En la jornada nro. 122 del Juicio Oral y Público conocido como Megacausa, se llevó adelante parte del alegato en defensa de los hermanos Héctor y Orlando Fernándes, que está a cargo de los Dres. Oscar Pandolfi y Maximiliano Rusconi. Sustentando el mismo en fuertes críticas hacia la querella y la fiscalía, los abogados indicaron tener razones suficientes para utilizar la ironía.

  Una de las críticas versó sobre la utilización del lenguaje tecnológico efectuado por los acusadores, según indicó el Dr. Rusconi al decir que cuando un alegato contiene mucho uso de medios audiovisuales quiere decir que algo no anda bien y se transforma en un elemento de distracción. Sin embargo, en el transcurso de la exposición, los profesionales se apoyaron en prolijos armados de power point para mostrar declaraciones en medios gráficos, e inclusive la emisión de un video mostrando un programa del año 2001 donde efectuaba declaraciones el ex Procurador General, Dr. Samamé.

  Mediante esta proyección, donde se oye al Dr. Samamé hablar de la causa, el Dr. Pandolfi indicó que se demostraba el plan pergeñado en contra de los imputados, manifestando que esto hiere de muerte la institucionalizad mínima de nuestra provincia.

  Antes de esto, se hizo referencia de parte de las defensas sobre el contrato del Banco del Chubut con la actual querella, a la cuál el Dr. Pandolfi sindicó haber dibujado la teoría delictiva, debido a la claúsula que establece el pago de una determinada cifra si sus defendidos son condenados. Dio a entender que existe inmoralidad implícita en el mencionado contrato, alegando contra la insólita petición de nulidad de las escrituras correspondientes a los lotes dados en cancelación de deuda, siendo este un pésimo negocio si se accede a esta petición.

  También arremetió contra el contrato del Banco, y los contadores Grosso, Sheridan y Cabanas, a través del Ministerio Público, calificándolo de ilícito. Los contadores merecieron pletóritos calificativos tropicales de toda naturaleza, además de cumplir un triste papel durante el juicio.

  También dedicaron buena parte a lo que llaman interferencias políticas, proyectando recortes de diarios donde se leían opiniones vertidas por el gobernador de la provincia, pasando por los diputados García y Touriñán y otras figuras políticas, haciendo mención al artículo 109 de la Constitución Nacional que prohíbe interferir al Poder Ejecutivo con otros poderes, especialmente el judicial.

  En otra parte dijeron que el planteo del Ministerio Público Fiscal fue el de un juicio mediático. En este aspecto, el Dr. Pandolfi dijo que el líder de los fiscales ha trabajado para los medios, ya que ha sido primera figura de un canal, personaje central de una radio y columnista de un diario, sin mencionar los medios. También apuntó sus críticas hacia la información de la propia Fiscalía, diciendo que una gacetilla se entrometió con cuestiones íntimas de los imputados, mereciendo el repudio en una jornada de este juicio, para agregar según su entender que una persona había sido despedida por este tema.

  Después, yendo a los verdaderos intereses de sus clientes, dijo que estos tuvieron voluntad de pago de sus deudas desde 2001, cuando en mayo de ese año el grupo de los hermanos fue calificado como irrecuperable, dando a conocer en forma cronológica las diversas cancelaciones llevadas adelante. La acusación de la querella debería ser declarada nula, dijo el Dr. Pandolfi, quien se explayó sobre legislación que motivava tal pedido y dejando constancia que harían las reservas del caso.

  En tanto el Dr. Rusconi puso el acento en que el derecho penal no es un sistema de aproximación, indicando que los acusadores partieron de una hipótesis y utilizaron dos o tres indicios para inducirla. La querella y fiscalía han tenido problemas porque los imputados son inocentes, entonces es lógico que obtener pruebas se torne difícil, preguntándose cuál es la consumación de la maniobra, respondiéndose que tal vez fuera la entrega del dinero a sabiendas que no podía ser devuelto, entre otras cosas. “No se cuando comenzó y cuando terminó el delito”, remató.

  El Doctor Pandolfi, al igual que otros defensores remarcó la falta de sustanciación debiendo haber sido anulada la elevación a juicio, ya que quien instruye no puede juzgar. Pidió la nulidad de todo lo actuado y el sobreseimiento de los imputados.

  Entre otras razones para solicitar las nulidades expuso sobre las instrucciones vertidas por el ex Procurador General, expresando que todas las resoluciones deberían estar fundadas en el derecho y nadie puede decidir a quien se juzga y a quien no, haciendo alusión a las penurias sufridas por los imputados, como consecuencia de pasiones malsanas de una persona, acompañada por otra que ambicionó logros personales con todo esto, y en cierta forma los consiguió. Otra de las nulidades mencionadas estuvo dirigida a la forma en que el Tribunal resolvió las nuevas recusaciones durante este juicio, sin dejar que el tratamiento de las mismas fuera hecho por otro Tribunal, exponiendo sobre el ejemplo de la causa Cromañón cuando Chabán recusó al Tribunal y recibió el rechazo pero de otro.

  Tampoco ahorró críticas al momento de hablar de la elevación a juicio: “este juicio se desarrolló sobre una base que no existe”, dijo Pandolfi, para agregar que se ha llevado adelante una audiencia sin acusación válida, debido a la forma defectuosa que procedió el Juez de instrucción. Nada había cambiado, según indicó, en el segundo auto de elevación, solo había pasado tiempo, llegando a calificar a las acusaciones como técnicamente incongruentes.

  El alegato de los defensores de los hermanos Héctor y Orlando Fernándes es el último de las defensas participantes en este Juicio Oral y Público, el que continuará mañana (jueves) a partir de las nueve en el Teatro Verdi de Trelew, bajo la regencia del Tribunal integrado por el Dr. Roberto Portela como presidente, acompañado por la Dra. Laura Servent y el Dr. Darío Arguiano.