En el juicio por la muerte del adolescente declararon los primeros policías que llegaron al lugar del hecho

El martes por la tarde luego de la reconstrucción del hecho que le costó la vida al adolescente Emanuel Pires, la audiencia continuó en la sala del Superior Tribunal de Justicia en Rawson con la declaración de tres policías que arribaron al lugar. El oficial inspector Cristian Ríos participó de las pericias en el lugar el día siguiente del hecho y dijo que desde el lugar donde fueron halladas las vainas servidas, resultaba muy difícil ver a las víctimas y sus amigos. El comisario Carlos Monge fue coincidente con otros policías testigos al escuchar cómo Oscar Naya decía “yo fui el que disparó”, apenas fue detenido. El sargento Angel Febrero tomó contacto con Emanuel Pires cuando el adolescente aún tenía signos vitales y el oficial ayudante Pablo Ortiz intervino en el operativo cerrojo por las rutas y caminos de la zona cuando aún las noticias eran confusas ante la posibilidad –luego descartada- de estar frente a un  “tiroteo”.

Tres equipos de trabajo

El oficial inspector Ríos se hallaba de servicio al momento de la noticia de una persona baleada en la zona de “El Sombrerito”. Al arribar al lugar y tras cruzarse con la ambulancia que llevaba a la víctima al Hospital Santa Teresita, se puso a disposición de la fiscal general Graciela Suárez García que ya había dispuesto la detención de Oscar y Eduardo Naya. Las órdenes más importantes que recibió fue la de preservación del lugar del hecho y la de buscar evidencias de interés para la investigación. Su tarea y de personal a su cargo se prolongó hasta caída la tarde y con las últimas horas del día. Fue quien condujo hasta la comisaría de Playa Unión la camioneta en la que se realizaban los imputados sus tareas de cacería.

Al día siguiente con profesionales del Area Criminalística y de la Brigada de Investigaciones conformaron tres equipos de trabajo en búsqueda de vainas servidas, huellas de la camioneta Ford Ranger y restos de los dos guanacos ultimados por los cazadores.

Dijo que en uno de los caminos que en su prolongación pasa cerca del  lugar donde se hallaba la víctima, encontraron dos vainas servidas pertenecientes al fusil Mauser con el que se realizaron los disparos. Entre una y otra vaina habían unos 200 metros, indicó. No precisó la distancia entre estos dos lugares. Sin embargo indicó que “me paré arriba del cuatriciclo en el que me movilizaba el día de las pericias, para ver si se veía el lugar donde estaban los adolescentes. El barrilete que estaba enganchado en una mata apenas se veía. Si en el lugar había una persona parada es muy probable que no se distinga”, indicó. Agregó que a una distancia de entre 150 y 200 metros estaban los guanacos despanzados y que también había huellas de la camioneta en la que cargaron restos de los animales.

Río también participó de las pericias que realizaron junto a un veterinario, en los dos guanacos cazados, hallando en uno de ellos un proyectil deformado que se condice con el calibre del arma utilizada.

-Producido por el Area Comunicación Institucional del Ministerio Público Fiscal, oficina Rawson, cel. 154303343