El miércoles continúa la Megacausa

Una extensa jornada se llevó adelante el último jueves en la Audiencia Oral y Pública de la denominada Megacausa, que investiga presuntas maniobras fraudulentas contra el Banco del Chubut S.A., donde expuso antes las partes la contadora María Inoccenti de Moore hasta finalizar su deposición cerca de las 16 horas. La testigo, quien también prestó declaración en el Juzgado de Instrucción en mayo de 2001, es actualmente jubilada como agente del Banco, y en las fechas cuando sucedieron los hechos que se juzgan cumplió funciones como gerente de Contabilidad desde 1999, sumando en el año 2000 el control de gestión, a solicitud del ex gerente general John Williams, debiendo focalizar su atención en los saldos de las cuentas corrientes. Durante la tarde, la deponente contestó las preguntas de las defensas, principalmente efectuadas por el contador Jorge Barcia, informando sobre diversos aspectos relacionados con la información sobre los registros contables y posibilidad de accesibilidad de los diferentes estamentos. Insistió Barcia con una nota del 7 de enero de 2002, en la que se llamaba la atención a los superiores por operatorias de desbloqueos de cuentas con descubiertos de determinadas empresas, intentando conocer si la contadora sabía del perjuicio que se generaba a las mismas de no procederse a lo ordenado. Si bien la pregunta fue objetada y dejada sin efecto, sobre el final Barcia insistió con la misma requisitoria, a lo que la señora de Moore respondió que ella sabía sobre los perjuicios causados al Banco con esa actitud. Otra de las que consultó ampliamente a la testigo, fue la imputada Silvia Beros, basando su cuestionario en aspectos eminentemente técnicos, intentando bucear en los conocimientos de la consultada sobre los registros de operaciones, la tarea de auditoría externas y los distintos balances efectuados. Expresó la sra. de Moore que en la desafectación de previsiones en el 2001, a partir de la imposición del Fondo Financiero Permanente los aportes fueron menores a los capitales desafectados.  Ante otras consultas, dijo ante un determinado capital, el interés devengado por parte del Banco se constituía en una pérdidad para la entidad y también respondió preguntas sobre el organigrama jerárquico del Banco, especificando sobre la situación de la propia Beros, quien no estaba cuando comenzo a efectuar el seguimiento de saldos de cuentas corrientes. El Doctor Lagos, co defensor del ingeniero Arrechea volvió sobre los lotes de Aridos Fontana, indicando la contadora que conocía sobre la valuación a futuro de los mismos ya que se registró la obligación de hacer. Sobre esto se habló también de las garantías dadas por la empresa, que eran hipotecas importantes, cercanas a los 15 millones, indicando que esto conllevaba sus riesgos, aunque sin especificarlos porque tenían que ver con las escrituras de las mismas. Agregó la contadora que no era usual pagar los importes en descubierto con ese tipo de emprendimientos y dijo saber sobre clientes que formaban fila para cancelar las deudas en forma similar a Aridos Fontana, es decir con bienes. Recalcó que Aridos Fontana pagó el descubierto con un proyecto de inversión que nunca se concretó y aclaró: el Banco tenía un activo, luego transformado en deuda del cliente, que la canceló mediante aquel proyecto, quedando con saldo a favor finalmente el propio cliente. El abogado defensor preguntó porque considera ínfimo lo realizado por Aridos Fontana a partir de su compromiso de hacer, aclarando la testigo que el importe inicial comprometido en obras era de 7.500.000 de pesos y solo se pudo concretar 1.500.000, y después no se hizo nada mas. El 30 de junio registró lo detallado anteriormente, ya que se le ordenó esa contabilización, mientras el ingreso del proyecto se había producido en abril de 2000, y finalizó manifestando que el asiento en la cuenta corriente de Aridos Fontana no estaba bien hecho, y aunque no podía hablar de ilícito, si podía decir que no se ajustaba a las normas establecidas. Luego fue consultada por el Dr. Galende, recalcando que le solicitaron el asiento en la cuenta de Aridos Fontana a fines de abril, pero  con fecha 1ro de abril, generando el desfasaje respecto a la fecha-valor. La operación había sido efectuada por la gerencia de operaciones, no pudiéndose objetar la registración, señalando haber hablado con Williams, quien le ratificó el registro de esa manera. El Dr. Arguiano, integrante del Tribunal, consultó posteriormente, para solicitar aclaraciones relacionadas con los lotes dados al Banco, lo que se hizo en dos etapas, en febrero, con 160 lotes en dación y luego 1300 lotes, como importe y bienes de uso, todo según lo indicado en la respectiva nota de solicitud. En cuanto a la disposición de congelamiento de cuentas, la orden fue dada por Williams. Recalcó que eran momentos difíciles para el Banco, y estaban todos preocupados, recordando una reunión efectuada por todo el personal, inclusive con la presencia del propio Barcia, tratándose la situación. El desbloqueo pedido en enero de 2002 no estaba bien, dado que en ese momento no se podía dar mas plata y además se estaban recibiendo redescuentos del Banco Central. En el caso particular de la nota de enero, las cuentas estaban bloqueadas y a ella, en lo que consideró una determinación anárquica, le parecía que hacía mal cumplir con esa orden. Ya sobre el final, el ex gerente general Williams volvió sobre el asiento de la fecha valor de los lotes de Aridos Fontana, orden que fue ratificada por el mismo, pero ante la consulta de donde se basó para esa ratificación, la sra. Inoccenti de Moore manifestó que el ex funcionario había recibido un acta de presidencia, a cargo de Barcia, no del directorio, donde se lo instruía sobre el particular.