La resolución fue adoptada durante una audiencia de revisión en la que el Ministerio Público Fiscal, representado por la fiscal general Griselda Encina, informó sobre elementos colectados que van engrosando la investigación, respecto a la responsabilidad que les cabe a Cristian Tureo y Nicolás Cerecero en un hecho ocurrido el 5 de julio de este año, después de las 22, en perjuicio de varias personas que se encontraban en un supermercado chino, ubicado en inmediaciones de la calle Love Parry entre Urquiza y Moreno de esta ciudad.

    De acuerdo a lo expuesto durante la audiencia de control que se realizó el 7 de julio, los imputados y otro individuo que no pudo ser detenido, actuaron en forma violenta y con utilización de arma de fuego con la que amedrentaron al propietario y varias empleadas. De este modo, se hicieron de varios elementos, entre ellos camperas, carteras y también la caja registradora, la que trataban de abrir cuando fueron encontrados por efectivos policiales que habían sido alertados, comenzando una persecución. En el procedimiento fueron detenidas las dos personas, mientras que la tercera de ellas logró fugarse sin poder ser hallada. Al momento de la aprehensión se les secuestraron los elementos sustraídos, como así también a uno de ellos se le encontró el arma utilizado en el hecho.

  Durante esta audiencia, la fiscal comunicó acerca de la pericia realizada sobre el arma secuestrada y utilizada en forma amenazante contra las víctimas y se trata de un calibre 22 que no está registrada, lo que confirma la ilegalidad de su tenencia. Por otra parte se constató que es apta para disparo y estaba con los cartuchos de bala correspondientes. También se verificó que el botín sustraído fue de 130 mil pesos, con billetes de diferente valor y 1500 dólares. Además se hicieron de la llave de un vehículo perteneciente al propietario, y puede observarse mediante imágenes de cámaras de seguridad el accionar de quienes ingresan al local.

  La inmediata reacción del propietario solicitando ayuda y llamando a la policía permitió detener a los imputados en el barrio Uocra 2, donde transitaban en una moto conducida por Cerecero, que además conocía el movimiento y particularidades del comercio por haber trabajado como empleado en el lapso de un año aproximadamente,  cuestión que fue confirmada por el perjudicado.

  Mas allá de las objeciones manifestadas por Juan Salgado, defensor de Cristian Tureo y Abdón Manyauix en representación de Nicolás Cerecero, la Jueza Mirta Moreno acordó con el Ministerio Público Fiscal, al considerar que se encuentran reforzados los indicios y subsisten los riesgos procesales de fuga y entorpecimiento, para determinar la continuidad de la prisión preventiva por el término de un mes, tal lo pedido por la doctora Encina, lapso en el que se llevarán adelante diversas medidas con el fin de completar la correspondiente acusación. La calificación esgrimida es la de robo agravado por uso de arma y en poblado y en banda, además de tenencia ilegal de arma en la persona de Tureo.