Fueron fundamentales los elementos colectados para la investigación

  Diego y Jorge Domínguez, de 29 y 26 años respectivamente, deberán permanecer en prisión, en un principio por el término de tres meses, con igual plazo fijado para el desarrollo de la investigación. Así lo determinó la Jueza de la audiencia de control llevada adelante en la Cámara del Crimen, ubicada en el sexto piso de los Tribunales de Trelew.   Ambos son sindicados como coautores de la muerte de Ana Fontana, una docente jubilada de 67 años que desapareció el 21 de agosto, aunque la denuncia fue radicada el 24 del mismo mes, encontrándose su cuerpo el lunes 7 de septiembre en una zona de canteras de la ruta 8.   Para llegar a estas conclusiones, el Ministerio Público Fiscal, representado por los Fiscales Generales, Dra. Mirta Moreno y Dr. César Zaratiegui y el funcionario Fiscal, Dr. Mario Palacios, presentó un minucioso detalle de los elementos colectados a través de diversos procedimientos, entre ellos el peritaje de huellas dactilares, el allanamiento de las viviendas de los imputados y las escuchas telefónicas efectuadas especialmente en el teléfono de Diego Domínguez, además de los testimonios realizados, que dan cuenta de la utilización del vehículo de la víctima por parte de quienes habrían llevado adelante tan aberrante hecho.   A través de imágenes, la Dra. Moreno fue mostrando el lugar del hallazgo del cuerpo de Ana Fontana, dando a conocer detalladamente los elementos que fueron dando el indicio para dar con el mismo, y así se pudieron observar los rastros dejados sobre una ruta en reconstrucción, así como las zapatillas de la occisa, que fueron encontradas esparcidas entre los arbustos. Se pudo observar también los montículos de piedra existentes y detrás de uno de ellos el espacio en el cuál se pudo visualizar el cuerpo, ubicado a casi cuatrocientos metros de la misma ruta.   Al indicar que la muerte fue producida por la presión ejercida sobre el cuello y el rostro de Ana, la Fiscalía no dudó en calificar el suceso como homicidio agravado en el marco del art. 80, inciso 7mo. del Código Penal.   Luego se observaron imágenes del auto Ford Fiesta de la docente, que fue encontrado detrás del estacionamiento de Foderami, a unos seiscientos metros del lugar donde tiene su vivienda Jorge Domínguez. En ese vehículo, encontrado el 25 de agosto cerca de las 5,50 hs., se levantaron rastros dactilares, restos de cabellos y otros elementos que hacen a la causa. Uno de esos rastros, en la manija de cambio, fue fundamental, pues se correspondía con Diego Domínguez.   Otro aspecto importante marcado durante la audiencia fue el testimonio de varias mujeres, quienes dieron cuenta que Diego Domínguez llamó a una de ellas cerca de la una de la mañana del sábado 22 de agosto, para invitarla a ir al boliche “Las Palmas”. Si bien en un principio se negó, luego lo encontró en el mencionado lugar, indicando que andaba en un coche rojo, al cuál luego accedió junto a cuatro personas, dirigiéndose al barrio INTA de Trelew, recordando que iban escuchando música. En ese sentido, se pudo ver una foto donde se ve una llanta dañada, lo que habría ocurrido en esos momentos, de acuerdo a los testimonios.   Otra mujer dijo haber visto el mismo auto conducido por Domínguez, agregando que se lo veía sucio con tierra y hojas, lo que ratifica los dichos de familiares de la víctima fatal, cuando dicen que el vehículo siempre estaba en esas condiciones, como consecuencia de vivir en la chacra. También dicen los testigos que en algún momento se lo vió a Diego intentar vender el etéreo, confirmado esto por quien recibió el ofrecimiento, pero no lo compró dado que no tenía el dinero. En la misma imagen se puede ver la existencia del intento de limpiar el auto con algún elemento húmedo, como un trapo, tratando de borrar huellas pero dejando marcas.   Mas allá de esto, puede calificarse como contundente el relato de algunas de las escuchas telefónicas, donde Diego Domínguez habla con otras personas sobre la aparición del cuerpo de Ana, pregunta a su interlocutor si había limpiado bien con el trapo a la víctima para no dejar rastros, además de comentar como “voleó” las zapatillas y en algún tramo, da a entender que en caso de ser detenido diría que le habían pagado para hacerlo.   Cabe destacar que esta persona vivía en una casa ubicada en la zona del campo deportivo de Argentinos del Sur, club del cuál Ana Fontana formaba parte de su comisión directiva, a unos cuatrocientos metros de la chacra de la víctima. Tanto él, como su hermano Jorge, sabían cumplir diversas tareas agrícolas, y justamente ofrecían sus servicios, entre otras, también a la docente. Por otro lado, en un allanamiento realizado en la vivienda de Jorge, en el barrio Moreira, fueron hallados varios elementos pertenecientes a Ana, los cuales cargaba habitualmente en el baúl de su auto.   El Doctor César Zaratiegui fundamentó el pedido de prisión preventiva, a partir de los riesgos de fuga y entorpecimiento, teniendo en cuenta la gravedad del hecho, la expectativa de pena, que de acuerdo a la calificación sería de prisión perpetua y el daño causado en la familia, el hijo adoptado y en toda la comunidad, actualmente conmocionada. En cuanto a los antecedentes, Diego cuenta con una condena por tentativa de homicidio y Jorge con una suspensión de juicio a prueba por la Cámara del Crímen.    La defensora subrogante por ausencia del Dr. Javier Reuter, la Dra. Angélica Gómez Lozano, expresó sentir vulnerado el art. 82, inciso 9, sobre los derechos del imputado y consideró excesivo el plazo de seis meses solicitado para la investigación, creyendo prudente un término de dos meses. Además se opuso a la consideración de las escuchas telefónicas, ya que no eran tenidas en cuenta a la hora de iniciarse esta audiencia.   Sin embargo la Jueza, Dra. Ivana González, desestimó estas apreciaciones, expresando que las escuchas estan comprendidas como elementos según el art. 181, noveno párrafo. Valoró los elemetos presentados por los acusadores, teniendo en cuenta lo encontrado en los allanamientos, las huellas, las zapatillas, justificando la probabilidad de autoría de los imputados. También entendió que se dan los presupuestos de fuga y entorpecimiento, coincidiendo con la Fiscalía en la gravedad del hecho y los daños causados, además del tiempo utilizado en la búsqueda de la víctima, lo cuál produjo incertidumbre y angustia.   Los elementos colectados, prolijamente expuestos por la Fiscalía, marcan que no solo se trata de un homicidio, sino de un homicidio grave, dijo la magistrado, indicando una conducta que podría llegar a repetirse ante testigos, que solo declararán bajo juramento en una audiencia de debate. Si bien estimó excesivo el tiempo de seis meses, estimó que tampoco es adecuado imponer solo dos meses, decidiendo dejar en prisión preventiva a los Domínguez por el término de tres meses, igual tiempo dado para la investigación. Esta situación será revisada una vez cumplido el mencionado tiempo, sin perjuicio que las partes puedan solicitar otras medidas al respecto.