En el marco del intenso juicio oral desarrollado en los últimos días con extensas jornadas, existió una circunstancia que puede considerarse clave para luego permitir la determinación que culminó con el veredicto de culpabilidad de quienes estaban acusados por falsificación de documento público, y luego fraude y estafa. La pericia resultante del estudio realizado sobre la firma que figuraba en la escritura de los terrenos ubicados en Pellegrini y López y Planes en esta ciudad, que resultó ser falsa, fue fundamental para desentrañar la madeja de los ilícitos cometidos, y es justamente en ese aspecto donde las partes pusieron sus esfuerzos y por lo cuál la Jueza se pronunció enfáticamente, de allí que se destaca el valor del método scopométrico utilizado en esta pericia.
Cabe destacar, como expresara el fiscal Gustavo Núñez en su alegato, que el perito Fernando Martín Costa no solo es licenciado en criminalística y tiene muchos años ejerciendo, realizando alrededor de doscientos ochenta pericias por año, sino que estuvo a cargo de la división de la policía científica de Rawson y Trelew, y bajo su cargo estuvieron diversos peritos en distintas ramas, como la balística y accidentológica. De tal manera, Costa no solo tiene los conocimientos teóricos sino también los prácticos.
Mas adelante indicó que al perito lo convocamos porque tiene conocimiento de una ciencia y es de una honestidad intelectual personal y creíble. El licenciado pasó veintidós años en la provincia, llegó a comisario de la policía y nunca tuvo un sumario ni pericial, ni civil y tampoco penal. No solo tiene una calidad de profesional intachable sino también de vida, sin tener siquiera un acta de contravención en su contra, aseveró el fiscal.
Profundizando en el tema, el coordinador de los equipos técnicos multidisciplinarios de la procuración general Fernando Amandi, afirma que los peritos criminalísticos hacen ciencia y por ende siempre deben aplicar una metodología científica. Es decir, cuando un científico propone un método para dar solución a una temática escribe sus fundamentos a través de lo que se denomina “papers”, los que son leídos por la comunidad científica y son sometidos a los cuestionamientos. Luego también resultan ser temas de discusión en congresos y cuando supera todos estos filtros consistentes en la mirada crítica de científicos mundiales es cuando se puede usar y asimismo se va evaluando siempre.
En este caso se utilizó la metodología scopométrica que es aprobada por la comunidad científica, o sea es ciencia, y así trabajan los peritos criminalísticos. Cuando un perito hace un dictamen sabe que será leído por un colega y será sometido a exámen minucioso al punto que hasta se observan las palabras de la descripción. En un estudio documentológico, el perito tiene por objeto establecer la identidad gráfica de un escrito y esto consiste en detectar las minucias que en una expresión gráfica deja el automatismo con el que una persona maneja el elemento escritor, y de allí se establece su autoría.
En cuanto al método empleado por el perito Costa, consiste en efectuar un minucioso análisis físico del material sometido a estudio, por medio de instrumental óptico adecuado a la investigación a realizar y de acuerdo con principios, métodos y procedimientos que, derivados del aporte científico, industrial y artístico, han recibido la denominación de scopométricos, en razón que comprenden normas ineludibles que deben observarse para realizar las mediciones con precisión y luego efectuar las comparaciones entre el material dubitado e indubitado sometido a análisis y de este modo establecer correspondencia o descartar un común origen (procedimiento de identificación).
Vale resaltar que el IUPFA (Instituto de la Policía Federal Argentina) es desde hace varias décadas la escuela de Sudamérica en la formación de los criminalistas, y dentro de ellos los documentólogos, y esto significa que esta metodología de trabajo pericial aparece reflejada en investigadores argentinos, pero también en Perú, Colombia, Ecuador, entre otros países que han confiado la formación de sus criminalísticas en esta casa de estudios.
Sin ir más lejos, luego de la declaración de Eduardo Casá, perito de la defensa durante el juicio, se supo que sus expresiones en perjuicio del método scopométrico trascendieron y causaron malestar en el IUPFA, presentándose una queja ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación, dado que la casa de estudios es la que enseña esta metodología en documentología, y no es veraz que la Corte haya dejado de aceptar este método.
