Trelew

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Juicio por muerte de Antillanca: declararon culpables del homicidio a tres policías y a otro por encubrimiento

  El tribunal de enjuiciamiento conformado por los doctores Adrián Barrios, Darío Arguiano y Marcelo Nieto Di Biasse, resolvió declarar la culpabilidad de Martín Solís, Jorge Abraham y Laura Córdoba, como autores penalmente responsables de homicidio calificado, artículo 80 inciso 9 del código penal, en perjuicio del joven Julián Antillanca, en un hecho ocurrido el 5 de septiembre de 2010 en Trelew. En la misma resolución, los jueces determinaron que el ex comisario Carlos Sandoval es culpable de encubrimiento agravado, artículos 277 inciso 1, a y b, 3 a y b y 45 del código penal, quedando absuelto Pablo Morales, al no haberse acreditado fehacientemente durante el juicio, su participación en lo sucedido.

Sala llena

  La sala de audiencias de la cámara del crimen, ubicada en el sexto piso de tribunales, aunque reducida en sus dimensiones, se vió colmada de familiares de los acusados y allegados a la familia de la víctima, en tanto el acceso principal al lugar se vió desbordado, por lo que se utilizó un sistema de audio mediante el cuál, los presentes fueron siguiendo la lectura del veredicto, a cargo de la directora de la oficina judicial, Sandra Binder, en representación de los magistrados.

Reacciones

  En este marco, al momento de conocerse la decisión, las diversas reacciones del público y los acusados, generaron algún momento de tensión y confusión, que obligó a un inmediato cuarto intermedio, mientras se oían cánticos exclamando por justicia de un lado, y reclamos hacia los jueces, la parte acusadora y los padres de Julián, del otro. Al regresar a la sala para dar lugar a dirimir la fecha en que tendrá lugar la cesura de pena, solo estaban los familiares de los policías, quienes junto a éstos se expresaban a viva voz, lo que obligó al desalojo de la sala. Sin embargo, el presidente del cuerpo colegiado, Adrián Barrios, permitió que volvieran a hacer uso de la palabra, situación que duró varios minutos en los que hablaron Abraham y Solís, deslindando responsabilidades y proclamándose inocentes.

Prisión preventiva

  Posteriormente, tras otro cuarto intermedio, la fiscal general Mirta Moreno solicitó la prisión preventiva de los cuatro policías, entendiendo que al haber sido hallados culpables y próximos a la imposición de una pena, teniendo en cuenta el tenor de los delitos endilgados, existe el peligro de fuga. Tanto Abraham y Solís cumplen una condena por el caso de los hermanos Aballay, donde fueron involucrados por apremios ilegales, en la misma noche de la muerte de Julián, en tanto Sandoval también tiene sobre sí una pena en suspenso, y si bien el encubrimiento tiene un mínimo de tres años podría llegar a tener alguna ejecución efectiva. La fiscal expuso que a Laura Córdoba podría pesarle además el riesgo de entorpecimiento, ya que familiares habrían amenazado a una de las testigos principales en este juicio, presente entre el público.

   Habiendo deliberado, los magistrados dieron a conocer sus votos, coincidiendo en la prisión preventiva para Solís, Abraham y Córdoba, a partir del peligro de fuga y rechazando el de entorpecimiento para la última mencionada, mientras que impuso medidas sustitutivas a Carlos Sandoval, consistentes en la firma del libro en la oficina de ejecución hasta el momento del debate de pena, que finalmente se llevará a cabo el jueves 30 de julio, a partir de las 9, según comunicaron.

Impugnación

  Sin embargo, el defensor Gustavo Castro presentó impugnación de lo resuelto por los jueces en lo que respecta a la prisión preventiva mientras esta condena no esté firme, solicitando la revisión de esta medida por otros tres jueces, lo que deberá realizarse dentro de las próximas veinticuatro horas. Esperando ese evento, los tres acusados fueron trasladados a la alcaidía policial, cumpliendo con lo dispuesto.

Veredicto

  Los integrantes del tribunal fallaron unánimemente en el veredicto, descartando la nulidad de un procedimiento, que había sido presentada por los defensores Gabalachis y Castro durante la extensa jornada de alegatos efectuada el viernes, mediante la que ponían en crisis lo actuado respecto del secuestro correspondiente al móvil policial 234, por no cumplirse, decían, con lo estipulado por los códigos en lo que hace a la preservación de elementos de prueba. Es que justamente en ese vehículo se habían encontrado restos genéticos pertenecientes al linaje Antillanca, siendo una prueba fundamental para sustentar la acusación.

