El Juez César Zaratiegui resolvió en horas de esta tarde la prisión preventiva por el término de seis meses para los cuatro detenidos imputados de asociación ilícita, estafas, adulteración de documento privado, coacción, coacción agravada por uso de armas y tenencia ilegítima de arma de uso civil, en una extensa audiencia desarrollada durante esta jornada en sala de la cámara penal, ubicada en el sexto piso de los tribunales de Trelew.
Previamente, el mismo magistrado, que ayer había rechazado su recusación por parte de los defensores que pidieron se aparte del caso debido a su participación como fiscal en un proceso llevado adelante en 2012 con tres de los cuatro involucrados, fue finalmente confirmado para seguir adelante con su tarea, ya que los jueces Marcelo Nieto Di Biasse y Laura Servent también rechazaron la postulación defensiva.
Luego se dio lugar a la audiencia respectiva de control de detención, donde el Ministerio Público Fiscal brindó un pormenorizado informe de lo actuado, enumerando nueve hechos cometidos entre 2012 y 2016, incluyéndose el hallazgo en el interior de un camión de un vehículo que había sido robado el 9 de septiembre de 2016. El Juez, a solicitud de los fiscales generales María Tolomei y Marcos Nápoli, acompañados por el funcionario de fiscalía Enrique Kaltenmaier, dio trámite de causa compleja a la investigación, lo que permite ampliar los plazos de la misma a 18 meses, en el marco del artículo 357 del código procesal penal, teniendo en cuenta la pluralidad de hechos y contándose con la presunta participación de varias personas en forma organizada.
Del mismo modo, tuvo en cuenta las características del hecho, el daño causado y la expectativa de pena que podrá ser de efectivo cumplimiento, y la influencia que podrían ejercer sobre diversas personas, que dan lugar a los riesgos de fuga y entorpecimiento, sumando la probabilidad de autoría para establecer seis meses de prisión, considerando excesiva la pretensión de 18 meses esgrimida por la fiscalía, para Roberto Nicolás, Patricia Sendín, Guillermo Nicolás y Emiliano Nicolás, defendidos por Javier Romero y Federico Massoni los tres primeros mencionados y el doctor Oscar Romero, en representación del último.
Justamente los tres defensores, que se opusieron a cada una de las presentaciones fiscales, pidieron la revisión de lo decidido en esta instancia por el doctor Zaratiegui, pedido que debe cumplimentarse en el plazo de 24 horas, por lo que la oficina judicial dispuso se realice audiencia en tal sentido mañana domingo a las 9 en la misma sala.
Hechos a Investigar:
Desde hace cuanto menos diez años, el grupo familiar conformado por Roberto Nicolás (padre), Mónica Patricia Sendín (madre), y Emiliano Nicolás (hijo mayor), a quienes se ha sumado desde 2015 aproximadamente, Guillermo Nicolas (hijo menor), han conformado una organización cuya finalidad real es la de cometer delitos, principalmente contra la propiedad, mediante estafas con vehículos automotores.
Desarrollan sus maniobras delictivas bajo la apariencia de dedicarse a un negocio lícito, la compraventa de automotores, adoptando todas las precauciones necesarias para garantizar el éxito de sus propósitos.
Así, cuentan con un espacio de exhibición de vehículos en donde guardan gran cantidad de rodados; despliegan toda especie de maniobras para ganar la confianza de sus víctimas; respaldan las operaciones con documentos espúreos que utilizan luego para acreditar su supuesto derecho a los bienes obtenidos merced a engaño; garantizan su impunidad en los hechos delictivos que cometen bajo pretexto de que se trata de meros incumplimientos contractuales que, por otro lado, no pueden ser reclamados civilmente pues, para esto, también han tomado medidas: los rodados que obtienen merced a las maniobras defraudatorias se inscriben a nombre de Sendin, con estado civil soltera, mientras que los boletos de compraventa son firmados por Nicolas, también con estado civil soltero; y, finalmente, no dudan en amenazar, aun con armas, a los damnificados, para evitar los reclamos o las denuncias.
