Una situación tensa se vivió en horas del mediodía, cuando Jacqueline Williams, quien registra numerosas causas, aunque ninguna condena, ingresó por una ventana a la sala de secuestros del poder judicial, ubicada en la planta baja del edificio de tribunales en Trelew. La joven, quien además se encuentra en avanzado estado de gestación, estaba en el lugar concurriendo a una junta médica del Cuerpo Médico Forense, a partir de un procedimiento fijado en una de los expedientes que la involucra.

  Según el relato del fiscal general Fabián Moyano durante la audiencia de control, Williams entró a la sala y procedió a sustraer réplicas de armas de fuego: dos revólveres magnum, una pistola 9 mm y dos calibre 22, además de tres armas blancas, elementos éstos secuestrados en diversos procesos que se llevan adelante. Por otra parte, el fiscal adujo que también se hallaron en su poder un reloj pulsera y dos pares de zapatillas.

   De acuerdo a lo manifestado, fue un empleado judicial quien descubrió la maniobra en momentos que se acercó al lugar para entregar elementos en ese recinto. Allí pudo observar como Williams se hacía de los secuestros para dejarlos en manos de una menor de 14 años que la acompañaba. Avisado el personal policial que cumple funciones en el Ministerio Público Fiscal, ambas fueron demoradas, quedando en libertad la menor y siendo llevada a la  audiencia respectiva Jacqueline Williams.

  Esta última desmintió que estuviera robando, reclamando además las zapatillas que, según expresó, había comprado para la escuela, mientras en la audiencia estuvo defendida por Romina Rowlands. Su estado de gravidez y la falta de condenas permitieron la no aplicación de medida de coerción alguna, aunque se produjo la apertura de investigación por hurto en grado de tentativa, la que estará a cargo del fiscal Osvaldo Heiber, siendo esto ratificado en la resolución del doctor Darío Arguiano.