Todo ocurrió en el marco de una pelea a la salida de un baile realizado en el Gimnasio Municipal de Corcovado en octubre de 2017. Evaristo Andrade murió a causa de las heridas recibidas, otro de los participantes resultó con heridas graves, dos fueron agredidos con arma sin causarles heridas, en tanto que otros dos resultaron con lesiones leves y fueron amenazados. Hay un único acusado de ser el autor de esas agresiones, Daniel Ricardo Peña que ahora enfrenta el juicio. La segunda jornada se realizará en Corcovado, en el interior del Gimnasio Municipal, a escasos metros del escenario de los hechos.
El tribunal de juicio se encuentra integrado por Jorge Criado, Oscar Colabelli y Fernanda Révori. Por la Fiscalía, el fiscal Fidel González acompañado por la funcionaria Ruth Monge, expuso los hechos que intentará probar. El defensor Horacio Hernández propuso una lectura diferente de lo sucedido.
El 8 de octubre de 2017, cerca de las 5 hs. se produjo un altercado en el interior del baile que tenía lugar en el gimnasio municipal. González resaltó que ninguno de los que intervinieron estaba armado, ya que había cacheo a la entrada. Andrade fue retirado del lugar.
Minutos después comenzaron a retirarse los asistentes. A pocos metros, frente a la Escuela Secundaria nro. 779 se encontraron las personas que habían participado del conflicto, con un agregado, Daniel Peña que no había participado de la contienda, fue a su vehículo, tomó un arma blanca de grandes dimensiones, regresó e incitó a pelar al grupo integrado por Evaristo Andrade y otros cuatro jóvenes. Peña pegó 3 puntazos en el abdomen a uno de ellos, provocándole graves heridas. Luego propinó al menos dos puñaladas a Andrade, una de ellas penetró hasta el corazón. A raíz del corte, perdió la vida.
Desde el suelo lanzó puntazos a un policía que intervino y al hermano de Andrade, a quién lo amenaza e intenta lesionarlo. Siguiendo el relato del fiscal, Peña huyó.
Minutos después, Peña se presentó en la Comisaría de la localidad junto a sus padres y un amigo, ingresó amenazando al uniformado que antes intentó lesionar y a otro que se encontraba en el lugar. Cuando este último intentó aprehenderlo, Peña le propinó un golpe de puño en el rostro y lo amenazó. Finalmente fue reducido y alojado en los calabozos.
Qué dice el defensor
Hernández dice que el enfrentamiento ocurrido en el interior del gimnasio municipal es la justificación de lo que ocurrió minutos después. Indica que Adrade le pegó a una mujer del grupo. El letrado sostiene que se juzga la conducta de Peña, pero hay que analizar si fue delito. Esa conducta analizada individualmente pareciera que está tipificada como homicidio, pero es necesario analizar si hubo un justificativo, si fue quien inició los hechos. En su criterio tuvo como detonante la conducta anterior de Evaristo Andrade.
Resaltó que su defendido no tuvo posibilidad de actuar distinto. “Estos hechos le arruinaron la vida, a él, a su familia, a su mujer, a su hija… las circunstancias no provocadas por él… no se trató de una situación buscada, premeditada, ni siquiera buscó el resultado… sucedió…” planteó Hernández.
La teoría del defensor es que el imputado actuó en legítima defensa o cuanto menos, en exceso de la defensa legítima.