Estudiantes secundarios visitan instalaciones de fiscalía
El pasado miércoles estudiantes secundarios del colegio Martín Rivadavia visitaron las instalaciones del Ministerio Público Fiscal, donde se les brindó una pequeña charla informativa sobre la justicia penal ordinaria, en tanto que finalizó el encuentro con la participación de los alumnos como público en un debate en sede de los tribunales de Monseñor D’andrea y Portugal del barrio Roca.
El proyecto se denomina "Conociendo la justicia penal de mi ciudad, acercando la fiscalía al nivel secundario" y se encuentra enmarcado en el plan de desarrollo estratégico del Ministerio Público Fiscal. Específicamente dentro del tópico correspondiente al área de Comunicación Institucional, cuando se refiere a acercar la fiscalía a la sociedad, o “generar vías directas de comunicación con los ciudadanos”[1]; en este caso con alumnos de tercer año de la secundaria que cursen la materia "Formación Ética y ciudadana".
La finalidad del proyecto es fortalecer la imagen institucional de la fiscalía explicando su funcionamiento dentro del sistema jurídico penal actual. Desde la formulación de una denuncia en sede policial, su ingreso al Ministerio Público, hasta la finalización del proceso, ya sea mediante una solución alternativa del conflicto, un archivo o un juicio.
A los concurrentes se les ofreció una breve introducción, por parte de la funcionaria de fiscalía, Mónica García, sobre el sistema penal adversarial acusatorio vigente en la provincia del Chubut. Seguidamente se les exhibió un video de una audiencia preliminar y se realizó un recorrido por distintos sectores de la fiscalía. Finalmente los alumnos concurrieron como público a un juicio oral en sede de los tribunales penales del barrio Roca.
Respecto a la opinión de los protagonistas sobre el encuentro, la docente refirió que le parecía muy importante la iniciativa por parte de la fiscalía, en tanto que los alumnos refirieron que les gustó, y que le “hubiese gustado quedarse más tiempo” en el juicio, para ver “que decían los testigos”. Otra alumna relataba que “tienen un lenguaje muy complicado para entender”, en alusión al debate, “pero está bueno”; y una tercera vio que la “que defendía al acusado no tenía una prueba bastante real como para dar testimonio”.
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