Llegando a las últimas instancias, tuvo lugar hoy una nueva jornada del juicio oral y público por lo ocurrido en la seccional segunda de policía de Trelew el día 18 de enero de 2012, por delitos de abuso y tortura, de acuerdo a lo denunciado por la víctima, Máximiliano Almonacid, que al momento de lo sucedido tenía 16 años. En la sala de audiencias del sexto piso de tribunales pudo escucharse hoy la versión de los cinco policías que cumplían funciones en aquella dependencia, hoy involucrados en los hechos juzgados.
Previamente, la defensa convocó al último de los testigos, un médico que atendió a la víctima en la guardia del hospital zonal, quien verificó mediante la constatación de su firma los informes dados en aquel momento, detallando las lesiones con las cuales arribó el paciente y dando precisiones sobre cada una de ellas. Ratificó a través de los mismos documentos los estudios radiológicos y análisis indicados en su momento.
El defensor Lisandro Benítez intentó luego incorporar como anticipo jurisdiccional de prueba la declaración efectuada por Maximiliano Almonacid para el primer juicio en cámara gessel, aduciendo que interesaba a la parte defensiva para su evaluación. Sin embargo, la fiscal María Tolomei se opuso a tal circunstancia, exponiendo sobre lo que dice el artículo 314 inciso 1ro. acerca que esas declaraciones sirven siempre que no se pueda contar con quien participó en los hechos, recordando que Maximiliano depuso extensamente en este juicio exponiéndose a todas las requisitorias de las partes, situación ésta que fue avalada por el tribunal integrado por los Jueces Marcelo Nieto Di Biase, Fabio Monti y Ana Laura Servent, que no permitió de esta manera la incorporación requerida.
Finalmente llegó el momento de la declaración de los acusados, quienes trataron de deslindar la responsabilidad que se les endilga, declarándose inocentes y desmintiendo los hechos. Así, el primero en hacerlo fue el cabo primero Carlos Ariel Treuquil, quien estaba a cargo del servicio interno, controlando y organizando todos los movimientos dentro de la dependencia. Se sirvió para detallar todos estos menesteres de los libros de partes diarios en los diferentes sectores, hablando que tuvo contacto con el menor Ñanco y Bruno Rodríguez Monsalve, a la vez que se encargó de la salida por extramuros de Juan Carlos Agüero y Palomino.
Respecto de Almonacid, señaló que llegó con un móvil cerca de las 7,05 de esa mañana, y él lo esperó en el pasillo donde se cruzaron, asegurando que fue Maxi el que le expresó: hola Treuquil, vos me conocés. En ese sentido, manifestó que conocía a su familia de la iglesia donde concurrían y a su madre de cuando era seguridad en un supermercado. “Quedate tranquilo, ya te vas a ir”, dijo que le respondió en la seccional, agregando que el propio menor le habló acerca de una trafic y de su novia, además de señalarle que no quería volver a su casa, declaró el acusado.
Mas adelante dijo que se quedó con él en el pasillo y había otros policías, tomándole los datos para luego pasarlos al oficial Carballo. Fue allí donde ve a la madre y la saluda, ingresando en ese momento el cabo Muñoz, quien le dice: “otra vez acá vos, no te vayas a poner nervioso”, a lo que respondió que tenía un poco de frío, procediendo a cerrar las ventanas. Al menor lo vió nuevamente cuando reingresa al sector de celdas y dice que se habría caído porque estaba mojado, escuchando gritos de una mujer, tratándose de Ivana, la novia de Maxi que pedía para que lo dejen libre.
Al final, cerca de las 8,05 el oficial Olavarría procede a liberarlo entregándoselo a su madre, ratificando que no se hizo presente en ningún momento el médico policial ni tampoco se llevó al menor a ningún nosocomio para su revisación.
Aníbal Muñoz dijo no haber tenido contacto con el menor, aunque pudo observar cuando era dejado libre y se encontraba con su hermano: “vi que salió el menor con su mamá y se abrazaba con su hermano, me asomo por la ventana y veo que el chico sale corriendo por la Belgrano hacia abajo y ahí el mismo hermano le dice a la madre que lo deje a ese que siempre hace lo mismo”. Según explicó, él cumplía funciones de control de tránsito o donde disponga la jefatura y ese día ayudó a una compañera para contener a la novia de Maximiliano que insultaba, hablaba de una trafic y pedía por su novio.
Destacó aspectos de sus declaraciones en la fiscalía y dijo que la tarde del 19 de enero fue convocado para hacer de muleto, pero en la rueda fue reconocido y a los quince minutos estaba detenido: “estuve siete meses detenido, salgo y a los dos días me pegan un balazo en la espalda…nosotros como policías no tenemos derechos, yo no hice nada, soy inocente”, declaró Muñoz.
Carlos Pato, Sergio Castillo y Héctor Ortiz dieron detalles sobre lo que fue la participación de cada uno en la detención de Maximiliano Almonacid, negando haber protagonizado otro tipo de hechos dentro de la seccional segunda. Pato fue el primero en llegar, habló de la trafic blanca y vió a Maxi tirar una piedra, persiguiéndolo para luego trenzarse en una lucha cuerpo a cuerpo, viéndose por algún momento superado, lo toma de las piernas, tras lo cuál llega la ayuda de Bevaqua y Ortiz, logrando detenerlo entre todos.
Ortiz es quien lo lleva en el patrullero junto a Bevaqua, aseverando que Maxi gritaba y tiraba golpes haciéndose incontenible, por lo que debió tomarlo de la cabeza y hacerlo agachar. Dentro de la dependencia dice que lo vió parado en el pasillo, lloraba mucho y decía que se quería matar, que había tenido problemas en la casa, no quería volver mas. Dijo que no vió que se golpeara o se mojara.
En tanto, Castillo reconoció haber dialogado con algunos vecinos que cuestionaban el accionar policial y le reclamaban por el conductor de trafic. Cuando ya se habían llevado a Maxi, pudo hablar con su madre que salió de la casa y le expresó que se acerque a la seccional segunda, así lo retiraba. Dijo que nunca volvió a ingresar a la comisaría, aunque habló con el hermano de Maxi en la esquina de la seccional, que estaba acompañado por otra persona en estado de ebriedad, y cuando regresó a las 8,05 solo estaba la novia de Maxi, habiéndose retirado éste y el otro menor detenido anteriormente, Juan Carlos Ñanco.
Tanto Pato como Ortiz manifestaron que las consecuencias padecidas a partir de este hecho y su trascendencia fue nefasta ya que no pudieron gozar mas de su salario ni de otra posibilidad, llegando a sentir el rechazo y acciones intimidatorias hasta de la propia policía. El primero de los mencionados señaló que varias veces su defensor le propuso ir a un juicio abreviado, donde debía reconocer los hechos, pero se negó a hacerlo, reiterando que quiere demostrar su inocencia ya que aquel 18 de enero no hizo otra cosa más que la de cualquier día y si hubiera visto a compañeros hacer cagadas él mismo los denunciaba.
Para la tarde el tribunal había decidido se lleve adelante el ofrecimiento de la prueba documental, esperándose los alegatos de las partes para el día de mañana. Por el Ministerio Público Fiscal la represenación está a cargo de la fiscal general María Tolomei, acompañada por el funcionario Enrique Katenmeier y la querella la lleva adelante Germán Kexel. El doctor Lisandro Benítez defiende a Carlos Pato, mientras Gustavo Castro representa legalmente a Sergio Castillo, Aníbal Muñoz, Héctor Ortiz y Carlos Treuquil.