En la sala de audiencias de la cámara penal ubicada en el sexto piso de los tribunales en Trelew se desarrolla el juicio oral y público, actuando la Jueza Ivana González, donde se ventilan los hechos que involucran a Leandro Ezequiel y Rodrigo Damián Ramón, conocidos como “los Ramones”, acusados por abuso de armas en concurso real con tenencia compartida de arma de guerra, de acuerdo a la acusación presentada por el Ministerio Público Fiscal, representado en este evento por la fiscal general Silvia Pereira, acompañada por el funcionario de fiscalía Lucas Koltsch.
En su alegato inicial, la fiscal señaló que dentro de la causa se distinguen dos hechos, el primero de ellos ocurrido el 5 de marzo de este año entre las 4 y 6,30 aproximadamente cuando los encartados concurrieron a un domicilio ubicado en Velero Mimosa al 1400 de Trelew, con armas de fuego y abordando un vehículo Bora color bordó, con dos personas mas, efectuando un disparo contra la ventana del inmueble, donde se encontraba una pareja, poniendo de esta forma en riesgo la integridad física. Sumado a ello y encontrándose estacionado en el patio de la misma casa el auto propiedad de la víctima, un Renault 19, dispararon en seis oportunidades contra el mismo. En el domicilio consignado se halló un impacto atribuible al paso de un proyectil de arma de fuego en la zona superior izquierda, cerca del vértice superior izquierdo de la ventana del living.
El segundo hecho da cuenta que el 6 de marzo de 2017, siendo cerca de las 8,20, en domicilio sito en Ceferino Namuncurá esquina Ramón y Cajal, habitado por Rodrigo y Leandro Ramón, durante un allanamiento se hallaron un arma de fuego calibre 9 milímetros cargada con trece municiones y ubicada debajo del colchón del dormitorio; un arma de fuego 380 marca Bersa, modelo tander 380, siendo este calibre coincidente con el utilizado en los disparos del hecho anterior, con un cargador del mismo calibre con seis cartuchos a bala en su interior; un fusil carabina a repetición 308 PLG Winchester.
En un cajón del placard de otro dormitorio, específicamente en la mesa de luz del aludido sector, se halló un equipo HT BAOFENG color negro, dos equipos de comunicación color azul Motorola, un chaleco de dirección de tránsito municipal oportunamente denunciado, un bolsín con cartuchos a bala calibre 762, y debajo de un sillón del living se halló un equipo HT con frecuencia policial, desde donde se podían escuchar todos los movimientos que realizan los funcionarios policiales de las distintas dependencias correspondientes a la jurisdicción Trelew con su debido cargador y se encontró también el automóvil Bora utilizado en oportunidad del ataque a la vivienda.
Estos hechos fueron encuadrados por el Ministerio Público Fiscal en la figura de los delitos que para el caso de Rodrigo Damián Ramón (alias yoyi), abuso de armas, artículo 104 del código penal, en concurso real con tenencia compartida de arma de guerra, artículo 189 bis, en carácter de autor, artículo 45 y para Leandro Ezequiel Ramón (alias Juanito), abuso de armas en carácter de partícipe secundario, en concurso real con tenencia compartida de arma de guerra, destacando que ambos son defendidos por Abdón Manyauik.
Justamente el defensor afirmó que están dadas las condiciones para la absolución de sus clientes, observando la orfandad probatoria de la fiscalía para dar por ciertos los hechos que se les atribuyen.
Altercado y represalia
Presentadas las posturas de las partes, la doctora González comenzó con el llamado a los testigos, siendo el primero de ellos el jóven que habría tenido un altercado con uno de los Ramones, producto del cuál se produjo el posterior tiroteo en la casa de sus padres. Durante su testimonio, realizado por video conferencia, indicó que el 5 de marzo en horas de la madrugada iba a casa de sus progenitores, cuando ve estacionado un auto bora color rojo, admitiendo que había tenido una pelea con Miguel Ramón y por eso lo estaban esperando. Los visitantes, que eran dos, lo alcanzan a ver y se produce un intercambio de palabras y agresiones verbales, por lo cuál quiere retirarse del lugar corriendo, y a las cuadras decide regresar hacia la vivienda.
Una vez allí alerta de lo sucedido a su madre, y les advierte que seguramente volverían en cualquier momento, por lo que le piden que se vaya de allí. Se retira, pero se queda oculto en un terreno baldío cercano, y desde allí ve que cerca de las 4 se acerca un vehículo con cuatro personas a las que identifica, y puede observar como uno se baja y tirotea un auto viejo de su papá y la casa. Entre otros detalles, indica que su pelea en un principio había sido con Miguel Ramón, y posterior a este hecho ha recibido amenazas, principalmente de parte de un primo de los agresores que aquella madrugada también iba en el auto.
Por otro lado manifestó que siempre hubo problemas con los Ramones, principalmente con Miguel y da a conocer otro altercado, donde también fueron a casa de sus padres que vivían en aquel momento en las mil viviendas. Allí habrían tiroteado la puerta del departamento, siendo enfrentados por su papá y él mismo.
Afectados
Esto fue ratificado en los testimonios posteriores convocados en este debate, tratándose de la madre y el padre del anterior, víctimas del suceso, quienes prácticamente reiteraron los hechos, indicando que el hijo había llegado agitado cerca de las tres y ellos le pidieron que se vaya. Luego se produce la llegada del automóvil Bora y el tiroteo, pudiendo observar que fue uno el que se bajó, a quien el hombre pudo ver a través de una mirilla. La señora detalló que los problemas vienen de hace tiempo y esto produce que lleve muchos días sin poder dormir ante el temor de ver a su hijo en peligro, al igual que a sus nietos, a quienes debe trasladar permanentemente de lugar.
Ramones en hospital
En la primera jornada de este juicio, pasaron otros dos testigos a cargo de actuaciones policiales, aunque uno de ellos refirió que era consigna en la guardia del hospital zonal el 5 de marzo cuando verifica entre las 2,30 y 3, la llegada de un bora rojo que ingresa a la zona en contramano con un hombre y una mujer, el primero de los mencionados tomándose el pecho. Consultada la acompañante, le habría dicho que recibió dos puntazos, tratándose de Miguel Ramón. Después también arribó a ese sector un corsa verde donde venían varias personas, entre ellos hermanos y la madre del afectado, habiendo escuchado de parte de uno de ellos que si le pasaba algo los iban a hacer cagar a todos.
Continuidad
El juicio oral y público continúa desarrollándose con la convocatoria a nuevos testigos, estimándose que durante esta semana podría completarse esta etapa, para que la próxima se escuchen los alegatos y se conozca el veredicto correspondiente.