a sus hijos a la 1.20 de la madrugada? fue una de las preguntas de la fiscal, quien además consultó si el imputado tenia permiso para portar armas, a lo cual el acusado respondió que no tiene autorización para la portación de armas de fuego. Por su parte, la Defensa planteo la nulidad de la causa a raíz de la requisa realizada por la policía “no se habría realizado cumpliendo todos los requisitos de la ley”, pero el juez rechazó el planteo suscribiendo que el único caso donde se justifica una requisa sin autorización judicial, es con la presunción de la posesión de un arma de fuego. Continuando con la audiencia, el defensor público Gastón Ledesma solicitó que se mute la calificación a “abuso de armas” y que se dicte la prisión domiciliaria con la posibilidad que el imputado pueda embarcarse, ya que sería marinero.
Para finalizar, el juez penal Daniel Yangüela resolvió que “la calificación continuará como “tentativa de homicidio” pero no están dados los fundamentos para la prisión preventiva”. Además, los peligros procesales se pueden aventar con una prisión domiciliaria. El Juez también hizo lugar, ya que “los peligros procesales se pueden aventar con una prisión domiciliaria y teniendo en cuenta las particulares características del trabajo (embarcarse en un buque congelador hasta 50 días) a que el imputado quede detenido bajo la modalidad de prisión domiciliaria solamente con la exclusiva autorización para embarcarse. Además, tendrá una prohibición absoluta de acercamiento a la victima y testigos. 
El imputado quedó con prisión domiciliaria
La Fiscalía imputó a Eduardo Salva (28) por “tentativa de homicidio” a raíz de unos disparos efectuados contra una pareja en la madrugada del lunes en el Barrio San Miguel. El acusado quedó con prisión domiciliaria durante un mes para que no obstaculice la investigación, aunque tendrá permiso para embarcarse.
A raíz de una denuncia sobre disparos efectuados contra dos personas y de acuerdo a las características brindadas, personal policial interceptó el rodado denunciado y secuestró en su interior un arma de fuego calibre 9 mm con numeración limada. Durante la audiencia de apertura de investigación y control de detención realizada en la tarde del martes, la Fiscalía solicitó un plazo de investigación de seis meses y el imputado continúe la detenido por 30 días más. La funcionaria fiscal Patricia Reyes analizó los peligros procesales y fundó la continuidad de la prisión preventiva mientras se realiza la investigación en las características del hecho (tentativa de homicidio), la pena en expectativa y los peligros de fuga y entorpecimiento.
Haciendo uso de sus derechos, el imputado declaró que cuando volvía de visitar sus hijos en el Barrio San Miguel le empezaron a tirar piedras contra el auto, a raíz de eso sacó el arma y efectuó un disparo al aire. Además agregó que cuando iba conduciendo, la policía lo detuvo y le secuestro el arma 9 milímetros. ¿Usted iba a ver a sus hijos a la 1.20 de la madrugada? fue una de las preguntas de la fiscal, quien además consultó si el imputado tenia permiso para portar armas, a lo cual el acusado respondió que no tiene autorización para la portación de armas de fuego. Por su parte, la Defensa planteo la nulidad de la causa a raíz de la requisa realizada por la policía “no se habría realizado cumpliendo todos los requisitos de la ley”, pero el juez rechazó el planteo suscribiendo que el único caso donde se justifica una requisa sin autorización judicial, es con la presunción de la posesión de un arma de fuego. Continuando con la audiencia, el defensor público Gastón Ledesma solicitó que se mute la calificación a “abuso de armas” y que se dicte la prisión domiciliaria con la posibilidad que el imputado pueda embarcarse, ya que sería marinero.
Para finalizar, el juez penal Daniel Yangüela resolvió que “la calificación continuará como “tentativa de homicidio” pero no están dados los fundamentos para la prisión preventiva”. Además, los peligros procesales se pueden aventar con una prisión domiciliaria. El Juez también hizo lugar, ya que “los peligros procesales se pueden aventar con una prisión domiciliaria y teniendo en cuenta las particulares características del trabajo (embarcarse en un buque congelador hasta 50 días) a que el imputado quede detenido bajo la modalidad de prisión domiciliaria solamente con la exclusiva autorización para embarcarse. Además, tendrá una prohibición absoluta de acercamiento a la victima y testigos. 
