Concluyen con la prueba documental y testimonial del juicio

El jueves pasado se desarrolló la segunda jornada del juicio oral y público referido al hecho acontecido el pasado 8 de agosto de 2010, al costado del supermercado la Anónima del barrio 9 de julio, en el cual perdiera la vida el agente Héctor Manquepan y que tiene como único imputado a Jonathan Moreira Cironi. En la jornada se dio por agotada la etapa de ofrecimiento de prueba, tanto testimonial como documental y para el viernes se esperan los alegatos de las partes.

El tribunal de juicio fue presidido por Mariano Nicosia, e integrado por Raquel Tassello y Mariel Suárez, por el Ministerio Público Fiscal asistieron Marcelo Cretton, fiscal general y Mónica García, funcionaria, la querella en representación de la madre de la víctima oficiada por Edgardo Veuthey, y la defensa del imputado ejercida por Esteban Mantecón, Ricardo Amado y Silvina Sanabria de la Defensa pública.

En un primer momento se les tomó juramento de decir verdad a los ocho testigos que concurrieron a la sala, previamente a ser informados por las penalidades establecidas en la ley para el falso testimonio. La primera testigo fue la bioquímica del área de Criminalística de la policía, quién se refirió a los resultados negativos del dermonitrotest, realizado a la víctima Manquepan, y del hisopado al arma secuestrada.

Seguidamente se escucho el testimonio del Jefe de Criminalística, Cristhian Ansaldo, sobre la inspección que realizó en el lugar del hecho y las evidencias que se levantaron, vainas servidas, el lugar donde se encuentra el arma reglamentaria, entre otras. El tercer testimonio fue el de un compañero panadero del imputado, Cesar Villarroel y luego el de Calixto González, responsable del Cuerpo Médico Forense, quién practicó la autopsia al cuerpo de la víctima y se refirió  la causa de su muerte.

Uno de los testimonios más relevantes del día, fue el de una compañera de trabajo del imputado que recordó haber recibido mensajes de texto en su celular, que provenían de Moreira Cironi, diciendo que “necesitaba un favor”, que “lo del domingo fui yo, no quise hacerlo”. Luego se entera por la radio con sus compañeros de trabajo que había sido detenido en la causa. Para concluir, depusieron dos agentes de policía, uno sobre la apertura de celulares secuestrados, y otro compañero de servicio de la víctima, como también el testimonio de la dueña de la panadería donde trabajaba Cironi.