Cinco presuntos encubridores se beneficiaron por la “duda”

La fiscal Tolomei mantuvo los cargos contra tres de los ocho imputados por el crimen de Juan Carlos Aguero

La fiscal María Tolomei imputó a los hermanos Sergio y Pablo Rivero el delito de homicidio agravado por ensañamiento y a Miguel Sañanco el delito de encubrimiento agravado, a la vez que levantó los cargos por el “beneficio de la duda” para otros cinco presos que el 22 de marzo del año 2014 se hallaban en el pabellón 4 de la Alcaidía de Trelew al momento de ser asesinado de más de 100 puñaladas Juan Carlos Agüero.

La postura de la representante del Ministerio Público Fiscal se hizo saber al momento de los alegatos en la etapa final del juicio oral y público que se realiza en el edificio de Tribunales de Trelew ante los jueces César Zaratiegui, Mirta Moreno y Sergio Piñeda.

Para imputar a Pablo Rivero se basó en varios indicios coincidente entre los que se destacan el hallazgo de su ADN en un “punta” (un puñal fabricado de manera artesana con un hierro de la construcción) que además tenía manchas de sangre que determinaron que pertenecía a la víctima. Además los médicos encontraron una enorme ampolla en la palma de su mano, donde se cree la “punta” hacía de tope al momento de ingresar en el cuerpo de la víctima.

En contra del hermano de éste, Sergio Rivero, destacó que además de otros indicios se destacan el hallazgo de manchas de sangre de la víctima en sus zapatillas. Para la fiscal Tolomei participaron del feroz ataque dos o más personas y estuvo originado en cuestiones de liderazgo en ese pabellón.

Lider

Agüero había pasado largos años detenido en la Unidad 6 de Rawson. Lideraba el pabellón 4 de la Alcaidía de Trelew. Estaba condenado por el homicidio del médico Jorge Morado ocurrido en diciembre del año 2001. El día de su muerte había recibido la visita de su novia un rato antes y le había anticipado que  “los de Madryn se están haciendo los pillos”, en alusión a los hermanos Rivero. El ataque lo sufrió en el baño. “En el ámbito carcelario los ataque a traición se dan en dos circunstancias especiales: mientras la víctima duerme o en el baño”, dijo Tolomei. Agregó que “en las peleas abiertas y frente a frente se utilizan facas que son punzo cortantes, pero en los ataques sorpresivos preferentemente los detenidos usan “punta” como en este caso”.

Una fábrica textil

La fiscal Tolomei destacó el entorno carcelario donde se produjo el ataque de más de 100 puñaladas contra la víctima. En este cuestionó las condiciones de detención de la Alcaidía de Trelew. “Es una planta textil adaptada a un lugar de detención de personas. Si a esas condiciones edilicias precarias le sumamos la falta de personal tal como lo indicaron jefes policiales que testimoniaron en este Juicio, se hace muy difícil fijar reglas de convivencia para que no ocurran estos hechos. Y ante esta ausencia de reglas por parte de quienes son responsables del lugar, los detenidos fijan sus propias reglas. En ese pabellón convivían además procesados y condenados, todos por delitos violentos”, destacó. Luego citó los dichos de un especialista en lugares de detención que destacó que “las reglas de convivencia que fijan los propios presos, son más fuertes que las reglas sociales del común de la gente.  Allí el quebrantamiento de la lealtad se paga con la vida”, manifestó.

Corazón y pulmones

Según el alegato de Tolomei el 14 de marzo del año 2014,  cerca de las 18 horas , mientras Agüero se  encontraba en el baño, fue abordado por dos o más personas,  entre ellos los hermanos Rivero En principio Agüero intentó defenderse y protegerse con sus brazos, recibió  todo tipo de lesiones punzantes, corto punzantes y cortantes. Las mortales le perforaron el corazón y los pulmones que se le llenaron de sangre. Los médicos forenses certificaron  más de cien heridas en todo su cuerpo. Para la representante del Ministerio Público Fiscal, Agüero fue sujetado por sus brazos y le aplicaron numerosas estocadas sin solución de continuidad, advirtiéndose la ferocidad y brutalidad con la que se atacó a esta persona sola. “El agravante es el ensañamiento”, dijo Tolomei.

La policía intervino en el hecho casi una hora después de haberse producido. En ese tiempo el lugar fue alterado, lavado, las facas se ocultaron en las cloacas del lugar e incluso se dañó la iluminación de la zona para dificultar las tareas de investigación. Las zapatillas de todos los integrantes del pabellón estaban mojadas y se cree que colaboraron en las tareas de limpieza de sangre además del arrastre del cuerpo. “Pero hay dudas insuperables”, dijo Tolomei al momento de levantar los cargos de encubrimiento para Diego Huenelaf, Nahuel Santul,   Néstor Riquelme, Héctor Lastre y Nicolás Brizuela.

El veredicto de los tres jueces se conocerá este viernes a las 12 en el 6to. piso del edificio de Tribunales.

-Producido por el Area Comunicación Institucional del Ministerio Público Fiscal del Chubut, oficina Rawson, cel. 154303343