  La doctora Moreno, apoyada por la querellante Verónica Heredia, había considerado este pedido como extemporáneo, aludiendo al artículo 178 del código procesal penal que da cuenta de esta situación.  Por otra parte, durante el juicio, quien trasladó el móvil para su inspección, dio cuenta de haber observado durante el trayecto volar un precinto desde una de las puertas laterales, siendo esto valorado por los jueces para dar validez al informe del doctor Corach respecto a lo analizado.

   También valoraron los colegiados a las deposiciones efectuadas por las testigos principales, que como dijera durante los alegatos la fiscal, pudieron observar el inicio y el final de la trágica noche de Julián Antillanca. Una de ellas manifestó haber visto cuando tres policías sometían al joven con golpes de diversa índole en la rotonda 5 de octubre, en tanto la otra testigo pudo registrar junto a una amiga el momento que Julián era depositado en Rivadavia y Patagonia  por parte de dos policías, pudiendo reconocer a Martín Solís como uno de ellos.

  El veredicto fundamentó el valor que se le dio a cada una de estas pruebas, echando por tierra algunas contradicciones mencionadas en los extensos alegatos por la defensa, que había puesto énfasis en la falta de credibilidad de las testigos, mas allá de la nulidad pretendida ya mencionada. Sí tuvo en cuenta el tribunal la existencia de los partes transcriptos por la policía para absolver a Morales, quien estaba sospechado de haber conducido el patrullero 234 en aquel momento, cosa que no pudo acreditarse.

  Por otro lado, no pudo salvar su responsabilidad el comisario Sandoval, mas allá de intentar despegarse de los hechos, indicando oportunamente que había un preventor y una oficial a cargo de las investigaciones. Los jueces estimaron que no existió voluntad para intentar aclarar los sucesos, detallando las actuaciones llevadas adelante que implicaron el tratar de encubrir a los involucrados.

Paciencia y constancia

  Muchas fueron las instancias vividas en el transcurso de este intenso juicio, con extensas jornadas, de las que sobresale la vivida el viernes con el desarrollo de los alegatos y la declaración de los padres de Julián. Fue César Antillanca quien enfáticamente expresó en esa oportunidad el trabajo arduo llevado adelante para completar la acusación, dirigiéndose a los acusados a quienes llamó “cobardes”, por haber terminado con los sueños, la esperanza y la vida de un joven, a la vez de indicar que alrededor de Juliá mataron a muchas personas y reiteró la cobardía al decirles que mentían a sus propias familias. Mas adelante sentenció que su lucha y sus lágrimas le daban fuerza para seguir y se sentía montado en una nave empujada por dos vientos: el de la paciencia y la constancia, habiendo llegado hasta aquí con los despojos de Julián, luego de haber depositado en el lugar algunas pertenencias y fotos de su hijo.

   El 1ro. de julio de 2013, la sala penal del Superior Tribunal de Justicia, constituída por los doctores Daniel Rebagliatti Russell, Alejandro Panizzi y Jorge Pfleger , hicieron lugar a la impugnación presentada por el Ministerio Público Fiscal, anulando el fallo emitido en la sentencia 893 de octubre de 2012 por los doctores Alejandro Defranco, Ivana González y Ana Laura Servent, resolviendo el reenvío de la causa para la realización de un nuevo juicio que hoy, luego de varias jornadas, tiene su veredicto.

  El 30 de julio a las 9 se debatirá la pena que se impondrá a los declarados responsables, aunque la sentencia no puede considerarse firme para un cumplimiento efectivo, quedando aún recursos que las partes pueden utilizar apelando lo resuelto.

César Antillanca siempre asistido por el servicio de asistencia a la víctima  antillanca_nuevo_juicio_veredicto_011  Las manifestaciones del público presente  Jorge Abraham al momento de escuchar el fallo  Los acusados y detrás el público presente  Solís habla al tribunal, Abraham escucha  El padre de Julián expresándose  El abogado Gustavo Castro, luego de conocerse el veredicto

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