El tribunal integrado por los doctores Adrián Barrios, Darío Arguiano y Marcelo Di Biasse determinaron conceder la suspensión de juicio a prueba para Gabriela Bidera, quien lo había solicitado al iniciarse esta jornada, continuando luego el juicio oral y público por la muerte de Julián Antillanca, ocurrida el 5 de septiembre de 2010, y por la que se acusa a varios policías.

  A las 15, luego del cuarto intermedio dispuesto al mediodía, los magistrados comunicaron la resolución por la cuál se aceptó imponer trabajos comunitarios en una escuela de Puerto Madryn a Gabriela Bidera, en el transcurso de dos años con una carga horaria de sesenta horas. De esta forma se hizo lugar a la solicitud de la defensora María Laura Martensen, la que contó con el acuerdo de la fiscal general Mirta Moreno y la oposición de la querellante Verónica Heredia.

   Una vez resuelta esta incidencia, se dio paso a la continuidad del juicio, convocándose hoy a cuatro testigos, aunque eran mas los que esperaban para deponer, resultando ser tres de ellos integrantes de la fuerza policial que aquel 5 de septiembre cumplían funciones en la seccional cuarta de Trelew y por distintas razones efectuaron actuaciones, las cuales debieron ser informadas.

  Entre los detalles brindados, ante las preguntas de las partes, se dio a conocer como recibieron el llamado en la dependencia policial y quienes llegaron al lugar donde se encontraba el cuerpo de Julián, además de las novedades que se fueron dando aquella madrugada. Un cuarto testigo fue un vecino del lugar, que al salir de su casa observó lo que sucedía, llamando inmediatamente a la policía, y siendo designado como testigo civil de los procedimientos llevados adelante.

   Como defensores de los policías Solís, Abraham, Córdoba, Morales y Sandoval se encuentran los abogados particulares Fabián Gabalachis y Gustavo Castro. El tribunal de enjuiciamiento dispuso a las 17,30 pasar a un cuarto intermedio hasta mañana a las 8,30. Como querellantes presencian habitualmente las audiencias los padres de Julián, quienes son acompañados en forma permanente por integrantes del servicio de asistencia a la víctima del delito (SAVD).