El juicio oral y público mediante el cuál se juzga la responsabilidad de Aldo Gastón Béjar en la muerte de Bruno Rodríguez Monsalve, tendrá mañana su última jornada antes de la sentencia, cuando se escuchen los alegatos de las partes, representadas en la oportunidad por el fiscal general Fabián Moyano, por el Ministerio Público Fiscal y el defensor particular Gustavo Latorre. Previo a ello, según se comunicó, tendrá posibilidad de efectuar su declaración el propio imputado.
La jornada está prevista para las 9 de mañana (miércoles), y así fue establecido por el tribunal presidido por el Juez Darío Arguiano, a quien secundan Ana Laura Servent y Sergio Piñeda, en la cámara del crimen ubicaca en el sexto piso de los tribunales en Trelew.
En el día de hoy pudo escucharse los dos últimos testigos, teniendo en cuenta que tanto la parte acusadora como la defensa acordaron desistir de varios convocados, además de haber quedado sin efecto la posibilidad de un careo entre Jorge Sisterna y Franco Esteban, debido a las contradicciones manifestadas en sus respectivas deposiciones. Esto último se debió a la prescripción médica para con el primero de los nombrados, debiendo guardar reposo a raíz de la indisposición sufrida en momentos que se encontraba esperando para que se defina la posibilidad del procedimiento.
Sisterna es un integrante de la policía logística, y mantiene una relación con la madre de Franco Esteban, que a su vez declaró haber sufrido presiones para decir que Béjar fue quien mató a Bruno. De todas maneras, pudo escucharse la comunicación telefónica mantenida por Esteban con su pareja en la que manifiesta saber sobre la culpabilidad del imputado, aunque aclarando no estar dispuesto a relatar esto en la justicia. Al momento de ser consultado en el juicio, dijo que se había expresado mal en aquella comunicación, indicando que expresó lo que quería la policía, aún sin saber sobre la intervención a su aparato telefónico.
Una oficial de servicio, que cumple tareas en la seccional tercera, señaló haber recibido la llamada por la cuál se alertaba sobre un incidente en la vivienda del barrio oeste, donde se hizo presente, encontrándose con la ambulancia trasladando una persona herida y una mujer que lloraba. Se trataba de la madre de Bruno, que antes de ir hacia el hospital, pudo decir sobre la llegada de su hijo, que había salido la noche anterior cerca de las 22 a encontrarse con unos amigos, y esa madrugada, cerca de las 6,10 sintió ladrar los perros además de golpes en la puerta. Al abrir se encontró con la presencia de la víctima, desplomándose en forma inmediata.
La presencia de Matías Castello fue lo destacado de esta jornada, ya que era sindicado como uno de los integrantes del grupo que aquella noche estuvieron juntos. Castello se encuentra en estos momentos residiendo en Cipoletti, internado en un centro para drogadependientes desde hace aproximadamente 8 meses, sin fecha probable de alta. Manifestó conocer a Béjar, aunque sin mayor relación y detalló como había pasado la madrugada del 26 de marzo, cuando encontró a Bruno Rodríguez en el barrio Constitución cerca de las tres de la mañana, juntándose para consumir alcohol y pastillas.
De acuerdo a sus dichos, estuvieron consumiendo unas tres horas, pero en un momento llegó la policía intentando detener a Bruno, a lo que él se opuso diciéndoles a los efectivos que se encargaría de llevarlo sin mayores problemas. Ante las consultas realizadas por el fiscal, dijo que seguramente los integrantes de la fuerza de seguridad lo vieron a Bruno en peores condiciones, esgrimiendo que si bien estaba mal, podía mantener la lucidez.
Siguiendo con su relato, explicó que una vez retirados los efectivos, acompañó a la víctima un buen trecho, hasta dejarlo a una cuadra y media de su casa. "Desde ese lugar se veía su casa", aseveró Castello, diciendo que Bruno le dijo que lo dejara ahí, ya que se arreglaba solo, y así hizo, retornando a su barrio. Por otro lado, expresó no haber visto a Béjar esa noche.
Luego de la deposición de los testigos, se realizó el ofrecimiento de prueba a cargo de ambas partes, para fijar los alegatos y la posibilidad que declare el acusado, para mañana a las 9 en la misma sala de audiencias, sexto piso de los tribunales.
La muerte de Bruno Rodríguez ocurrió como producto de haber recibido varias puñaladas en la madrugada del 26 de marzo de 2012, hecho por el que se imputó a Gastón Aldo Béjar, en la hipótesis de haberse ofuscado por el robo de varios elementos en su casa, responsabilizando de esa actitud al jóven que resultara haber sido testigo protegido en el marco de la causa donde se investigó a varios policías de la seccional segunda.