Trelew

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El juicio por la muerte de Bruno Rodríguez: Una jornada con audio telefónico, careo frustrado y testigos reticentes

  Variadas alternativas tuvo la jornada de hoy, durante el juicio oral y público en el que se imputa a Gastón Béjar por la muerte de Bruno Rodríguez Monsalve, ocurrida el 26 de marzo de 2012 en Trelew, luego que la víctima recibiera varias estocadas en su cuerpo, llegando a su domicilio y desplomándose delante de su familia.

  En primer término, el tribunal compuesto por Darío Arguiano, Sergio Piñeda y Ana Laura Servent, resolvió rechazar por unanimidad la nulidad propuesta por el defensor Gustavo Latorre en torno a la utilización como elemento de prueba de una interferencia en comunicación telefónica, entre quien hoy es uno de los testigos del caso y su novia, y donde le manifiesta que quien mató a Bruno había sido Gastón.

  Justamente, esto pudo escucharse hoy, cuando Valeria Segura depuso ante el tribunal, y consultada por dicha comunicación, expresó que su pareja le había dicho que estuvo con Béjar aquella noche, pero después se fue a su casa. Consultada concretamente sobre sí le dijo quien había sido el autor, contestó con un dubitativo: "no, no me dijo quien era el autor...", pero luego se desdijo y tras evasivas reconoció la situación cuando su novio, con quien tiene una hija, le dijo que Gastón lo había matado.

  Esto quedó confirmado cuando se escuchó la comunicación en la sala, aún con la insistente objeción del defensor, quien entendía su difusión como innecesaria. Finalmente el cuerpo colegiado accedió a que se emita la escucha, y en la misma, Franco Ezequiel Esteban le dice a su novia que habían estado con Béjar esa noche y había sido él quien mató a Bruno, aunque no está dispuesto a mandarlo en cana y trataría de hablar con la madre de la víctima para que no lo inculpen a él, entre otras cosas.

  Cuando llegó el turno del testigo considerado como fundamental, Franco Esteban, dijo que se había expresado mal en esa llamada, ya que intentó manifestar sobre la culpabilidad que la policía intentaba endilgar sobre Béjar: "yo no quería decir lo que dije en la conversación,  era la policía la que quería que dijera eso, me expresé mal aquella vez...". El fiscal general Fabián Moyano lo interrogó sobre si sabía que tenía el teléfono intervenido, pero Esteban indicó no saber tal situación, además de admitir tener la confianza suficiente con su pareja para efectuarle estos comentarios.

  También hizo mención a presiones recibidas por parte de la propia fiscalía y de la brigada, y recalcó que la relación con la familia de Bruno Rodríguez actualmente es buena. El extenso testimonio de Franco Esteban fue difícil de escuchar por su tono de voz y la reticencia a contestar, de acuerdo a las consideraciones efectuadas por el propio tribunal, y llevó al fiscal a pedir tratamiento como testigo hostil.

  Otros testigos que pasaron hoy por la sala de audiencias, fue el perito, doctor José Gustavo Ojeda, quien confirmó los informes elevados oportunamente, donde se certifica que la muerte de Bruno fue a consecuencia de las heridas ocasionadas por las puñaladas asestadas en su cuerpo lo que dañó órganos vitales y descartando la incidencia que podría haber tenido alguna otra lesión ajena a este hecho.

  El comisario Juan Carlos Núñez, jefe de la división de investigaciones detalló como habían efectuado la investigación y la forma en que se llegó a dar con el presunto autor de lo sucedido, y en ese sentido comentó que también se siguió la hipótesis que podría implicar la participación de policías, descartándose ante la falta de evidencias en tal sentido.

  El que tuvo particular importancia fue el testimonio de Jorge Osvaldo Sisterna, un empleado logístico de la policía, que cumple funciones como albañil y que, según expresó, colaboró en la búsqueda de información relacionada con este hecho, a partir de los contactos y las relaciones que mantiene. Fue desde ese lugar que obtuvo datos, los que luego volcó en un escrito, y donde cuenta como Bruno Rodríguez, Béjar, Esteban y otras personas que aún deben declarar en este juicio, mantuvieron un encuentro aquella noche, sindicando todo que Béjar fue quien dió muerte a Bruno Rodríguez, a partir del robo de varias cosas, lo que habría provocado el enojo del hoy acusado.

