Elenita Morini
El 1° de Marzo de 1963 ingresaba por primera vez en el Edificio de Tribunales de la ciudad de Comodoro Rivadavia. Nunca pensé, durante todos estos años, que iba a estar 53 años ligada al Poder Judicial de la Provincia del Chubut. Mi ingreso lo fue en lo que en ese momento se denominaba Defensoría de Menores, Pobres, Ausentes e Incapaces donde permanecí hasta el año 1982. En aquella época todos los integrantes del Poder Judicial ocupábamos el primer piso del edificio de la Avenida Irigoyen. Pensar que actualmente hay tantas dependencias diseminadas por toda la ciudad, que muchas veces yo misma tengo que pensar dos veces dónde funciona determinada oficina.
El 14 de Junio de 1982 –una fecha tan dolorosa para el recuerdo de todos los argentinos- pasé a formar parte del Ministerio Público Fiscal -en la Fiscalía de Cámara- denominación también de aquella época.
Durante todos estos años pasó de todo en el país y por supuesto el Poder Judicial no estuvo ajeno a ello.
Viví todos los cambios y reformas dentro de la Institución. Yo, que comencé tecleando con la famosa máquina de escribir Lexicon 80 de Olivetti, pasé con los años a familiarizarme con los correos electrónicos, los e-mail, la búsqueda en el Sistema de Gestión y un sinfín de cosas que nos depara la era tecnológica que no tiene fin y que a las personas mayores como yo nos asombra día a día.
Puse toda mi responsabilidad en una tarea que cumplí con mucho amor desde el primer día, tanto en mis inicios en la Defensoría de Menores como luego en el Ministerio Público Fiscal. Si en algo me he equivocado, pido mis disculpas.
Mi lugar de trabajo fue mi segunda casa; fue el hogar que no formé y muchos de los que me acompañaron durante todos estos años los sentí como los hijos que la vida no me dio. Fui inmensamente feliz, aunque a algunos les cueste entenderlo. Recibí muchísimo cariño de todos mis compañeros, quienes estuvieron a mi lado en los momentos duros y tristes de la vida sobre todo acompañándome por la pérdida de mis seres queridos.
Me costó muchísimo tomar la decisión de jubilarme, pero hoy ha llegado el día: Acabo de firmar la renuncia y quiero despedirme de todos, sin distinción de cargo o jerarquía.
En primer lugar no quiero olvidarme de los compañeros que nos precedieron en el camino de la vida y que están en un lugar muy importante de mi corazón. Con algunos compartí muchos momentos de trabajo y amistad.
También quiero despedirme de los compañeros que se desempeñan en otras dependencias judiciales de la ciudad. Con muchos comparto una amistad de años que se ha mantenido inalterable en el tiempo.
No quiero olvidarme tampoco de los compañeros que se desempeñan en las distintas Circunscripciones Judiciales de la Provincia. En algunos casos no los he conocido personalmente pero he mantenido contacto telefónico o por medio de correos electrónicos. Principalmente con la gente de la Procuración General y Recursos Humanos de la ciudad de Rawson que tal como les prometí en su momento, iré personalmente a despedirme de cada uno de ellos.
Por último quiero dejar un especial saludo a los compañeros que integran e integraron el Sindicato de Empleados Judiciales del Chubut. Conocí sus inicios y sus luchas, y si bien no los he acompañado en paros y asambleas, nunca dejé de reconocer su labor, en defensa y reivindicación de los derechos laborales de cada uno de nosotros.
A partir del primero de mayo comienza una nueva etapa en mi vida. Espero disfrutarla.
Me llevo el mejor de los recuerdos, y nunca los voy a olvidar.
Que Dios bendiga a cada uno de ustedes.
Hasta siempre
Elena Irma Morini (Elenita)
30 de marzo de 2016.-