El grooming, el ciberacoso, el acceso indebido a las comunicaciones personales, la circulación de pornografía infantil, la divulgación de material privado sin consentimiento, utilizan a las nuevas tecnologías para ejecutar conductas sancionadas por la ley penal desde antaño. Si bien las denuncias por delitos informáticos representan una proporción muy baja, es notable su aparición e incremento en los últimos tiempos.
La tecnología promete impunidad al delincuente. Sin embargo esa promesa no...