Bajo la organización y liderazgo de Roberto Nicolás, cada uno de los integrantes desempeña un rol específico: él mismo es quien ofrece y negocia los vehículos que exhibe en la planta baja y los predios contiguos a su propia vivienda, ubicados en Soberanía Nacional esquina Entre Rios, de Trelew.
En este lugar, sin habilitación alguna para realizar una actividad comercial y sin haberse registrado tampoco como comerciante habitualista de automotores, la organización mantiene gran cantidad de automóviles, utilitarios y camiones, de distintas gamas, segmentos y antigüedad –algunos incluso 0 km-, que Roberto Nicolás se ocupa de exhibir a las víctimas, como parte del despliegue que efectúa para generar confianza en ellas, no sólo por la solvencia económica sino especialmente desde la apariencia del desarrollo de una actividad comercial lícita.
El despliegue para generar la confianza de los damnificados también consiste en la utilización de su propia vivienda, ubicada en la planta alta del predio, a la que muchos de ellos son invitados a pasar e incluso a compartir comidas o bebidas, bajo una aparente hospitalidad. Allí, añaden algo más esta cuidada construcción de confianza en las eventuales víctimas: Roberto Nicolás se ocupa entonces de presentar a quien será la gestora de los trámites, su mujer, Patricia Sendin, quien con referencias a vínculos sociales o actividades comunes, acentúa la familiaridad y seguridad de las personas que, a la postre, resultarán engañadas.
En este ambiente de cordialidad y hospitalidad, las víctimas suelen aceptar el trato que Roberto Nicolás –o alguno de sus hijos- les han propuesto, pergeñado por ellos desde un inicio para no ser cumplido.
Es entonces cuando Patricia Sendin asume su rol principal: tal como ya la ha presentado su marido y como ella misma se ocupa de representar, será la “gestora” de los trámites del automotor.
La apariencia de que se tratará de un negocio lícito surge así no sólo de la exhibición del lugar y de los vehículos sino también en los recaudos que Sendín manifiesta tomar para asegurar el cumplimiento de los trámites registrales.
En este rol de “gestora”, Patricia Sendín es quien cumple las tareas administrativas y el manejo de la documentación y del dinero, mientras Roberto Nicolás, en muchos casos, se hace pasar por analfabeto. Ella confecciona los Boletos de Compraventa de Automotor en los que aparece siempre y firma, como parte, Roberto Nicolás; toda la documentación requerida por el Registro Automotor, en la que queda como titular la propia Patricia Sendin y los recibos, consignando en ellos las circunstancias falsas necesarias para perfeccionar las defraudaciones bajo apariencia de haber cumplido una contraprestación. Recibe además, en ese acto, el dinero que entregan las víctimas, conforme lo que se hubiera acordado en cada operación.
Bajo todo este despliegue, las víctimas suscriben los documentos que les indica Patricia Sendin –en los que, como se explicó antes, luego ella completa con circunstancias falsas-, así como los formularios necesarios para las transferencias (08, 12, y CETA), en los Registros Seccionales correspondientes, en escribanías o en la sede de la Afip. En algunos casos, es Guillermo Nicolás quien se encarga de acompañar a los damnificados en la realización de dichos trámites.
Contando con la firma de la documentación referida y sin otorgar a la otra parte, copia alguna o comprobante de las operaciones supuestamente efectuadas, el grupo se apodera del o los vehículos de su víctima, en algunos casos mediante la entrega voluntaria hecha por el damnificado –en la confianza del cumplimiento del acuerdo por parte de la familia Nicolás- y en otros, mediante el apoderamiento subrepticio del rodado que realizan en un descuido de aquél.
Guillermo Nicolás además de las tareas mencionadas, se ocupa de la búsqueda de potenciales víctimas entre gente que ofrece o puede estar interesada en la venta vehículos en forma particular, a quienes contacta y conduce ante su padre para el desarrollo de la operación.
Su hermano mayor, Emiliano, también interviene en las operaciones ilícitas que realiza la familia, aunque en algunos casos se hace cargo personalmente de los acuerdos, sin derivarlos a su padre. Utiliza en éstos últimos los mismos artilugios para generar confianza en los damnificados y conseguir la disposición patrimonial –a la postre, perjudicial- de los mismos.
