Luego de un cuarto intermedio se prosiguió con los alegatos durante el juicio por estafa con terrenos de seros que se lleva adelante en salas de la oficina judicial ubicadas en el tercer piso de los tribunales en Trelew. En la oportunidad siguió su alocución el Ministerio Público Fiscal representado por el fiscal general Gustavo Núñez y Rubén Kholer.

El fiscal Núñez retomó la palabra aludiendo a la estafa como delito en el cuál se encuentran involucraos los tres acusados, a partir de la documentación y las pericias llevadas adelante. Remarcó el perjuicio causado en los damnificados quienes abonaron cerca de 98 mil pesos cada uno causando un daño patrimonial evidente, además de generarles una incertidumbre tremenda al punto de no saber ni siquiera donde están ubicados los terrenos en cuestión.

Posteriormente fue detallando cada uno de los diez casos acreditados, donde los perjudicados trataron siempre con los integrantes del círculo policial, dejando constancia que habían vendido la mitad de los lotes de la manzana 441, ubicados sobre Pellegrini y López y Planes de Trelew. En todas las situaciones, los testimonios coincidieron en la metodología utilizada con la firma del contrato por parte de Rossi y la secretaria, donde se les hacía saber el monto de la cuota que les era descontada de entre 3500 y 3800 pesos, y casi todos llegaron a pagar unos 98 mil pesos, que fueran administrados por Quiloleo quien era tesorero del círculo policial.

Finalmente el funcionario Kholer indicó que se ha probado en cabeza de Juan Carlos Rossi el delito de tenencia de arma de guerra sin autorización legal. Esto se considera grave y se probó en base al allanamiento realizado en sede del círculo policial en la oficina del involucrado. En dicho procedimiento, mientras se buscaba documentación se da con el arma en uno de los armarios en ese lugar. Se explayó sobre el particular dando características del arma hallada sin que la misma estuviera registrada.

La defensa no puede alegar ni un error ni una falta de conocimiento ya que Rossi fue jefe de unidad en Puerto Madryn y tuvo que pasar por los diferentes estamentos de la carrera policial. Por lo tanto conocía la legislación y es evidente que la quiso llevar a su casa.

La calificación legal es para Pablo Fossati el delito de falsificación de instrumento público, un hecho en concurso real con fraude a la administración pública, un hecho. A Juan Carlos Rossi se le enrostra el fraude a la administración pública un hecho, estafa simple diez hechos, y tenencia de arma de guerra sin autorización legal y a Nelson Quilaleo fraude a la administración pública, un hecho y estafa simple, diez hechos.