  Sisterna brindó otros detalles, pero se da la paradoja que Franco Esteban es el hijo de su pareja, que ya pasó como testigo en este debate. Estas relaciones son las que llevaron a contraponer testimonios, y se llegó a un punto tal que el fiscal general propuso un careo entre el empleado policial y Esteban, oponiéndose una vez más el defensor Latorre, señalando entre otros puntos, que la cohesión familiar y las consecuencias  que el procedimiento acarrearía están por encima de cualquier otro interés de las partes.

  El tribunal rechazó esta postura y dió razón al Ministerio Público Fiscal, para su realización teniendo en cuenta la libertad probatoria prevista en el Código Procesal Penal, pero el careo igualmente no pudo realizarse debido a una indisposición de Sisterna, recibiéndose un informe del Cuerpo Médico Forense, aconsejando su no sometimiento a nuevas declaraciones por el momento, y sugiriendo su traslado al hospital zonal para una mejor atención, teniendo en cuenta sus antecedentes cardiológicos. Por este motivo, el juicio oral y público pasó a un cuarto intermedio hasta el martes a las 9, según lo comunicado por los magistrados cerca ya de las 15.

El trabajo del Servicio de Asistencia a la Víctima

  Una situación inesperada se vivió momentos antes de la deposición de uno de los testigos durante el juicio, cuando el defensor Gustavo Latorre pidió a los jueces que se retire quien ya había jurado para someterse al interrogatorio de las partes, Jorge Sisterna, aduciendo que debía dar a conocer alguna circunstancias ocurridas durante un cuarto intermedio previo.

  Al dar explicaciones, ya sin el testigo presente, el defensor arremetió contra la tarea llevada adelante por las integrantes del servicio de asistencia a la víctima del delito, profesionales que como integrantes de un órgano auxiliar del Ministerio Público Fiscal realizan hace dieciocho años, habiendo celebrado su aniversario el pasado 12 de junio.

Según Latorre, cuando se encontraba esperando el ascensor observó como el testigo era informado acerca de su presencia, señalándolo como el abogado defensor del imputado, a la vez que se le daba indicaciones que estarían en una hoja, dando a entender sobre la forma de contestar durante el juicio.

  A ésto se opuso drásticamente el fiscal Fabián Moyano, destacando la tarea que habitualmente cumple el servicio de asistencia a la víctima, y que son los propios fiscales quienes piden su asesoramiento para con los testigos, que la mayoría de las veces muestran temor, haciéndose necesaria la contención fundamentalmente emocional para poder expresarse durante un evento de esta naturaleza.

  Cuando el testigo volvió a la sala, el tribunal lo indagó sobre tal situación, aseverando que las integrantes del servicio le brindaron ayuda desde hace ya tiempo, debido a que era la primera vez que le tocaba desempeñarse en este rol. Recalcó que a través de fotografías le mostraron como era la sala de audiencias, donde esta el tribunal y cada una de las partes, recibiendo una contención permanente, rechazando haber hablado en algún momento del defensor o de las preguntas que éste pudiera hacerle, reconociendo que se le recomendó hablar con la mayor tranquilidad y decir todo lo que sabe. Aún con las molestias del defensor, el juicio siguió su curso.

  El Servicio de asistencia a la víctima del delito realiza una ardua tarea que no es solamente el acompañamiento durante el juicio, y muchas veces las personas logran deponer en una sala de audiencias gracias a la tarea que efectúan, con un seguimiento permanente de las víctimas y sus allegados, pero a la vez recomendando en ocasiones la imposibilidad de someter a estas personas a un estado de revictimización, inclusive a los propios fiscales, con quienes trabajan en forma conjunta.

  Los integrantes del servicio de asistencia a la víctima del delito (savd) son abogados, trabajadores sociales y psicólogos, entre otros, que inclusive efectúan en forma permanente visitas a instituciones y diversos sectores brindando talleres y charlas, donde informan sobre objetivos, funciones y principalmente la necesidad de ayuda a las víctimas del delito y su entorno, para lo que cuentan con el área de procomunidad, encargada de la difusión de este organismo.

El juicio oral se desarrolla en el sexto piso de tribunales en Trelew

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