De acuerdo a lo determinado, continuó hoy el juicio oral y público, mediante el cuál se vincula a Martín Alejandro Espisse como uno de los principales participantes en los hechos ocurridos el 15 de junio de 2007, al producirse un robo en el cajero del Ministerio de Economía de la Provincia, dejando como consecuencia la muerte de dos policías.
La jornada se inició cerca de las 10, tras producirse una postergación de varios días, a partir del martes 19 del corriente mes, ante un problema de salud certificado por el integrante del tribunal Gustavo Castro. Se especuló durante este lapso de tiempo, sobre la posibilidad que estuviera presente la defensora designada por Espiasse, pero nuevamente debió sentarse a su costado el integrante de la defensa pública, Sergio Rey, y una vez más el acusado mencionó esta situación al comenzar el evento.
Lo cierto es que el presidente del cuerpo colegiado, Darío Arguiano, le manifestó estar aclarada tal postura, aunque informó haberse reunido durante la semana con la abogada Patricia Croitoru, y entendía que hoy se contaría con su presencia, lo que ya era una cuestión a resolver entre el acusado y su representante legal. En tanto, el asesoramiento técnico en tal sentido seguirá corriendo por cuenta de la defensa pública.
Un problema técnico no permitió comenzar a horario, ya que estaban dispuestos los testimonios de tres convocados en la ciudad de Esquel, previéndose los mismos a través de videoconferencia. Ante esto, fueron deponiendo otros convocados, pudiéndose recién cerca de las 13 establecer el contacto con la localidad cordillerana para cumplir con lo programado.
Las vinculaciones de Espiasse con el resto de la banda y su presencia en el lugar fueron evidenciadas por el Ministerio Público Fiscal, representado por la Fiscal General Jefe, Mirta Moreno y la funcionaria de fiscalía, Claudia Ibáñez, a través de las pericias telefónicas realizadas sobre cerca de 23 celulares, extrayéndose de varios datos importantes, como agendas de contactos, mensajes y fotos que muestran a Espiasse con el auto peugeot 206, posando junto a Dimuro y González.
También de esa pericia, pudo exhibirse un video grabado por otro de los involucrados, Barrientos, enviando mensajes a sus allegados que daría crédito al golpe planeado. El perito explicó la metodología del trabajo efectuado, constatando que luego, con los datos extraídos, se pudo lograr el entrecruzamiento de comunicaciones, para intentar rehacer los movimientos manifestados antes, durante y después de los sucesos por los cuales se juzga en esta oportunidad a Espiasse.
Otro de los testimonios fue brindado por quien trabajaba en aquel momento en la contaduría de la provincia, indicando haber visto a una persona acceder al patrullero de vigilancia y discutir con su conductor. Mediante las actas de entrevistas realizadas al poco tiempo de aquel 15 de junio de 2007, la deponente ratificó todo lo que allí expresaba.
Fue así que ese mediodía vió a aquella persona portando un arma, y lo pudo describir con rasgos particulares, dando precisiones de su altura y como estaba vestido. Recordó buena parte de lo vivido, mediante la exhibición de fotografías y planos del lugar, precisando exactamente los sitios donde se desarrollaron los acontecimientos, a la vez de señalar que en un momento no pudo seguir mirando, ya que cuando comenzaron a sonar los disparos debieron guarecerse tirándose al piso.
La audiencia de debate continuará mañana, a partir de las 9 en el sexto piso del edificio de tribunales, con la regencia de los jueces Darío Arguiano, Patricia Asaro y Gustavo Castro. El Ministerio Público Fiscal está acompañado en la parte acusadora por la Fiscalía de Estado, en la persona de Eduardo Díaz y el querellante particular Javier Romero.