Hasta cerca de las 21 se extendió la jornada de ayer en la sala de audiencias del sexto piso de tribunales, relacionada con el juicio oral y público mediante el cuál se ventila lo sucedido el 18 de enero de 2012 en la seccional segunda de policía, resultando víctima Maximiliano Almonacid y por lo cuál se encuentran involucrados cinco policías. Con un cuarto intermedio entre las 13,30 y las 17, se desarrollaron hasta la noche los alegatos, completando los mismos, luego del Ministerio Público Fiscal, la querella particular de la familia víctima, representada por Germán Kexel y los defensores Carlos Del Mármol y Gustavo Castro,  de Héctor Ortiz, Sergio Castillo, Aníbal Muñoz y Carlos Treuquil, además del defensor público Lisandro Benítez, por el acusado Carlos Pato.

   El querellante expuso sobre profusa doctrina para acreditar fundamentalmente la gravedad de la tortura ejercída sobre la víctima, enfatizando en los cambios que los hechos produjeron en la personalidad de Maximiliano, solicitando al tribunal que Castillo, Ortiz y Pato sean condenados por vejaciones, en tanto que pidió condena para Treuquil y Muños en base a los delitos de vejaciones en concurso real con tortura, a diferencia de la fiscalía, que a través de la fiscal general María Tolomei  había pedido sean sentenciados por vejaciones, abuso sexual gravemente ultrajante y tortura.

Víctimas

  Luego hizo uso de su derecho a la palabra el padre de la víctima Fernando Almonacid quien manifestó: “estoy aquí pidiendo por mi hijo y por todos los chicos que sufren maltrato, ya que no quiero ningún Maxi más, ningún Antillanca, porque la policía debe estar para cuidar y no para maltratar”. Destacó que su hijo cambió totalmente después de los hechos, y es doloroso que lo ensucien como lo hacen por las redes sociales, sugiriendo que son los mismos que lo lastimaron: “lo único que le da fuerzas para seguir adelante es su hija, que con mucha voluntad tuvo a los 17 años, porque quiso demostrar que es hombre, que no es puto como se dice de él”, manifestó.

  Dijo mas adelante que es verdad que se quiso matar, pero él como padre siempre recalcó a sus hijos que los cobardes solo se matan. Señaló que no había necesidad de haber llegado a esto, con solo 16 años lo maltrataron, lo violaron, para completar diciendo: “estos señores que están acá acusados, si pueden llamarse señores, le robaron a mi hijo sus sueños, su juventud, sus amigos, toda su vida”.

Defensas

  Después vino el turno de las defensas, que intentaron marcar inconsistencias en el alegato fiscal, al aseverar que el relato de la víctima se ha modificado considerablemente, perdiendo credibilidad a través del tiempo. Tanto Del Mármol como Castro fueron marcando lo que habrían hecho cada uno de sus defendidos en aquella mañana, para desechar la hipótesis de la fiscalía, y manifestando que el tribunal debe proceder a la absolución de Muñoz, Treuquil, Ortiz y Castillo, al sugerir también que como mínimo existe una duda razonable. De la misma forma, Lisandro Benítez se explayó sobre el accionar de su defendido, basándose en los propios dichos de Carlos Pato, a la vez que remarcó las consecuencias tanto en lo laboral como en lo personal que acarreó todo lo sucedido a su cliente, pidiendo la respectiva absolución.

   Luego de algunas réplicas de las partes, ya en el final de la jornada los acusados se dirigieron al tribunal pidiendo la aclaración de los hechos, declarándose cada uno inocente de las acusaciones que son objeto.

Veredicto

  Ya cerca de las 21, el tribunal de enjuiciamiento, integrado por Marcelo Nieto Di Biase, Fabio Monti y Ana Laura Servent, convocó a las partes y el público en general para mañana viernes a las 12 en la misma sala de audiencias, donde dará a conocer el veredicto, finalizando de esta manera lo que fue el segundo juicio oral y público, luego del reenvío efectuado por la cámara penal del Superior Tribunal de Justicia, tras la anulación parcial de la sentencia que absolvía a los cinco policías juzgados.