A pesar de haber logrado las transferencias, y ya en poder del dinero y de los vehículos de sus víctimas, la maniobra continúa: sin cumplir con lo acordado y justificándose con diferentes razones, suelen dar en préstamo otro vehículo para que sus “clientes” puedan movilizarse o entregan una parte menor del dinero prometido, mientras dilatan el cumplimiento de su parte del acuerdo.
Ese supuesto principio de ejecución de sus obligaciones no es otra cosa que un aspecto mas de la maniobra defraudatoria, tendiente en este caso a dar una falsa apariencia de su intención de cumplir el acuerdo. Esto en conocimiento de que requieren esta fachada para cubrirse de una posible imputación penal por estafa.
Y aun mas, la asociación se garantiza que los perjudicados no podrán exigir el cumplimiento de nada de lo debido, mediante la insolvencia de quien firma los Boletos de compraventa, su líder Roberto Nicolás. A tal fin, además, tanto él como su mujer y madre de sus hijos, Patricia Sendín, aparecen como solteros en toda la documentación que suscriben.
Finalmente, ante la insistencia de las víctimas para que Nicolás cumpla con lo acordado, la maniobra culmina con amenazas, a veces con armas, a la integridad física del damnificado o de quienes lo ayuden, o con la desaparición, lisa y llana, de Roberto Nicolás, quien se oculta, no atiende los llamados o viaja supuestamente hacia un campo en la zona de Valchetta. Los encargados de realizar las amenazas son el propio Roberto Nicolás o su hijo Emiliano Nicolás.
Calificación legal provisional
Los hechos atribuidos a Roberto Nicolás se califican provisionalmente en los delitos de:
- Asociación ilícita en carácter de organizador (art. 210, segundo párrafo del Código Penal);
- Estafas reiteradas, cuatro hechos en concurso real entre sí, en carácter de coautor (art. 172, 45 y 55 del C.P.);
- Estafas reiteradas, en carácter de coautor, en concurso real con coacción, dos hechos en carácter de autor, en concurso real entre sí (arts. 172, 149 bis, segundo párrafo, 45 y 55 del Código Penal);
- Estafas reiteradas, en carácter de coautor, en concurso real con coacción agravada por el uso de armas, en carácter de autor, dos hechos en concurso real entre sí (172, 149 ter, inciso 1°, en función del 149 bis, 2° párrafo, 45 y 55 del Código Penal);
- Tenencia ilegítima de arma de uso civil, en carácter de coautor, un hecho (art. 189 bis, apartado 2, primer párrafo, y 45 del Código Penal).
Los hechos atribuidos a Mónica Patricia Sendin, se califican en las figuras de los delitos de:
a) Asociación ilícita (art. 210 del Código Penal);
b) Estafas reiteradas, ocho hechos en concurso real entre sí, en carácter de coautora – (art. 172, 45 y 55 del C.P.);
c) Adulteración de documento privado, tres hechos, en carácter de autora y en concurso real entre sí (art. 292, primer párrafo, 45 y 55 del C.P.).
d) Tenencia ilegítima de arma de uso civil, en carácter de coautor, un hecho (art. 189 bis, apartado 2, primer párrafo, y 45 del Código Penal).
Los hechos atribuidos a Emiliano Nicolás, se califican en las figuras de los delitos de:
a) Asociación ilícita (art. 210 del Código Penal);
b) Estafa en carácter de coautor (art. 172 y 45 del C.P.);
c) Estafa en carácter de coautor, en concurso real con coacción, en carácter de autor (arts. 172, 149 bis, segundo párrafo, 45 y 55 del Código Penal);
Los hechos atribuidos a Guillermo Nicolás, se califican en las figuras de los delitos de asociación ilícita, en concurso ideal con estafas reiteradas, cuatro hechos en concurso real entre sí, en carácter de coautor (art. 210 del Código Penal, 172, 45, 54 y 55 del C.P.).