La Fiscalía aseveró que Barrientos asesinó a Corzo con una “conducta intolerable en el marco de una convivencia social”. En la audiencia declaró la abuela del imputado. La Defensa se refirió a la co culpabilidad del Estado. La sentencia definitiva se conocerá el 2 de septiembre. El Ministerio Público Fiscal representado por el doctor Daniel Baez, solicitó al tribunal de la Cámara del Crimen de Puerto Madryn la sentencia de prisión perpetua para Gastón Barrientos, al tiempo que requirió declararlo reincidente por segunda vez tomando en cuenta otros delitos que el imputado cometió con anterioridad. Pidió también se aplique la accesoria de reclusión por tiempo indeterminado prevista por el Art. 52 de acuerdo a lo establecido en el primer párrafo del Art. 80 del Código Penal. La Querella adhirió al pedido de la Fiscalía. La sentencia definitiva se dará a conocer el próximo martes 2 de septiembre a las 12.30 horas. PRISIÓN PERPETUA En el tramo final del juicio que investiga el homicidio del cabo de la Policía del Chubut Carlos Corzo cometido la noche del 9 de junio del año pasado, la Fiscalía se refirió a la aplicación de la pena de prisión perpetua al imputado. El Fiscal Daniel Baez adujo que Barrientos ejecutó al Cabo Corzo “en forma deliberada e intencional con un arma de fuego calibre 9 mm sin que la víctima tuviera la mínima posibilidad de defensa o prevención”. Agregó además que de lo probado en el juicio, surgió con claridad que el imputado luego de herir a Corzo “le tomo el pulso y lo remató con un último disparo en la espalda, asegurando la muerte del policía con una conducta desmedida e intolerable en el marco de una convivencia social”. Hizo referencia además a que Barrientos luego de herir a Corzo, contaba con un abanico de posibilidades entre las que se encontraba la de huir del lugar, pero sin embargo optó por matarlo. Con esos fundamentos, la Fiscalía consideró adecuada la prisión perpetua y aseveró que “no se debe permitir que personas como Barrientos convivan con el resto de los ciudadanos”. MATAR A UN MIEMBRO DE LAS FUERZAS DE SEGURIDAD PÚBLICA Baez se refirió a la vida humana como un bien jurídicamente protegido y cuya vulneración conlleva las penas mas severas del Código Penal. Reseñó también lo establecido en el Art. 80 inc. 8° del C.P. que alude a la calidad de funcionario público que ejercía Corzo al momento de ser asesinado. Determinó que el policía dejó la vida cumpliendo su función de velar por la seguridad de los demás, por lo que “la perdida irreparable de la vida de Corzo también es una perdida irreparable para la sociedad”. REINCIDENCIA POR SEGUNDA VEZ Respecto el pedido de reincidencia por segunda vez, el Ministerio Público Fiscal consideró que existen informes objetivos del Registro Nacional de Reincidencia y de la Cámara Primera en lo Criminal de General Roca que dan cuenta del camino delictual que eligió vivir Barrientos. Realizó un repaso de las condenas del imputado, entre las que destacó homicidio simple, coacción, evasión, robo calificado por el uso de armas, tenencia de arma de guerra y de uso civil sin la debida autorización y encubrimiento agravado por lucro. Baez recordó también que en el lapso de tiempo comprendido entre el 12 de mayo y el 7 de agosto de 2007 cuando Barrientos se fugó de un penal de General Roca donde cumplía una pena de 19 años de prisión que agotaba el 15 de febrero de 2017, cometió el asesinato de Corzo “lo que demuestra claramente la alta peligrosidad de Barrientos en libertad” concluyó. LA DECLARACIÓN DE LA ABUELA DE BARRIENTOS Apenas iniciada la audiencia, la Defensa Pública auspició el testimonio de la abuela materna de Gastón Barrientos, quien relató la penosa vida que transitó su nieto que ingresó a los 13 años a un instituto de menores y luego peregrinó sistemáticamente por diversas instituciones de Río Negro y Buenos Aires hasta lograr la mayoría de edad y caer preso varias veces. La anciana manifestó que Barrientos “fue maltratado toda la vida” y realizó una dura crítica a la justicia de menores al señalar que: “nosotros creíamos que iba a reintegrarse a la sociedad”. Luego de relatar las dolencias físicas y psicológicas de su nieto, pidió autorización al tribunal para “darle un beso” y se despidió entre lágrimas expresándole “te amo hijo más que nada”. Al respecto, el fiscal Baez aseveró que Barrientos no permaneció toda la vida preso y cuando se encontró en libertad cometió sendos delitos. Expresó además que el único imputado en la causa  “no es un delincuente casual, sino que hace lo que quiere y si tiene un problema con la policía sabe como solucionarlo: matando”. EL PEDIDO DE LA DEFENSA Por su parte, la Defensa Técnica del imputado desestimó lo solicitado por la Fiscalía y la Querella y se refirió a la co culpabilidad del Estado, al señalar que Gastón Barrientos prácticamente pasó toda su vida a cargo de la justicia y que “evidentemente el Estado hizo algo mal, porque no ha cumplido minimamente con los deberes ni cuando era niño ni en su adultez”, esto en referencia al carácter de resocialización de la pena.