En la continuidad del juicio oral y público contra Carlos Barbato, su esposa Erica Perrone, su padre Carlos Mario Barbato y el chofer del primero Adrián Quinteros, en horas de la tarde de este lunes siguieron declararon entre los primeros testigos un escribano, un electricista domiciliario y un arquitecto, entre otros.
Todos se refirieron a la compra del terreno en Playa Unión, donde se construyó en el año 2017 una vivienda de dos plantas y tres habitaciones con un quincho en la parte posterior, como parte de los bienes adquiridos y que son el sustento de la investigación realizada por los fiscales generales Omar Rodriguez y Alex Williams.
El primero fue un escribano que firmó la escritura de traspaso de un terreno de 300 metros cuadrados en Playa Unión. La vendedora fue Débora Perrone. La compradora, su hermana, la actualmente imputada en la causa, Erica Perrone. Se vendió en abril del 2017 a un costo de 200.000 pesos.
Luego declaró un electricista que realizó tareas en la vivienda. Se trata de Ariel Posse que calificó como “normal” el nivel constructivo de la vivienda en donde realizó tareas parciales para finalizar la instalación eléctrica.
Posse fue contratado por el arquitecto Alejandro Bertorini que también declaró en el debate y dijo que la construcción de la casa de 200 metros cuadrados de Playa Unión “es de un nivel medio alto sin ser lujosa”.
Agregó que se construyó entre los años 2017 y 2019 y que en la actualidad ese nivel constructivo es de unos 150.000 pesos por metro cuadrado. Se refirió al contrato de sus servicios por parte del matrimonio Barbato indicando que “nunca hubo atrasos en los pagos y en la compra de los materiales para la ejecución del inmueble”.
A quienes están sentados en el banquillo de los acusados, se les imputa el delito de enriquecimiento ilícito. A Carlos Barbato en carácter de autor y a su esposa, su padre y su chofer en carácter de partícipes necesarios.
-Producido por el Área Comunicación Institucional del Ministerio Público Fiscal del Chubut, Oficina Rawson.