En una nota brindada a diario Jornada y canal 3 de Trelew, el médico forense Diego Rodríguez Jacob se explayó sobre los estudios realizados con restos cadavéricos, pertenecientes a la pequeña Zumara Orias, aclarando sobre diversos aspectos referidos al trabajo que realizan los profesionales pertenecientes al cuerpo médico forense en estas circunstancias. La nena desapareció a fines de diciembre de 2014 y apareció casi un mes después en una chacra de esta ciudad.

  Menciono el médico que el organismo donde trabaja pertenece a la judicatura, área independiente del Ministerio Público Fiscal pero responde a las requisitorias de los fiscales, como en este caso las solicitadas por el fiscal general Fabián Moyano. Especificó que se puede hablar de un exámen de restos cadavéricos y no de autopsia médica legal, ya que esta última se efectúa sobre un cadáver entero, pero en este caso no se halló el cuerpo entero.

  Dijo más adelante que se hizo un informe preliminar, describiéndose todo lo recibido en cuanto a la parte médica, tomándose fotografías y radiografías, no resultando necesarios otros estudios al tratarse de huesos. Queda por realizar el análisis histopatológico con coberturas de piel o tejido, los cuál se lleva adelante en Comodoro Rivadavia.

  Refirió también a un estudio que se efectúa en un centro de Buenos Aires, para la posible detección de plancton, aclarando que si aparece en la médula ósea orientaría con aproximación a que los restos estuvieron en el agua. El doctor Fabián Moyano envió muestras que se tomaron y los propios profesionales sugirieron que se evaluara de esa manera.

  Respecto al cráneo, indicó que el mismo está en una oficina de secuestros biológicos, tomándose fotos y el mismo día de la pericia el papá estuvo presente. Al tratarse de cuestiones muy fuertes, señaló que le explicó la finalidad del exámen, exhibiéndole las fotografías. El hombre vió el cráneo, el cabello, las características y entendió que era su hija, evitándose la muestra directa de las partes para evitar un trauma mayor.

  Si bien se trata de hechos tan traumáticos, las dudas surgidas hacen a la necesidad de aclarar que lo que se encontró fue un cráneo con cuero cabelludo, un antebrazo con una manito, dos piernitas con pies, no todo el muslo. Huesos, costillas, vértebras, homóplatos, sin cobertura de tejidos. Las partes, como dice la medicina legal, que tienen piel y tejidos, los que dejados a temperatura ambiente podrían descomponerse, fueron colocados en formol, siendo éste un conservante que permite retenerlo hasta que terminen los estudios, en tanto los huesos se conservan en frío.

  Por otro lado y consultado sobre la  solicitud del abogado particular de la familia, quien pidió un ADN, el doctor Rodríguez Jacob respondió que el sector donde se podían tomar muestras en ese sentido, que habitualmente es debajo de las uñas, al estar la piel tan disecada y acartonada y estar expuesta al medioambiente, no permite tomar muestras de relevancia.

  Confirmó ante las periodistas que todo está conservado, preservándose en la oficina de secuestros biológicos. Un hueso se tuvo que romper para el estudio de médula ósea y parte del tejido fue enviado a Comodoro Rivadavia. Manifestó el médico que no se pudo establecer el motivo de la muerte, debiendo tenerse en cuenta que se tienen las partes ya mencionadas, no habiendo tórax, corazón, pulmón, hígado, bazo, órganos abdominales ni cavidad pélvica.

  Finalmente, ratificó que se están esperando los estudios complementarios que podrían determinar como se separaron los órganos del cuerpo. Macroscópicamente, lo que uno ve con los ojos permiten hacer observar que hay desgarro de tejidos y óseos, lo que pudo haber sido por un animal, no con algo de filo en donde el corte sería neto, expresó el doctor Rodríguez Jacob ante las representantes de los medios periodísticos.