Departamento de Psicología Jurídica y Forense
Otro aporte dentro de la Procuración para el esclarecimiento de los delitos
“Nuestra función es la de asesorar a la fiscalía en causas complejas. Y que de esta manera aumente la presencia de la ciencia y las herramientas de la psicología al servicio de las investigaciones”. La definición pertenece al licenciado en psicología Daniel Schulman quien forma parte del Departamento de Psicología Jurídica y Forense de la Procuración General de la provincia.
“Nosotros tenemos funciones y objetivos muy claros dentro del área. Y trabajamos en todas las circunscripciones en los casos que los fiscales lo requieran”, agregó el joven profesional quien cursó estudios en la Universidad de Buenos Aires, se especializó en criminología, realizó una maestría en la Universidad de Mendoza y forma parte del equipo interdisciplinario de la Procuración desde 2010. En el futuro seguirá perfeccionándose.
Schulman dijo también que “desde este lugar colaboramos sobre todo en las investigaciones sobre homicidios y muertes dudosas. Tratamos de evacuar todas las dudas que respecto a nuestra especialidad se les pueden presentar a los fiscales durante la investigación. También, a veces, tomamos parte de la autopsia psicológica ya que nuestra rama tiene que ver”.
“Nuestro primer contacto es con el fiscal que interviene en determinada causa. Y allí vemos cuál es el curso ideal que debemos seguir. Tengo que aclarar que trabajamos sobre un protocolo a través del cual nos entrevistamos con conocidos, amigos, familiares, compañeros etcétera de la víctima. Realizamos entrevistas para después sacar conclusiones y poder aportar datos que sirvan para la investigación”, expresó el licenciado Schulman.
El departamento de Psicología Jurídica y Forense forma parte del equipo de la Procuración General que trabaja a través del laboratorio científico como auxiliares para todo tipo de investigación. Y en diferentes áreas.
Refiriéndose a su intervención en la autopsia de las víctimas, Schulman dijo que su trabajo “permite dar con otros momentos, otras circunstancias. También aportamos respecto a la personalidad de la persona para que después el fiscal saque sus conclusiones en el marco de la tarea investigativa”.
Aclaró que “no es nuestra tarea entrevistar a sospechosos” y que con los testigos “existen técnicas de entrevistas para obtener los recuerdos más ricos, teniendo siempre en cuenta los tiempos porque los recuerdos se esparcean y la memoria se van falseando. También procuramos reducirles el estrés”.
Entre los trabajos que se realizan, el licenciado explicó que también tienen que ver con intentar lograr el perfil del supuesto asesino y no sólo respecto a lo que pasó en la escena del crimen. “Tratamos de descartar datos y determinar el perfil del agresor. Saber cómo quedó el lugar, determinar el momento, la relación previa y así se llega a una aproximación de la personalidad y el perfil del autor. Esto incluye lograr el perfil criminológico, datos demográficos y cualquier otro que pueda ser útil a los fiscales”.
Respecto a cómo realizan su trabajo, Schulman explicó que “siempre lo hacemos sobre filmaciones o fotografías. Hasta ahora nunca nos ha tocado estar en el lugar, trabajar lo que se dice “en crudo”. Esto podría resultar muy interesante, más rico. Pero hay protocolos que cumplir en la escena de los hechos y ese tema lo manejan los fiscales. Sobre todo en lo que hace a la preservación que es un tema fundamental en cualquier investigación. Nosotros hasta ahora no sentimos que estamos capacitados de cómo manejarlo”.
Entre las experiencias más ricas, Schulman mencionó el caso de la desaparición de una mujer en Comodoro Rivadavia. “Fue una gran experiencia, un trabajo muy rico porque se desglosó todo, hasta lo más mínimo. Trabajamos hasta llegar a las últimas consecuencias y se hizo todo lo posible para dar con su paradero. Fue un caso que nos dejó un importante aprendizaje”, concluyó.
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